— ¿Disculpa?
—Pedí que faltaras al colegio para que pases tiempo conmigo.
—Prefiero pasar tiempo con una manada de lobos hambrientos que contigo.
—Entonces no saldrás. —Dijo Jimin tranquilamente mientras se encogía de hombros.
— ¿Qué? Debes estar bromeando.
— ¿Tú crees que bromeo?
—Pues sí, no puedes estar hablando enserio.
—Soy tu niñero Jungkook, mientras estés a mí cargo harás lo que yo diga.
— ¡Ja! —Jungkook estaba rojo de la furia. — ¡Mira grandísimo idiota, no me dirás lo que tengo que hacer! —Gruñó.
—Lástima… —Provocó el mayor mientras curvaba su labio inferior hacía afuera. —Y no pienses en escapar, Carol está al tanto de lo que hiciste ayer, una vez más y no ves más a tus amigos.
Bien, esto ya es demasiado. Jungkook no lo soportó más y dirigió su puño directamente al rostro de Jimin.
—Cavaste tu propia tumba pequeño. —Mientras se incorporaba y limpiaba la sangre que brotaba de sus labios. Caminó tranquilamente hasta la cocina y volvió con un trozo bastante largo de cuerda.
—No vas a hacer lo que pienso ¿o sí? —Jungkook se estaba preocupando.
—Oh, claro que sí… Lo voy a hacer.
Jungkook quiso comenzar a correr, pero Jimin fue más rápido y lo sujeto por la tela de la playera.
—No te vayas. —Rápidamente ató las manos del chico, pero con cuidado de no lastimar su piel.
— ¡No puedes hacer esto! ¡Estás loco! —Gritó Jungkook mientras trataba de desatarse, pero era inútil, Jimin había hecho un buen trabajo con la cuerda.
—A tu cuarto. —Habló Jimin tratando de contener la risa. Empujó a Jungkook suavemente para que vaya hacía las escaleras pero el chico no le obedeció. —Creo haberte dicho que vamos a tu cuarto.
—Muérete.
—Gracias, yo también te aprecio mucho. ¿Sabes? —Está vez arrastró al menor hasta las escaleras y lo obligó a subir.
Cuando llegaron a la puerta del cuarto de Jungkook, Jimin abrió y entraron.
—Bien. —Mientras tiraba a Jungkook en la cama. — ¡Oh, todavía no está listo! —Metió la mano en su bolsillo, sacó otro trozo de cuerda y procedió a atarle los pies. —Ahora sí. —Con una sonrisa ganadora en su rostro.
—Eres un idiota… —Con el ceño fruncido.
— ¿Y qué más?
—Ahora que te observo mejor… Eres realmente feo.
— ¿Ah, sí? —Preguntó Jimin recostándose al lado de Jungkook
—S…Sí. —Jungkook se tensó al sentir la cálida respiración de Jimin sobre su rostro. ¡Demonios! Estaban demasiado cerca.
— ¿Y por qué te pones nervioso? —Sus labios rozaban los de Jungkook.
— ¿Quién está nervioso? —Desviando su mirada. “No hagas contacto visual. No hagas contacto visual” Repetía para sí mismo.
—Mírame. —Jimin tomó el mentón del menor haciendo que este lo mirara. —Dime que soy feo.
—Eres feo… Muy feo. —Su rostro estaba rojo.
— ¿De verdad? —Inclinó un poco más su cabeza e hizo que sus labios rozaran contra los del chico, y este instintivamente cerró sus ojos.
Pasaron algunos segundos, pero no sucedió nada, Jimin no lo besó. En cambio rió al ver a Jungkook con los ojos cerrados.
— ¿Por qué cerraste los ojos?
—Porque no quería ver tu horrible cara, además… Intentaba dormir, vete.
—No quiero.
—Vete.
—No.
—Hazlo.
—Quiero dormir contigo. —Susurró el mayor.
—Ve a dormir con el perro.
—El perro no es tan lindo como tú.
—Vete de una maldita vez.
— ¿Y si no me voy que harás?
—Te lo corto. —Mirando la entre pierna de Jimin.
—Tengo una idea mejor. —Comenzó a jugar con el cordel del pantalón del menor.
— ¿Qué haces? Quita tu mano de ahí te voy a… ¡Nghh! —Gimió cuando Jimin introdujo bruscamente su mano por debajo de la tela y comenzó a masajear lo más sensible de su anatomía. —No… Por favor. ¡Aahh!
— ¿Te gusta? —Preguntó Jimin contra los labios del chico. —Dime… ¿Te gusta?
—No. —Reunió todo el coraje posible. —Quita tu mano. —Tratando de normalizar su respiración.
—Di la verdad, mira como te he puesto… Estás duro.
—Cállate y vete de una vez. —Como pudo se dio vuelta, dándole la espalda a Jimin.
—No me llames a menos que quieras continuar. —Mientras se ponía de pie. —Adiós pequeño. —Saliendo del cuarto.
— ¿Qué demonios ha sido eso? —Se preguntó Jungkook.
*
Jimin estaba en el baño, se estaba duchando.
—Pretende ser frío cuando es todo lo contrario. —Rió suavemente. —Pequeño idiota.
Salió de la ducha y comenzó a secar su cuerpo, se vistió y abrió el botiquín de primero auxilios que se encontraba sobre el lavamanos. Lentamente se desinfectó la pequeña herida que Jungkook le había provocado.
Cada vez que Kook le hiciera algo se las iba a cobrar. Pero también trataría de hacer que recuerde parte de su infancia, dónde conoció a Jimin.