DIVIDIDO

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Habían llegado a Avalón, una inmesa ciudad donde habitaban aquellos que huían de la ley de diversas aldeas y países además de haber ninjas renegados por doquier.

Todo tipo de armas ninjas y técnicas prohibidas podían hallarse allí. Por este motivo Sasuke sabía que sólo allí podrían encontrar las respuestas sobre el gran misterio que envuelve a Konoha. No bien entraron ambos supieron que ese lugar era el más seguro para ellos.

Deambularon por las calles de la gran ciudad observándolo todo con detenimiento, así comprobaron que todos allí los conocian y sabían que Naruto era buscado por Konoha para ser asesinado.

Por ese solo hecho el ninja rubio tenía garantizada su seguridad en ese lugar. Naruto nunca imaginó que llegaría a vivir aquello, no sabía si reír o llorar.

Sasuke había visitado esa ciudad antes por lo tanto tenía su grupo de amigos e incluso de informantes.

Hasta tenía un lugar donde solía hospedarse cada vez que iba. Ambos estaban agotados ya que habían caminado bastante. Al llegar a la posada que Sasuke acostumbraba a quedarse, pidieron un cuarto.

Un vez instalados allí, se ducharon para relajarse. Sasuke pidió servicio al cuarto mientras Naruto se colocaba el pijama naranja.

El emo lo miró con lujuria y en esta ocasión el rubio respiró hondo, pero no se alteró. Había un aroma dulzón en todo el ambiente que lograba que Naruto se sienta relajado y bien, pese a ser abrazado por Sasuke.

El ninja emo empezaba a acariciar el cuerpo de su amado rubio, quien respiraba entrecortado sintiendo cómo su amigo introducía sus manos bajo el pijama que llevaba puesto, para acariciarle el cuerpo sobre su piel directamente.

En su mente estaba confundido, ya que por un lado le molestaba que su amigo haya roto su promesa y siga insistiendo avanzando al siguiente nivel, y por otro lado aquellas caricias le estaban resultando bastante excitantes.

Pero él seguía amando a Gaara maldita sea, sin embargo Sasuke era tan suave y apasionado como su amado.
— S-Sasuke....¿q-qué haces?

Pero el emo no respondió, más bien seguía acariciando aquel cuerpo de su amado dorado que al fin podía tenerlo, no entendía cómo consiguió que Naruto acceda, pero ahora que lo tenía no pensaba perderse esa oportunidad.

Le quitó la parte de arriba del pujama sin dejar de besarle el cuello y el torax. Acariciaba con mayor intensidad ese delicioso cuerpo mientras besaba sus dulces labios.

Sus lenguas entrechocaron una timidamente y la otra con voracidad.
— Te amo Naruro....eso nunca cambiará....mi amor...
— Basta....Sasuke.....detente....

Pero una parte dentro de Naruto no quería que se detuviera y lo hacía sentir la peor de las basuras ya que sentía que traicionaba a Gaara. Aunque él le haya mentido y ahora se encuentre junto a su prometida, lo seguía amando con locura.

Pero Sasuke era tan apasionado y romántico como Gaara. Ya no sabía con quién estaba y todo por culpa de ese molesto aroma que repentinamente invadió el lugar.

— Relajate y disfrutalo Naruto.
— Sasuke....¿tú pusiste....ese extraño perfume de ambiente?
— No....ya estaba aquí cuando llegamos....es.....es parte de esta posada amor....

Ese aroma entrampaba los sentidos de ambos, llevándolos a hacer cosas que normalmente no harían.

Los deshinibía, por eso actuaban así. Pero después ambos se arrepentirían aunque en el fondo lo hayan disfrutado.

— Alto Sasuke.....detente.....saca ese aroma de....de aquí....
— ¿Por qué?
— Es parte....de esto que....que nos pasa.....

Pero Sasuke no podía escuchar más, en su mente solo estaba el hecho de poseer a Naruto y relajarse.

EL SHINOBI DE LA ARENA ( GAANARU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora