─ ¿Estás libre mañana? ─Jimin se encontraba empacando su ropa y Jungkook sentado en el piso, apoyando su espalda en uno de los costados de la cama.
─Bueno, después del colegio tengo que ir por unos libros a la biblioteca y luego venir a casa. ¿Por qué? ─El menor lo miraba sonriente.
─Pensé que tal vez quisieras ir por ahí... ─Jimin lo miró, esperando una respuesta.
─Si me llevas a ver una película y me compras palomitas de maíz podemos hacer un trato. A las ocho quiero que estés en la puerta. ¿Okay? ─Suspiró y bajó su cabeza.
─ ¿Sucede algo? ─El mayor se puso de cuclillas y acarició el cabello de Jungkook.
─Será raro no tenerte aquí, clavando tus dientes en mi cuello... Ya casi terminan las clases y suspender todas las materias no es una opción... Tengo que mejorar la relación con mi padre.
─Bueno, lo de mis dientes en tu cuello... No sé hasta que punto es verdad. ─Sonrió.─ Pero sé que podrás hacerlo.
─ ¿Qué te hace pensar eso?
─Estaré a tu lado, cuando pienses que ya no puedes más y sientas que explotarás, cuando necesites un abrazo, para lo que quieras... Estaré a tu lado.
─ ¿Y si lo qué quiero es rendirme?
─Te daré una buena golpiza.─Alzó su mano en un puño y lo agitó levemente.
Ambos se sonrieron, completamente perdidos el uno en el otro. Hasta que Carol golpeó la puerta de la habitación. ─Jimin... ¿Te quedarás a almorzar? ─Preguntó mientras abría la puerta, sacando a los chicos del mundo que habían creado hace instantes.
─Eh, muchas gracias Carol, pero tengo que arreglar unos asuntos en la universidad, me reporté enfermo para cuidar de Jungkook en lo que ustedes volvían del viaje.
─ ¡¿¡Faltaste todo este tiempo a la universidad Jimin?!? ¿Cómo es qué tu madre te lo permitió?
Jimin se encogió de hombros.─En realidad ella tuvo la idea, quería que esté todo el tiempo con Jungkook, además no hay de que preocuparse, soy el primero de mi clase y no me atrasé demasiado.─Cerrando la valija y bajándola de la cama, su guitarra estaba enfundada y apoyada en la pared.─Bien, creo que es todo.─Tomó una de las correas de la funda de su guitarra y se la colgó en los hombros.
─Llevo la valija por ti.─Habló Jungkook rapidamente mientras se ponia de pie.
Los tres bajaron y Jimin se despidió de Carol con un abrazo, el señor Jeon también lo abrazó, dandole suaves palmadas en la espalda.
Jungkook lo acompañó su auto, Jimin le lanzó las llaves del coche para que pueda abrir el baúl y meter la valija.
Metió su guitarra en el asiento trasero.
─Ten.─Jungkook le lanzó las llaves y el mayor las atrapó con su diestra.─ ¿Deberíamos despedirnos? Mañana nos veremos.
Jimin soltó un suspiro, tratando de reprimir una risa. Tomó a Jungkook por las caderas y le plantó un beso fugaz en los labios. ─Te veré mañana.
─Te veré mañana, medio polvo. ─Sonrió Jungkook mientras se separaban.
─ ¿Medio polvo? ─El mayor enarcó una de sus cejas.
─Porque eres enano, no llegas a polvo completo.─Le guiñó un ojo antes de salir corriendo y entrar en la casa.
Jimin sólo sonrió y subió a su auto, arrancó y salió en dirección a la universidad, debía arreglar algunas cosas. Jungkook jamás se cansaría de molestarlo por su altura.
*
El resto del día transcurrió normal para ambos, cada vez que podían se enviaban mensajes.
La noche llegó.
Para Jungkook era raro no oír la guitarra de Jimin, no sentir sus pasos en la casa, no verlo entrar a su cuarto y preguntarle si estaba bien o si necesitaba algo... Era estúpido ya que ese mismo día se había ido. Así que tomó su celular, buscó a Jimin entre sus contactos y optó por enviarle un mensaje: "No sé que demonios sucede conmigo, pero te extraño demasiado, y eso que te fuiste hoy. Quiero que sepas que me caes mal Park."
Jimin, que aún estaba despierto arreglando algunas cosas de la universidad, se encontraba sentado frente a su escritorio, notó las vibraciones de su celular y vio el nombre de aquel chico que alegraba su vida desde los siete años.
Sonrió cuando terminó de leer y decició responder.
"Lo que sucede es que has caído ante mis encantos de medio polvo." Junto a unos emojis sonrojados.
Esperó unos minutos y como no hubo respuesta supuso que Jungkook se había dormido, por lo que él optó por hacer lo mismo.
Pero Jungkook seguía más despierto que una lechuza, esas palabras resonaban como tambores en su mente. ─Oh sí, maldición, he caído ante ti.
*
El sonido de la alarma despertó a Jungkook, que ni bien abrió sus ojos, su mente fue invadida por la sonrisa de Jimin. ─¿Dónde está esa bofetada mental qué tanto me doy?
Se levantó y se duchó con calma. Aún tenía tiempo de sobra para desayunar e ir con rumbo al colegio.
Una vez listo y alimentado salió de su casa con la mochila colgada en su hombro izquierdo, decidió que caminaría, así tardaría más y haría esperar a Jimin, no supo el por qué, pero le apetecía hacer eso.
Estaba a unos metros cuando se topó con Yoongi, quién lo saludó atentamente.
─ ¿Qué tal todo, Yoongi? ─Preguntó Jungkook mientras esperaba a que Yoongi lo alcance.
─Todo en perfecto estado, ¿tú?
─Pues... ─Jungkook rascandose la nuca.
─Jodido, ¿eh? Vamos, cuenta.
─Taehyung estuvo raro estos días, ¿sabés qué le pasa?
─Sólo... Cuídate Jungkook. ─Mientras atravesaban las puertas del establecimiento.─ Es lo único que puedo decirte.
Y Jungkook no pudo saber el por qué de la advertencia de Yoongi, pues este salió disparado hacía su salón, el timbre había sonado.
Ya casi llegamos al final mis nenas preciosas, ¡los problemas con el internet están solucionados! ¿Quién es feliz? ¡So es feliz! Bueno, gracias por leer, comentar y darme amors. Las amo mucho. s2