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Perdón y disfruten de la lectura:')




—Soobin necesito una botella de vodka para la mesa 17.– gritó Jungkook  del otro lado de la barra dejando un par de vasos sucios.

Me agaché y tomé de la caja una botella para dársela. Agregué una botella más a la cuenta.

—Revisa que tan ebrios están. Es la tercera botella de vodka en la noche, sin contar las otras bebidas que han pedido.– hablé.

Jungkook río por lo bajo. Su cabello atado en una pequeña coleta.

—Soy un mesero Soobin, no su madre. Si tienen edad para pagar, deben de tenerla para cuidarse.

Gritó entre el sonido de la música y se apresuró a empujar a la gente para llegar a la mesa.

Junté los vasos que Jungkook había traído y los junté con unos cuantos que se habían acumulado. Los llevé hacia la parte de atrás en dónde había unos cuantos compañeros lavando.

—Soobin-ah llévate estos, están limpios.– murmuró una de mis compañeras.

Tomé la caja y regresé a mi posición en dónde ya había gente esperando a ser atendida.

—¡Hey! ¡Guapo! ¿Podrías darme una de esa bebidas que me serviste hace rato? Fue deliciosa.– habló una mujer que estaba en completo estado de ebriedad.

—¿Cuál fue la bebida que pediste?

—No lo recuerdo, corazón. Por eso te estaba esperando a ti, para que tú me la des.– habló haciendo un puchero con sus labios.

Resoplé.

—Te daré algo leve.– tomé un vaso y comencé a preparar la bebida.

—¿Será igual que la anterior?

—No, pero te prometo que será deliciosa.– sonreí falsamente.

Rápidamente preparé una piña colada, intentando poner mínimo de alcohol. Todo el proceso lo hice frente a ella justo como el protocolo lo indica, pero estaba tan borracha que tal ves no notaría que no puse demasiado alcohol.

Puse el vaso sobre la barra y tomé el dinero que ella extendió.

—Gracias amor, conserva el cambio. – sonrió mientras se iba no son antes lanzarme un beso.

Mi turno terminó después de un rato. Tomé mis cosas y me acerqué a Jungkook para despedirme de él.

—¿En qué te irás, conejito?.– preguntó sentado encima de una hielera. Las mangas de su camisa estaban hacia arriba dejando ver sus tatuajes.

—Vendrán por mi.

—¿Tu príncipe azul?.– se burló y se desató su cabello.

Lo golpee amistosamente en el hombro y como si de un actor se tratase, se agarró la zona golpeada mientras se hacía hacia un lado fingiendo que mi golpe lo había movido.

—Te acompaño a esperarlo, escuché que roban a gente bonita en la noche.– dijo mientras se paraba.

—Yah, no me digas esas cosas.– hablé con un poco de sonrojo.

Jungkook se volteó a verme con cara confundida.

—Oh ¿Pensabas que no decía por tí?. Oh no no, lo decía por mi. Ya sabes, necesito alguien que esté a mi lado para que evite que me roben.– bromeó.

Salimos por la puerta de atrás y nos quedamos recargados a la pared del callejón. Jungkook sacó uno de sus cigarrillos y lo prendió frente a mi.

LIE [YEONBIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora