— Deberás limpiar, muñeca. —Jimin rió al ver la expresión de Jungkook.
—Tú eres el empleado aquí, ¿no se supone que debas hacerlo tú?
—Sí, pero teniendo en cuenta que puedo decirte que hacer y sumando tu vestimenta… —Mirando la anatomía del menor detenidamente. — Creo que el trabajo te queda a ti. —Finalizó con una gran sonrisa en su rostro.
Ambos se encontraban en la sala, el mayor parecía el dueño de la casa, sentado muy plácidamente en el sofá.
—Me las vas a pagar, idiota. —Bufó Jungkook.
—Sí, como sea. —Jimin le restó importancia a la amenaza de Jungkook. —Comienza por la cocina, continúa con la sala y después seguirás con los cuartos, vendrán mis amigos y esto debe estar limpio.
—Debes esta jodidamente loco. —Jungkook levantó el tono de su voz. — Esta es mi casa. —Enfatizó las últimas dos palabras. — Yo decido quién entra y quién no.
—Pues, creo que eres el único que piensa eso.
— ¿Qué quieres decir?
—Tu padre me permitió invitar a mis amigos.
— ¡Ese maldito nunca me dejó traer a mis amigos! —Gritó completamente rojo de la furia el menor.
—Tal vez porque soy más responsable que tú… Bien, señorita, comience con su limpieza. —Hizo un movimiento con ambas manos.
Como el menor no quería discutir, por el momento decidió obedecer, quizás eso de que los amigos de Jimin vendrían era una broma. ¿Cómo una persona como su niñero tendría amigos? No, definitivamente no, nadie sería amigo de él. Buscó su celular y auriculares para poner manos a la limpieza. No era la primera vez que limpiaba, sólo que esta vez era diferente, muy diferente de hecho, estaba usando ropa de mujer. Rápidamente terminó el aseo de la cocina, se dirigió a la sala con la aspiradora en la mano al ritmo de The Devil in I.
— ¿Has terminado? —Preguntó el mayor, pero Jungkook no respondió, era obvio que no lo haría, el volumen de la música estaba al 100%— ¡Jungkook! —Gritó Jimin. Pero no obtuvo respuesta, bien… Se la cobraría después.
Jungkook por su parte aspiraba y cantaba al mismo tiempo, llegó a dónde estaba Jimin y empujo la aspiradora hasta los pies de este.
—Levanta. —Fue lo único que dijo. Notó que Jimin movió los labios, pero no contestó ya que no había escuchado.
Una vez que terminó de aspirar pasó paños con productos de limpieza por los muebles. Se quitó los auriculares y fue hasta Jimin, que seguía en el sofá mirando televisión, ¿acaso no se cansaba de hacer siempre lo mismo? A este ese paso el cerebro se le encogería todavía más.
—Terminé aquí.
—Arriba. —Dijo Jimin. —Comienza por mi cuarto.
—Bien.
—Si necesitas ayuda solo pídela.
—Prefiero hacerlo solo.
Jungkook subió las escaleras con todo un armamento de productos de limpieza, el piso de arriba estaba bastante sucio, ya que cuando Carol le pidió que lo aseara él se rehusó. Así que tendría doble trabajo. Entró a la habitación de Jimin y miró a su alrededor, para estar viviendo ahí hace menos de cinco días se había acomodado bien, tenía pósters de bandas famosas pegados en las cuatro paredes, una guitarra acústica perfectamente acomodada sobre un atril. Sobre el pequeño escritorio de la habitación había varias partituras. ¿Componía? Tal vez no era tan inútil.
