Jungkook bajó al sótano y puso la ropa de Jimin en la lavadora, nuevamente fue donde Jimin.
—Hola. —Dijo Jimin provocando que Jungkook diera un pequeño salto debido al susto.
—Sí. —Contestó.
—Gracias.
—No malinterpretes, no quiero cargar con responsabilidades si te enfermas. —Cuando abrió nuevamente la puerta Jimin lo detuvo, el menor no supo cómo había hecho pero Jimin lo tenía sujetado por la cintura.
— ¿De verdad no me recuerdas Jungkookie? —Dijo Jimin con algo de angustia.
—Nunca nos hemos visto.
— ¿No recuerdas nada de nuestra infancia?
—No recuerdo haberte visto nunca cuando era niño. —Quitando las manos de Jimin de su cintura. —Me voy a dormir. —Se fue.
Jimin cayó de rodillas al piso. Pequeñas lágrimas brotaban de sus ojos, no lo recordaba, su primer y único amor no lo recordaba.
—Haré que me recuerdes, Jungkook, prometo que lo haré.
*
Eran aproximadamente las cuatro de la mañana y Jungkook no conseguía dormirse, sólo daba vueltas en la cama. Se estaba volviendo loco.
— ¿Qué demonios me sucede?
—Tienes curiosidad. —Le respondió su conciencia.
—Imposible. —Se contestó a sí mismo.
—Hazme caso sólo esta vez.
—Debo estar volviéndome loco. —Se paró bruscamente, abrió la puerta de su cuarto y bajó las escaleras mientras tarareaba 21 Guns para distraerse.
Buscó algo de leche en el refrigerador y se sentó a ver televisión, cambiaba de canal una y otra vez, hasta que se decidió por dejar un concierto de AC/DC.
Y estuvo así durante horas… No lograba concentrarse en la televisión, una pregunta rondaba su mente “¿Fue parte de mi infancia?”
Se daba bofetadas mentales tratando de reaccionar y dejar de pensar en el idiota de su niñero.
Amaneció y Jungkook seguía en el sofá, se había quedado dormido.
*
Jimin en su habitación estaba llamando a Carol, cuando por fin lo atendió este habló rápidamente.
—Carol, dame autorización para dejar que Jungkook falte al colegio.
— ¿Por qué quieres eso? —Preguntó Carol.
—Quiero hacer que me recuerde.
— ¿No te recuerda?
—No.
—Jimin… No lo sé.
—Sólo por hoy, por favor. ¿Sí?
—Está bien cariño, lo hago por ti. Suerte.
—Adiós y gracias. —Colgó. Salió de la habitación más animado que nunca y se sorprendió cuando llegó al living y se encontró con Jungkook, quién dormía plácidamente en el sillón, se acercó lentamente y se arrodilló frente a él. Delicadamente acomodó unos mechones del cabello que se habían ido a su frente.
Eres la persona que hablando mi corazón con su tonta risa y sus múltiples maneras de hacerme sonreír, ¿serás capaz de recordarme? Quiero volver el tiempo atrás para poder salvarte, para poder evitar esa tragedia.
— ¿Qué crees que haces? —La voz de Jungkook lo sacó de sus pensamientos. — ¿Sabías que esto es acoso?
—Ya cálmate pequeño idiota.
— ¿A quién llamas idiota? Pervertido.
— ¿Qué clase de chico normal se duerme en un sofá?
—No tenía sueño. Por cierto de nada.
— ¿A qué te refieres?
— ¡Anoche llegaste empapado, si no fuera por mí te hubieses muerto de frío, tarado!
—Anoche te agradecí, por si no lo recuerdas. —Dijo Jimin con un tono burlón.
—Espero que la próxima vez te mueras de frío, idiota. —Dijo bruscamente el menor.
—Pero este idiota convenció a Carol para dejarte faltar a clases hoy.
— ¿De verdad? —Preguntó emocionado Jungkook.
—Mira tu rostro, hace diez segundos deseabas mi muerte. —Rió Jimin. —Pues sí, puedes faltar al colegio, pero sólo por hoy.
—Excelente. —Empujó a Jimin y se puso de pie. — Hoy comenzaré con Taehyung.
—Alto, alto, alto. ¿Qué dijiste? —Dijo Jimin mientras se paraba.
—Iré a casa de Taehyung.
—Sobre mi cadáver.
