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Siempre dicen que tus padres te enseñan las cosas necesarias para sobrellevar la vida, pero ¿Es realmente cierto?

Yo estoy en un gran desacuerdo con esta teoría. Mi madre jamás me enseñó a como tratar de sobrellevar una situación con un modelo que me es ajeno a mis intereses.

El nombre de Daniel Choi o Choi Yeonjun no me eran ajenos, pero si lo era su persona y apariencia hasta hace unos días. Sabía de su nombre gracias a mi mejor amigo HueningKai que se la pasaba 24/7 hablando sobre él, puedo decir que mi amigo es un gran fan de dicho artista.

Mi amigo lo describía como el chico más sexy y carismático que ha visto en su vida. Para ser sincero, a mi también me parecía atractivo.

Después de que Jungkook me descubriera en el almacén, no tuve oportunidad de responderle a Yeonjun y pues tampoco tenía muchas ganas de hacerlo.

La jornada en el trabajo estuvo pesada esa noche. Parecía que el karma, también llamado Namjoon, se estaba encargando de que me quedara claro quién era él que lleva el control en el lugar y quien es el único con el poder de hacer reservaciones. No le comenté nada al respecto a HaNeul, no quería hacerla sentir mal.

Mi turno terminó a eso de las 2:00 AM, un poco más temprano de lo que suelo irme. Jungkook y yo fuimos los únicos que salimos a esa hora, pues fuimos los que abrimos el club por la tarde-noche.

—Te regañó ¿Cierto?.– preguntó Jungkook cuando estábamos saliendo del club por la parte trasera del mismo.

—Lo hizo, creí que me iba a correr.– ambos nos detuvimos en el callejón, recargados en la pared de éste.

—Fue arriesgado, ¿Alguna de las chicas de ahí era tu conquista? Porque de ser así, quiero pedirte una disculpa porque siempre pensé que te iban los hombres.– bramó mientras sacaba una cajetilla de cigarros de su chaqueta ofreciendome uno, lo acepté.

—Una de esas chicas era mi hermana... Y estás en lo correcto, me van los hombres, pero tranquilo, no eres mi tipo.– dije con tono amistoso. Jungkook soltó una pequeña risa haciéndome sonreír. Puso el cigarro entre sus labios y ahí mismo lo encendió. Le pase el mío y con su propio  cigarrillo lo encendió.

—Te lo dicen a menudo ¿No? El típico macho que te pregunta si te parece atractivo, si te sientes atraído por él. Como si te gustaran todas las personas que tienen algo colgando entre sus piernas.– le dió una calada a su cigarro y dejó escapar el humo hacia arriba. Imité su acción.

—Lo hacen, es estúpido. A veces la gente se aleja de mi porque piensan que la homosexualidad se contagia.– doy una calada más.

—La homosexualidad no, pero las ETS* si.– ambos nos reímos ante su comentario.

—¿Lo dices por experiencia?.– le golpeó el brazo mientras él sigue fumando, sonriendo relajado, sin tensiones.

—Una experiencia que no pienso volver a vivir.

—Creo que subestimé tu grado de estupidez, ¿A quien se le ocurre enrrollarse con alguien en pleno siglo veintiuno sin métodos anticonceptivos?.– dije mientras él río y dejó escapar el humo hacia mi derecha.

—¡Tenía 16 años! Era un puberto hormonal que tenía curiosidad y unas ganas de saber que era una mamada.– confiesa al aire, mirando hacia abajo mientras sonríe.

—Quiero pedirte una disculpa porque siempre pensé que te iban las mujeres.– cité lo que antes él me había dicho mientras lo volteaba a ver.

—Y estás en lo correcto, me van las mujeres, pero tengo también una cierta atracción a los hombres ¿Conoces la bisexualidad?.– responde mirándome, ambos sonriendo.

LIE [YEONBIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora