Capítulo XXIV

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—¿Qué sentiste?

—Que no quiero volverlo a perder— Desa se veía aliviada, pero aún quedaba algo.

—Y... ¿Qué pasará con Caín?— ella tragó grueso.

—Yo... Danu yo no...— la corté

—Mejor empecemos esto, hablaremos en otra ocasión.

🌘🌗🌖🌕🌔🌓🌒

Solo quiero llegar a mi casa.

Todo da vueltas a mi alrededor.

Ni siquiera sé cómo logré conducir hasta mi mansión. Quería un abrazo de mi madre, necesitaba llorar hasta quedarme dormida. Sé que ella no sabe nada de lo que he tenido que sufrir. Pero ya va siendo hora que conozca al monstruo que comparte vida con ella.

En cuanto atravieso la puerta lo que logro escuchar son gritos. Mis padres estaban discutiendo.

Presté más atención y fui directo a donde ellos llevaban la disputa.

—¡Podría pensar eso de cualquier persona menos de ti! ¡Eres un maldito monstruo!— le gritaba mi madre a mi padre, se le veía lastimada mentalmente.

¿Qué está ocurriendo?

—No debiste meterte en donde no te llaman, te advertí que no metieras tus narices en la investigación, pero aquí estas.

—¡¿Me estás diciendo que toda esta mierda es verdad?!—

—No es tu asunto, Davina.

—¿Qué mi hija no es mi asunto? La usaste como conejillo de india todos estos años, no solo a ella, jugaste con toda tu familia haciéndoles creer que era lo mejor, los hijos de tu hermano están metidos en esto y ¿tú eres capaz de hacer como que no pasa nada?

¿Mi padre tenía un hermano?

—Davina, nuestra hija está bien, aun no le ha afectado como se necesita así que...

—¡Tu hija no es un jodido objeto científico, Dominic! ¡Ella sufre, pero, que sabrás tú de eso!

—Tu propia hija mandó a matar a su hermano, intentó matar a Zac y asesinó a Yago, si sigue así por fin lograré mi objetivo, solo es cuestión de tiempo.

—Desa solo se defendió de Diego y se dio cuenta de la persona que era Zac, con respecto a Yago solo era un cabo suelto, y todo esto lo has provocado tú con ese maldito experimento de ECLIPSE.

—Verás que todo tendrá éxito mi vida, ya a los chicos les ha salido su magnífico poder, es hermoso ver lo sobrenatural actuar.

—Estás enfermo.

—Desa es la más poderosa, le implantaron el suero más fuerte, así que contiene un poder que no se ha visto en décadas, solo tiene que seguir acumulando esa energía hasta el punto en que explote y...— la mirada de mi padre desprendía fascinación —las pruebas de Desa fueron las más complejas, pero logró superarlas con éxito, en cambio, solo sale a relucir cuando está bajo mucha presión o solo está lo suficientemente furiosa como para que se encienda esa chispa que plantó tu padre hace quince años.

Pero ¿Qué cojones...?

—Me estás queriendo decir que mi hija ¿tiene poderes? Pero... eso es imposible, no... solo estas diciendo otra de tus mentiras.

—¿Por qué te mentiría con algo tan delicado? Tienes pase abierto para investigar todo lo que quieras con solo una gota de sangre de Desa, ahora si me disculpas necesito seguir trabajando, hay un proyecto que culminar y tu presencia solo me estorba.

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