— ¿Qué demonios haces aquí?
—Vine a buscarte.
—No voy a volver contigo. —Quiso cerrar la puerta pero Jimin interpuso su pie.
—Oh claro que lo harás. —Empujó la puerta y tomó a Jungkook por la cintura.
— ¿¡¿Qué crees que estás haciendo maldito imbécil?!?
— ¿Qué crees que hago, maldito malcriado? —Cargó a Jungkook en su hombro.
— ¡Taehyung! —Gritaba Jungkook.
— ¿Qué sucede? —Saliendo de la cocina. — ¿Tú? —Preguntó sorprendido al ver a Jimin.
—Si yo.
— ¿Se conocen? —Dijo Jungkook aún en el hombro de Jimin.
—Un poco. —Respondió Taehyung. — ¿Qué haces cargando a Jungkook?
—Soy su niñero.
— ¡Ayúdame idiota! —Gritó el más pequeño de los tres.
—Jimin, suéltalo.
—Imposible, estoy a cargo de esta plaga. —Sacudió a Jungkook.
— ¿A quién llamas plaga? —Trató de zafarse, pero Jimin lo superaba en fuerza.
—A ti.
— ¡Taehyung! —Volvió a gritar el chico.
—No grites, lastimas mis oídos. —Se burló Jimin. —Mírate, pareces una niña.
—Lo siento Kook, no me meto con los Park.
— ¿De qué demonios hablas?
—No está hablando de nada. —Jimin con algo de ¿furia?
Jimin salió haciendo caso omiso a los gritos de Jungkook y en cuestión de segundos lo arrojó dentro del baúl del coche.
Jungkook no sabía exactamente cuando habían llegado y como apareció en el sofá del living.
— ¿Acaso me desmaye? —Incorporándose.
—Niñita que no aguanta nada. —Respondió Jimin.
—Podrías haberme matado, maldito imbécil. —Se paró y tomó por el cuello a Jimin, quién no se defendió en absoluto. — ¿Quién te crees que eres? ¿Eh? Responde.
—No te aguantas nada, ni siquiera un pequeño castigo por haberte escapado.
— ¿Acaso esa es tu idea de castigo?
— ¿Tú qué crees?
—Creo que eres un grandísimo imbécil. —Escupió Jungkook.
—Te ves tan sexy cuando te enfadas.
— ¿Disculpa?
—Pensaba en voz alta.
—Bien, ya que me sacaste a la fuerza de la casa de Taehyung cuando estaba a punto de cenar, ahora voy a cocinar, si no te molesta. —Mientras comenzaba a caminar hacía a la cocina
—Apuesto a que lo único que sabes cocinar es pizza. —Jimin rió al ver que Jungkook se volvió para mirarlo. — ¿Qué? ¿Acaso dije algo malo? —Con fingida preocupación.
—Apenas llevas unas horas aquí y ya crees que tienes la suficiente confianza para conocerme, si que eres idiota.
— ¿Y crees que no te conozco? ¿Crees que es la primera vez que nos vemos?
— ¿A qué te refieres con eso?
—Contesta.
—Es la primera vez que te veo.
—Error. No es la primera vez.
— ¿Cómo?
—Dejémoslo así.
—Quiero que me digas, Jimin.
— ¡Wow! La primera vez que te diriges a mí por mi nombre.
—Tarado. —Entró en la cocina.
—Eres adorable, maldita sea. —Gruñó Jimin.
Jungkook cocino pizza, odiaba admitirlo, pero Jimin tenía razón, lo único que le salía bien y sin quemar era la pizza. Algo que le llamó la atención al chico pues solamente Carol y su padre sabían eso, entonces, ¿cómo sabe un completo desconocido algo así? Carol no le podría haber dicho, ¿o sí? Decidió alejar las dudas de su mente por ahora, sólo quería comer tranquilo. Mañana planeaba hacerse el enfermo y faltar al colegio, estaba en su último año, a un chico comprometido le importaría asistir a clases, pero como Jungkook no era ese tipo de chico hacía todo lo posible por no ir a clases. Sus compañeros eran unos sabiondos que creían que por venir de familias adineradas todo el mundo estaría a sus pies. ¿Y qué decir de las chicas? Todas, absolutamente todas lo miraban a él, y por ello los chicos querían molerlo a golpes.
Probablemente hubiese terminado muerto si no fuese por Taehyung, no era que no supiera defenderse, sólo que las peleas no eran lo suyo, y tampoco había pedido auxilio a Taehyung, él solo intervino en aquella matanza a la salida del colegio sólo porque una chica había provocado al rival de Kook diciendo. “Jungkook es mi novio.”
*
— ¿Has terminado de cocinar? —Preguntó Jimin mientras se adentraba en la cocina.
—No te daré nada si es a lo que vienes.
—No quiero comer eso. —Mientras arrugaba su nariz. —Me voy, debo cenar con alguien.
— ¿Ah sí? ¿Y quién es ese “alguien”?
—Creí que no querías saber nada de mí.
—No me malinterpretes, sólo quiero saber quién es esa pobre persona que tiene que soportar tu presencia.
—Es hermosa, su nombre es Megan.
—Imposible. —La expresión de Jungkook cambió. — ¿Cómo es su apellido?
— ¿Crees que sé su apellido? Sólo acepté porque la chica está hermosa.
—Dime su apellido maldita sea.
—Era con M… Morrison, Megan Morrison.
—No puedes salir con ella.
—Hey, tranquilo, si quieres que cene contigo sólo tienes que decirlo.
— ¿Quién dijo que quería que cenaras conmigo?
—Entonces ¿por qué me prohíbes salir con esa chica?
—Porque es una fácil.
— ¿Y eso qué? Será mucho mejor llevármela a la cama.
—¿Sabías que eres un imbécil?
—Vamos, eres hombre, seguro que conoces a la chica, dime ¿cómo no te pone…?
— ¡Calla! Sí, soy hombre, me gustan las mujeres con buen cuerpo, pero algo me enseñó la vida en estos escasos dieciséis años es que no te dejes llevar por el físico.
— ¿Lecciones de vida?
—Haz lo que quieras, acuéstate con ella, hazle todo el kamasutra si quieres, después no te quejes si te mete en problemas.
—Bien, adiós. —Le guiñó el ojo a Jungkook y salió del lugar.