La luz había sido encapsulada en su propio ser, encerrada en lo más profundo de su alma; ahora solo oscuridad volvía a sentir.
Nada le importaba, solo quería matar, destruir toda vida. Rugió como la bestia herida que era, aunque Shukaku no estuviese en su interior ya, eso no importaba debido a que su propio poder era desbastador. Su mirada reflejó dolor, soledad.y una angustiante oscuridad.
Su arena se volvió amenazante y aunque el enemigo no lo notase ahora él era otra persona. Ante las palabras ácidas y despectivas de su enemigo, Gaara se limitaba a observarlo con frialdad mientras dirigía la arena hacia ese insignificante rival que había osado desafiarlo. La arena buscaba lenta pero constante hasta que encontró aquella piel y huesos para despedazar.
No importaba cuántas veces ese enemigo lo atacara o qué espléndidas y misteriosas técnicas usara porque Gaara las desintegraba a todas contra-atacandolo con mayor potencia.
- Te mataré - decía tranquilamente el ninja de la arena mientras empleaba diversos tipos de técnicas hasta lograr aplastarlo por completo.El enemigo instantes antes de morir se lamentó no haber matado a Naruto, esto enfureció aún más a Gaara quien desintegró aquel cuerpo sin piedad. Luego de haber acabado bajó con su arena a las profundidades del abismo donde él había caído pero no lo encontró. No obstante al llegar al suelo vió que varios guerreros hechos de piedra lo rodearon.
Todos podían moverse como si se tratara de personas. Pero él no estaba de humor para jugar así que empleó su arena para hacerles frente e ir destruyéndolos a todos.
No obstante podía sentir cómo su chakra iba disminuyendo, esto solo lo enfureció aún más. Matar siempre había sido su destino, matar o morir. Mientras más guerreros de piedra destruía más aparecían. Aquello se volvía interminable en verdad, por tal razón empleó su técnica cascada del desierto para aplastarlos a todos a la vez y en un instante.
Si bien con esa técnica logró eliminar a todos también lo agotó al punto de caer exausto. La oscuridad seguía envolviéndolo, aprisionándolo por dentro pero en ésta ocasión iba quitándole los recuerdos de aquellos momentos felices dejándole solo los amargos y tristes. Si seguía así se perdería a sí mismo y aún había luz suficiente en él para darse cuenta de ello.
Repentinamente se vió en un oscuro y largo túnel donde solo sombras reinaban. En ambos lados había pequeñas ventanas.
Gaara no sabía cómo acabó allí ni cual era la salida. El aire se volvía espeso a medida que el tiempo pasaba. Él veía tras cada ventana diversos tipos de personas y paisajes. Las personas reían felices sin saber de su existencia, vivían en sus mundos relacionandose con gente similares a ellos. Esas ventanas tenías vidrios indestructibles que por más que él los golpeara no lograba romperlos.
Fue avanzando mientras contemplaba por las ventanas a las personas vivir vidas felices ignorantes de su dolor. Pero llegó a una ventana en particular donde pudo verse a sí mismo del otro lado. Pero era su versión asesina, observó cómo dañaba a sus seres queridos, parecía él pero no era él. Comenzó a golpear el indestructible vidrio en un inútil intento por romperlo.
Veía a ese monstruo que había tomado su apareciencia física para engañar a los demás y poder tranquilamente torturarlos. Hasta podía usar sus propias técnicas y habilidades.
Veía cómo dañaba a sus hermanos, a los aldeanos sin piedad alguna. Y nadie, absolutamente nadie se percataba de la verdad. Hasta que apareció él. Naruto. Pero el monstruo empezó a atacarlo, lastimándolo no solo fisica sino emocionalmente. Aquello no podía soportarlo, sentía que iba a enloquecer.
- ¡Naruto! - gritó desesperado mientras golpeaba el vidrio. La oscuridad se fue acercando a su persona asfixiándolo. Ya no podía más aquello era demasiado. - Si en verdad me amas...sabrás que...no soy yo...quien te está destruyendo así...
Respiraba entrecortado mientras lloraba de la desesperación.Aquel túnel no tenía salida alguna ¿Cómo podría volver a ser libre? Su luz iba apagándose lenta pero continuamente. Su pensamiento solo estaba invadido por él, Naruto.
Repentinamente la imagen de aquella ventana cambió. Ahora era Gaara quien le devolvía la mirada solo que éste tenía la mirada escarlata llena de odio.
- Amate a ti mismo, vive solo por tí mismo. No confíes en nadie más que en tí mismo - le decía con crueldad. Era su pasado, aquel odio que había logrado erradicar de su interior ahora amenazaba con volver pero él no estaba dispuesto a dejarse dominar por tan nefasto sentimiento nunca más.
- Olvídalo - exclamó más seguro de si mismo.Gaara empezó a golpear ese vidrio ya que intuía que solo así volvería a ser libre. Aún sin fuerzas seguiría intentando rompelo, tenía que volver con él.
"¡Gaara! ¡Oye Gaara! ¡Despierta Gaara!"
La voz de Naruto llegaba a él algo lejana pero traía esa luz tan poderosa que él estaba necesitando. Venía del otro lado del vidrio. Tenía que apurarse, ya que no permitiría que la oscuridad lo consuma para obligarlo a dañar a quien tanto amaba. Cuando el cristal se rompió en mil pedazos el túnel y las ventanas se desvanecieron para dejar que la luz lo envuelva nuevamente desintegrando a la oscuridad.
Pero algo en él también empezó a despertar. No sabía qué era solo que tenía un poder inigualable. Sentia una intensa amargura que venía con aquello tan extraño que yacía en su interior. Una voz misteriosa retumbó en su inconciente
"Pronto sabrás qué camino tomar. No te pierdas ésta vez ya que pudiste encontrarlo a él".
Gaara abrió los ojos algo confundido para ver el rostro de Naruto, las sombras y los miedos se desvanecieron al instante gracias a su presencia. Estaba vivo. Lo abrazó con fuerza mientras temblaba. ¿Qué había sido todo eso? ¿Fue real o se trató de una mera ilusión?
- Naruto...gracias... - susurró - Me liberaste...una vez más...
- Gaara ¿Estás bien?
- Ahora si lo estoy y gracias a tí
- ¿Y el enemigo? - preguntó Naruto ayudándolo a incorporarse. Más allá estaba el extraño, había despertado y lo miraba en silencio.
- Lo maté - exclamó sombríamente Gaara - Acabé con su existencia para siempre.Aquello sorprendió a Naruto por la forma en que lo dijo, por tal razón lo abrazó con ternura mientras le respondía:
- Tranquilo...no nos pasó nada...estamos bien...mi amor.Gaara le respondió aquel abrazo con otro más fuerte mientras ahogaba un sollozo, no quería volver a esa oscuridad, no quería dañar a nadie más. Solo deseaba protegerlos a todos.
Él era su luz, su guía en medio de esa interminable oscuridad. Pero aquello que despertó en él aún desconocía ese sentimiento que tenía hacia Naruto. Tendría que aprender a controlarlo y enseñarle ese maravilloso sentimiento llamado amor. Aunque quizás sí lo conozca. Solo esperaba no ser obligado a dañar a Naruto.
- ¿Cómo me encontraron? - preguntó Gaara al separarse de Naruto
- Gracias a él - contestó Naruto sonriendo al tiempo que le mostraba el dije de las dos calabazas doradas - Nos condujo a tí.Repentinamente Gaara supo que algo no andaba bien en Naruto, sabía que era él y no un impostor pero al verlo mejor a los ojos notó cierta...tristeza y desesperación. Sin embargo ahora debían centrarse en el enemigo que faltaba y en lograr encontrar la salida de esa dimensión. Aunque aquello lo preocupaba.
"Naruto...¿Qué tienes? ¿Por qué te ves tan...indefenso repentinamente?".
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EL SHINOBI DE LA ARENA ( GAANARU)
Hayran Kurgu"- Gaara, llevenme con Gaara. - estaba arrodillado y respiraba entrecortado - Por favor - sangraba hasta por la boca con cada bocanada de aire que absorvia que era evidente le causaba profundos dolores - Él es el único...que puede... protegerme...ti...