Pronto amaneció y uno a uno los chicos fueron despertando y a la vez que abrían los ojos su cabeza era invadida por una conocida amiga llamada resaca.
—Juro que no volveré a beber más. —Argumentó Hoseok cuando trataba de ponerse en pie.
—Dices eso y después te bebes hasta el agua de los floreros. —Rió Suga, pero pronto el dolor de cabeza también lo hizo sufrir.
—Necesito agua urgente. —Dijo Jin mientras corría de un lado al otro para conseguir agua, se moría de sed.
— ¿Qué hacemos con Kook?
—Dejarlo descansar es lo mejor. —Propuso Hoseok. —Anoche tuvo mucho valor para decirle todo eso a Megan.
—O fue por el alcohol. —Insinuó Namjoon.
Y uno a uno los chicos se fueron dejando sólo a Kook, quién dormía plácidamente. Eran las doce menos cuarto del mediodía y Jungkook comenzó a abrir los ojos, temeroso de que la resaca lo consuma, pero, curiosamente no hubo ni dolor de cabeza ni sed intensa, sólo un poco de amnesia, no recordaba exactamente que hacía en la tienda de Taehyung.
Su madrastra lo llamó.
—Hola —Contestó mientras se paraba y buscaba las llaves del auto, lo único que quería era ir a casa y dormir un poco más.
—Dije que a las doce te quería aquí, son las doce cincuenta y ocho. ¿Dónde estás?
— ¡Demonios! Ya estoy yendo.
Buscó entre todas las latas de cerveza y por fin encontró sus llaves
—Apresúrate, lo que tenemos que decirte es importante.
— ¿De qué se trata? —Preguntó mientras salía de la tienda y entraba en el auto.
—Tú ven y aquí te diremos. —Colgó.
— ¿Por qué tanto misterio? Podría habérmelo dicho por teléfono. Esta mujer. —Rió.
Como pudo Kook llegó a su casa, aunque en el camino los efectos de la resaca aparecieron en él, era raro, cuando despertó no sintió nada, y después de unos minutos su cabeza parecía explotar.
Hasta que por fin llegó a casa, al salir del carro casi se cae. “Idiota, contrólate.” Se dijo para sí mismo.
En la entrada estaba su padre con los brazos cruzados y su pie derecho golpeteaba contra el suelo.
— ¿Dónde estabas mocoso?
—Estaba con mis amigos, ¿por qué?
—Tengo algo que decirte.
—Mira, si vas a regañarme hazlo más tarde, me voy a dormir. —Quiso sacarle la vuelta a su padre para poder entrar en la casa pero este se lo impidió. — ¿Ahora qué?
—Nos iremos de viaje.
—Excelente, ¿a dónde iremos?
—Tú no irás.
— ¿¡¿Por qué?!?
—Tus calificaciones son un asco.
— ¿Y qué tiene que ver eso?
—Te quedarás en casa.
Jungkook ya estaba planeando una fiesta en su mente. Pero su padre continuó hablando.