Los días pasaron y el tan esperado sábado llegó, Jimin despertó alrededor de las 10.00 a.m.
Se vistió con ropa de entre casa y bajó a hacer el desayuno, no sin antes echar un vistazo a Jungkook, quién dormía plácidamente abrazado a su almohada. La luz que se colaba por las cortinas iluminaban su rostro, tan angelical... El mayor rió ante su pensamiento.
─¿Cómo puede tener ese rostro tan puro?─Negó con la cabeza mientras una sonrisa adornaba sus labios.─
Optó por un tazón con leche y cereales, se sentó en el sofá estirando sus pies sobre la pequeña mesa del centro y tomó el control remoto.
─¿Jimin?
Jungkook había despertado y salido de su habitación, ahora se encontraba en el pie de la escalera, con una mano se fregaba los ojos y con otra se sostenía del barandal, muy buena decisión teniendo en cuenta que su equilibrio es bastante malo ni bien despierta.
─¿Qué sucede Jungkookie?─Jimin se levantó.─
─¿Te molesta si duermo en el sofá mientras miras tele?─El menor lo miró con expresión suplicante, como un cachorrito abandonado.─
El niñero se sorprendió ante la petición, pero asintió y volvió a sentarse.
─Ven...
Jungkook caminó hasta él y se desplomó en el sofá y, apoyando su cabeza en el regazo de Jimin volvió a quedarse profundamente dormido.
─¿Y ahora cómo se supone que desayunaré?─Susurró Jimin haciendo una mueca.
Intentó estirarse hasta la mesa; dónde había dejado tu tazón, tratando de no despertar a Jungkook, pero fue inútil.
─Estúpidos brazos cortos...
Y así estuvo durante 30 minutos hasta que Jungkook por fin despertó y se incorporó abriendo los ojos.
─¡Genial, comida!
─Ese era mi cereal...
─¿Quieres? ─Jungkook acercó la cuchara repleta de cereal a los labios de Jimin.
Jimin miró con algo de duda la cuchara.
─Estuviste comiendo de ella cuando te pregunté si podía dormir aquí, no pensarás que la he envenenado. Come.
No lo pensó más, abrió su boca y Jungkook hizo el resto... Con la cuchara, obviamente.
Cuando el menor tomó el último poco de cereal que quedaba en el tazón y lo comió, una gota de leche se escurrió de sus labios.
─Tienes... Leche, ahí.─Jimin estiró su mano y con el pulgar limpió la gota traviesa.
─Que predecible eres.─Jungkook rió.─Esto es tan de película romántica barata.
Jimin no respondió, sólo sonrió tímidamente.
─¿Aún iremos a la casa de tu mami?─El menor lo miro mientras se levantaba del sofá y se encaminaba hacía la cocina.
─Sí.─Jimin repitió su acción mientras sacaba su celular del bolsillo trasero.
─¿Qué haces?─Preguntó Jungkook al ver que Jimin apuntaba hacía el con el celular.
─Te grabo, Carol no me creerá que estás lavando algo.
─Eres un tarado, Park Jimin.
─Eh eh, este vídeo irá para Carol, ten respeto.