la nueva casa.

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Cap 1
—Pero Susan, me parece una total injusticia. Cómo me vas a abandonar en mi estado—objeta Karen viendo a su hermana mayor con maletas preparadas a punto de subir al carruaje.
Susan se acerca a ella mientras Onésimo carga el equipaje para subirlo al carruaje.
—Karen, hermanita, te lo he explicado mil veces, sabes que no te abandono, la tía Augusta viene en camino, sabes que te cuidará bien, además tu esposo está muy al pendiente, y tienes a Ciela, es como una madre para ti, mi compañía no hará gran diferencia.

—No es lo mismo, eres mi hermana— dice Karen abrazándose a ella. —¿ Acaso no quieres conocer a tu sobrino? Pronto nacerá, eres cruel— recrimina sin safarse de su abrazo y dejando resbalar sus lágrimas. Susan deshace el abrazo y mira fijamente a sus expresivos y suplicantes ojos color ámbar.

—Amo a mi sobrino y vendré apenas Nazca, sé fuerte Karen, sabes que te amo con mi vida, pero debo tomar mi camino— dice y le muestra una sonrisa calma y compasiva. Karen asiente inconforme, pero entiende que su hermana tiene razón, no debe ser fácil para ella vivir en una casa que no es suya y viendo la felicidad de su hermana menor ya casada y a punto de formar descendencia cuando ella misma no tiene ni siquiera esperanza de un compromiso, ya la edad se le pasó para los bailes, razona finalmente. Norman se acerca y toma a su esposa pasando su brazo por su hombro.

— Ya cariño, déjala ir, no seas egoísta con tu hermana, si ella desea partir es su decisión.

Susan besa a su hermana y asiente en despedida de su cuñado , luego de un breve silencio sube al carruaje. Su nana Nahia y su servidor Hugo quienes eligieron acompañarla y no dejarla sola van en un segundo carruaje con todo lo que necesitarían para la nueva vida a las afueras de Bristol, viajarían a Leeds, y el viaje tomaría la mitad del día, por los caminos rocosos y polvorientos de algunas rutas, todos están a bordo y Susan aparta un poco la cortina para mirar a su hermana y decirle un "cuídate, te amo", antes de partir, su hermana agita su mano en despedida con una mirada de resignación y los carruajes se ponen en marcha.

A medida que se van alejando Susan comienza a pensar en su nueva vida, un suspiro hondo y quieto se le escapa , es lo que más necesita. Su reputación a sido duramente atacada con malicia y crueldad, casarse o no casarse definía el valor de una mujer, ya de por sí no hacerlo le había traído severas consecuencias, la deshonraban en público las chismosas de la ciudad. "Ay niña ¿ahora que será de tu vida? Ya tu padre no está para protegerte! Que pena! que pena!" la acusaban sin ningún rastro de compasión sino de dureza de corazón. Además también tener que ver la felicidad marital de su hermosa hermana menor. Quien se desposo justo un año antes de la muerte de su padre. Tantas veces le suplicó su enfermo padre que aceptara a algún buen pretendiente que llegaba a pedir su mano, pero para ella era prioridad su padre y sabía que los deberes de esposa le imposibilitarian cuidarlo con atención y entrega, pues la esposa tendría que vivir completamente dedicada a las demandas de su marido.

Pero aquella vez, justo el último año de vida de su padre, un joven muy guapo se presentó, quería conocerla y ¿por qué no?, pedirla en matrimonio, era Norman wuillians Jones, esa vez Susan estaba dispuesta a aceptar entrar en un compromiso, estaba algo ilusionada, su padre le había convencido, y por lo que sabía de este joven, era hijo de un gran amigo de su padre, seguro no se opondria a que ella lo cuidase, además según se decía, rebosaba de virtudes y cualidades humanas muy atrayentes.

— Te ves hermosa hermanita, ya verás como queda prendado de tu belleza apenas te mire—recuerda Susan esa tarde en la que Norman vendría junto con sus padres a conocerla y su hermana alababa su perfecto arreglo y magistral apariencia.

—Tengo muchos nervios, y si no le agrado?

—Le agradarás, estoy segura— responde Karen apretando su mano.
Susan contaba con 26 años y Karen con 22, realmente Karen era privilegiada con una belleza natural impresionante, sus ojos ámbar brillaban radiante acompañando siempre una amplia y perlada sonrisa, su ondulada cabellera color ocre y su personalidad tan alegre siempre la hacían resaltar entre todas las demás, eso incluía a Susan, quien aunque no carecía de belleza, su personalidad más reservada, prudente y cohibida opacaban lo demás.

Esa noche terminó con un compromiso, el de Karen y Norman, pues el joven apenas verla decidió que era con ella con quién se casaría. Karen lloraba muy apenada ante su hermana, pero esta le convenció de que no pasaba nada y no le importaba el joven Norman, aunque solo lo decía para calmar a su hermana quien terminó por aceptar el compromiso y finalmente se casaron unos meses más tarde.

Susan deja escapar algunas lágrimas de pensar que su hermana ha quedado triste por su partida, pero intenta reponerse , limpia sus lágrimas y empieza a planear su nueva vida. Después de algunas paradas para descansar, comer algo o hacer del cuerpo, los carruajes finalmente llegan a la nueva casa. Susan baja del mismo llena de ilusión y felicidad. Pone sus pies finalmente en el suelo, apreciando poco la bella estructura frente a sus ojos. Ya empezaba a anochecer. Un viejo caballero sale de la casa con un candelabro para dirigir a los nuevos habitantes a la misma, luego de enseñarle algunas distribuciones de la casa y decirle que ha tenido la decencia de dejarles algo de comida lista,  se marcha. Susan asiente muy agradecida. Se siente muy contenta, no tiene ganas de comer aún, quiere conocer las habitaciones. Acuerda con su nana y con su servidor cuáles serían las suyas, cada cual se retira a las mismas para acomodarse y mas tarde se reúnen para cenar. Susan come sola en el comedor y Nahia y Hugo se quedan en la cocina mientras comen y cuchichean sobre la nueva casa.

Susan anhela el amanecer para conocer mejor la casa y admirar los jardines, por lo que pudo ver al llegar algunas flores adornan la entrada, pudo oír también el sonido de un río cercano. Se acuesta dispuesta a dormir y sus pensamientos vuelan en todas direcciones, su hermana, el nuevo bebé que viene en camino, añora todo salga bien con su hermana y su sobrino, sonríe imaginando acariciar a la criatura, entonces se gira y abraza al almohadón , un poquito de frío la atormenta, y no es solo frío por la noche con mucho viento , también lo es por el vacío de su corazón.

A mi amada Mary.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora