MENTIRAS Y ENGAÑOS

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Naruto salió del despacho de Gaara con la mente a punto de estallar, aquellas palabras fueron como cuchillos que se le clavaron en su corazón y ahora no paraba de sangrar.

Necesitaba aire, sentia que se asficciaba por falta de oxigeno. De repente las personas de ese lugar lo empezaron a observar asombradas ya que parecia que estuviese a punto de desmayarse. Chocaba con todos pero seguia caminando mientras las lágrimas humedecian su rostro.

Cuando pudo sentir el aire fresco supo que habia salido al exterior aunque seguia en el edificio solo que se encontraba en el atrio delantero. Se secó las lágrimas con las mangas cuando escuchó una desconocida voz de mujer que pronunciaba su nombre.

Naruto la miró confundido. Era una joven hermosa de negra cabellera larga y sedosa, piel blanca y ojos violetas. Vestia un elegante vestido color violeta oscuro, resaltando sus ojos. Su mirada despedia crueldad.

Parecia más bien una serpiente venenosa que suavemente se fue deslizando a él pero instintivamente el rubio retrocedió.

-Eres Naruto Uzumaki ¿cierto? - ella sonrió sensualmente al ver la turbación del rubio - Soy la Ayame, la prometida de Gaara. Vine a tomar mi lugar a su lado.
-¿Ayame? ¿Prometida?

- Tu eres el ninja de konoha que atacó a la Quinta Hokage traicionando al resto de la aldea. Hay un pedido de cooperación de Konoha a las demás aldeas para tu captura. Descuida, con mi futuro marido te entregaremos a tu aldea para que pagues por tus crímenes consiguiendo así recuperar la alianza de la arena con Konoha.

Aquello lo dijo disfrutando al ver el terror que aparecia en el rostro del rubio mientras un ligero temblor invadía todo su cuerpo. Naruto miraba a su alrededor en busca de guardias que intentasen apresarlo.

No podia estar sucediendo aquello, Gaara no podia haberle mentido. Pero si esa misma mañana le habia dicho que no lo abandonaria, que él era importante para su persona. La miró a los ojos obligandose a si mismo a dejar de sentir miedo.

- Eres una mentirosa, Gaara nunca haria eso...
- ¿En serio creiste que él se casaria contigo? ¿Un plebeyo, un simple genin criminal, encima buscado por la justicia de su aldea y su país?
-Gaara me...
-¿Ama? ¿Crees que él amaria a un anormal como tú? ¿A un monstruo que encima lleva un demonio dentro que ni controlar puedes?
-¡Maldita! ¡¿Qué puedes saber tú?!

- Todo, sé todo ¿y sabes por qué? Simple, porque Gaara me lo contó absolutamente todo sobre tí. ¿Creíste que  revolcandote con él, abriendole las piernas lo tendrias bajo tu control? - ella sonrió burlistamente - Te equivocaste. Repito ¿quién en su sano juicio amaria a un monstruo como tú? Plebello encima.

Naruto no pudo evitar que las lágrimas humedecieran sus ojos mientras retrocedia, en verdad no queria creer en las palabras de esa desconocida.

Deseaba poder confiar en Gaara, creer en él pero...el guardia habia anunciado la llegada de "su prometida".

¿Cómo podria un guardia saber aquello si era mentira? Instintivamente sujetó con fuerza el dije de las calabazas doradas pensando en Gaara. Pero no queria verlo, no queria aparecer frente suyo y confirmar que las palabras de Ayame eran ciertas.

- Yo solo vine en busca de ayuda...no hice nada...
-¿Acaso no habias perdido la memoria? - lo interrumpio ella - ¿O todo fue teatro, una gran mentira tuya para aprovecharte de la ingenuidad del Kasekage?
¡Nunca haria eso!

-Desde que apareciste aquí solo ocasionaste problemas a Gaara, a mi prometido. Asi que apartate de mi camino o tendré que ordenar a los guardias que te detengan y te conduzcan hacia Konoha - ante esa amenaza Naruto tembló como una hoja retrocediendo mientras abria enormemenre sus ojos color del cielo

EL SHINOBI DE LA ARENA ( GAANARU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora