Después de haber estado sentado sobre la alfombra, Jungkook reunió las pocas fuerzas que le quedaban y lentamente se paró, caminó un poco y se desplomó sobre la cama, no comprendía porque estaba llorando.
*
— ¡Fondo, fondo, fondo! —Gritaba Baekhyun animadamente.
Estaban jugando a ver quién podía beber más rápido una lata de cerveza, Jimin ya había ganado, pero Sehun quería la revancha. Mientras que los demás le gritaban a Sehun para que se acabase la bebida de una vez, Jimin estaba bostezando del aburrimiento. Sehun se tardaba cincuenta segundos para acabar una lata, mientras que él sólo demoraba treinta y cinco. Era demasiado rápido. Se paró y se dirigió a las escaleras, volteó una última vez para corroborar que todos estaban distraídos y decidió subir a ver a Jungkook, estaba preocupado, era raro que no estuviese deambulando por la casa.
Golpeó la puerta del menor, pero no tuvo respuesta.
— ¿Jungkook? —Golpeó nuevamente. — ¿Jungkook? —Se preocupó al no recibir respuesta, con cuidado abrió la puerta y se sorprendió al ver a Jungkook en la cama. Lentamente se acercó a él, estaba dormido. —Eres lo más precioso que he visto. —Arrodillándose junto a la cama. — Tu sola existencia me hace feliz. —Susurraba. Con su dedo índice acariciaba suavemente los labios de Jungkook. —Ojalá me recuerdes algún día, recuerdes que fui… Soy. —Se corrigió a sí mismo. —Soy tu primer amor… Pequeño conejo. —Rió suavemente. — ¿Qué sucedió? —Al notar las mejillas húmedas del menor. — ¿Estuvo llorando? ¿Por qué? ¿Acaso le hice algo? —Jimin preguntaba en voz baja. Delicadamente dirigió su rostro hasta el ajeno y comenzó a dar suaves besos en las húmedas mejillas del menor. —Odio que llores. —Otro beso. —Aunque sea por cualquier cosa… Odio que llores. —Besó castamente los labios de Jungkook. Se detuvo para después abandonar el dormitorio y volver con sus amigos.
*
Lo que Jimin no sabía era que Jungkook estaba despierto, sólo que había cerrado sus ojos para poder descansar un poco, había oído todo.
— ¿Después de la pregunta que te hice me dices todo eso? —Rió débilmente. —Tonto. —Volvió a cerrar los ojos y recordó las palabras Pequeño conejo. Las había oído antes… ¿Pero dónde?
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— Jimin ¡aquí! —Susurró Jungkook al verlo buscar un escondite desesperadamente. Estaban jugando a las escondidas con los amigos de Jimin… Sehun, Luhan, Baekhyun y Chanyeol.
—Gracias Jungkookie. —Murmuró el mayor cuando llegó al escondite, que era debajo de una mesa. —Luhan casi me ve. —Pasándose la mano por la frente, había comenzado a sudar de tanto correr.
—Jimin... —Dijo Jungkook dudoso.
— ¿Sí? —Mirando alrededor para ver si detectaba alguna amenaza.
— A ti… ¿A ti te gustan mis dientes? Todo el mundo dice que son feos. —Curvó su labio inferior hacía afuera.
—Pequeño conejo… Tus dientes son lo más bonito que he visto. ¿Y a ti te gustan mis dientes?
—Sí… En especial ese diente. —Señaló el diente partido de Jimin. —Ese diente es el más bonito. —Río.
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Jimin volvió donde los chicos y vio que todos se estaban durmiendo sentados.
—Chicos… Es tarde.
— ¿Ah? —Chanyeol lo miró. — ¡Oh! Debemos irnos ya.
Todos se pararon y se despidieron de Jimin para después irse, eran aproximadamente las 21.55
Jimin subió a su cuarto y tomo su guitarra acústica.
—Mmm. —Miró hacía arriba como si buscase inspiración. Con sus finos dedos comenzó a tocar las cuerdas creando una perfecta melodía. Cerró los ojos y se concentró en oír la música, en su mente sólo estaban las palabras que su padre le dijo antes de abandonarlos a su madre y a él.
*
[Flashback]
Jimin, con ahora quince años, había decidido regresar a su ciudad. Ese día había decidido que confesaría algo a su padre. Lo que no sabía es que esa decisión alteraría su futuro para siempre.
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—Papá, ¿por qué te vas?
—Porque no quiero tener un hijo homosexual.
[Fin del flashback]
סHola! Pues, puede que sea algo confuso, pero en el siguiente capítulo explicaré más sobre Jimin y el Sr. Park(?), gracias por leer y comentar. ♡×