EL SHINOBI DE LA ARENA ( GAANARU)

RECUERDOS EN LA NIEBLA

Al caer al vacío oscuro sin remedio se aferró al extraño para no separarse de él mientras caían sin poder detenerse hasta dar contra el duro suelo. Pero pudo amortiguar la caída con su Rasengan.

El extraño se fue despertando en esos momentos cuando Naruto mismo no tenía idea de dónde estaban. La cabeza le daba vueltas al punto de sentirse a punto de desmayarse. Tuvo que usar su máxima voluntad para no caer en la inconciencia.

El aire era diferente, más espeso y una extraña niebla iba emergiendo de las profundidades de la tierra para envolverlos a ambos. Brevemente le contó lo sucedido al extraño, pero no pudieron aclarar mucho las cosas ya que repentinamente alguien los atacó, estaba oculto en la niebla misma. Aquel atacante se ensañó con el extraño quien tuvo que defenderse y contra-atacar descubriendo que todos sus ataques no hacían efecto alguno ya que era como atacar el aire mismo pero aquel desconocido si que podía lanzarle técnicas destructivas a él sin inconvenientes.

No obstante Naruto fue alejado de ambos por la misma niebla que se fue soldificando impidiéndole así llegar a ellos.

Sin embargo aquello no era todo ya que escuchó repentinamente voces de personas que gritaban desesperadamente entre la niebla. Aquello lo confundía pero nada lo preparó para ver las repentinas imágenes que se le presentaron frente suyo al apartarse la niebla.

El primer escenario que vió fue Konoha, reconoció la aldea por los rostros de piedra que vió. Sin embargo el caos reinaba por doquier, fuego edificios y casas despedazados, muertos por doquier y ninjas enloquecidos que solo buscaban cazarlos a él.

Luego todo desaparecía como si de una ilusión se tratase para mostrar otro escenario, seguía siendo Konoha solo que ahora se veía a si mismo muy herido y agotado. Estaba rodeado de ninjas cuyos rostros le resultaban familiares. Todos lo miraban con odio y deseos de exterminarlo.

Podía verse a sí mismo notando su propia desesperación ya que por alguna razón no quería atacarlos. Recordó las sensaciones de desesperación y desolación que su alma albergaba. Solo atinaba a defenderse intentando contener al Kyuubi para que no aflore y los despedace.

"¿Por qué me hacen ésto? ¿Qué les pasó? ¡Somos amigos!"

Decía él con una intensa angustia pero solo odio y desprecio recibía de todos ellos. Una chica de cabellos rosa y verde mirada exclamó al tiempo que daba un poderoso golpe al suelo con su puño derecho logrando destrozar el pavimento al completo.

"¡Muere Naruto!"

Él pudo escapar de ese ataque al saltar pero inmediatamente fue golpeado por un chico de negros cabellos cuyas ropas eran de color verde. Su tajutsu era en verdad poderoso ya que había logrado golpearlo en el pecho derribandolo al instante.

Luego otro chico de largos y negros cabellos exclamó lanzándose a él :
- ¡Baykugan!

Pero esquivó su golpe porque sabía que si lo alcanzaba estaría acabado. Sin embargo en ese momento su cuerpo dejó de moverse mientras que otro chico de su misma edad decía:
- Técnica de limitación de sombra...todo un éxito.

Estaba atrapado, ésta vez no tenía escapatoria y lo sabía. Pero aún así él no quería dañarlos, vió cómo una chica de negros cabellos cuya mirada era idéntica a la del chico del Baykugan se lanzaba a él para golpearlo con las palmas de sus manos. Sus golpes fueron en extremo dolorosos y hasta cierto punto mortales ya que dejó de sentir el flujo del chakra.

-¡Oye Hinata ten más cuidado! - rugió el que lo tenía inmovilizabo - Recuerda que nuestros movimientos están sincronizados
- Perdón Shikamaru - respondió ella con timidez

Aquella visión fue desvastando a Naruto ya que algo en su interior le decía que eran recuerdos de aquel pasado que no podía recordar. El dolor por estar siendo traicionado así por quienes había creído que eran sus amigos lo desvastaba por dentro. ¿Qué sucedió? No los reconocia a ninguno, no recordaba sus rostros ni nada.

Eran extraños. Pero el dolor comenzaba a enloquecerlo.
Se vió a sí mismo recurriendo al poder del Kyuubi para escapar y sobrevivir liberándose de esa infernal técnica y huyendo ya que seguía sin querer dañarlos. Pero fue perseguido por ellos y otros ninjas más.

Las imágenes desaparecieron y solo la niebla lo envolvió sin formas ni nada. Pero el dolor seguido de la tristeza y el terror volvían a adueñarse de su persona.

Repentinamente escuchó una voz grave y oscura decirle:

"Nadie te ayudará, ríndete de una vez. Estás acabado. Acepta tu destino que es desaparecer para siempre de ésto y del otro mundo".

Podía sentir el cansancio y el dolor de las heridas que su cuerpo tenía. Hasta podía ver la sangre emanar y envolver su cuerpo al completo. De hecho sabía que seguía vivo gracias al Kyuubi que le prestaba chakra ya que sus puntos de presión habían sido cerrados por esa chica que respondía al nombre de Hinata.

Todos, absolutamente todos, los ninjas de Konoha querían matarlo y no le daban tregua para reponerse. No era un entrenamiento sino algo muy real y concreto. Además había una oscura y maligna sombra que deambulaba por la aldea destruyéndolo todo pero a nadie parecía importarle, solo estaban interesados en su persona.

Sin poder soportarlo más empezó a temblar como una hoja, sentía que su muerte estaba cerca y nada podría hacer para evitarlo.

De repente en la niebla aparecieron nuevas imágenes donde podía ver cómo él era alcanzado por esa extraña sombra oscura que empezaba a despedazar la resistencia del Kyuubi mismo seguido de su cuerpo mismo.

Fue cuando vió que una luz dorada que apareció de la nada envolviendolo mientras exterminaba a la sombra que debió retroceder. Esa luz fue soldificandose hasta tomar la forma del dije de las calabazas engarzado en la cadena dorada.

Fue cuando él reconoció el chakra de quién acaba de salvarlo.

"¡Maldito! ¡Pero no podrás salvarlo por siempre! ¡Lo mataré pese a tu molesta intervensión! ¡Mataré a Naruto Uzumaki!".

Aquella voz gutural resonó en Konoha y los ninjas rieron como locos. Pero aquel chakra que lo estaba protegiendo era sin duda alguna de Gaara. Su arena fue apareciendo de la nada para envolverlo mientras un portal se abría detrás suyo y era succionado por éste.

Las imágenes desaparecieron como si fuesen ilusiones y otra vez estaba en ese extraño y desconocido lugar rodeado por esa enigmática niebla. Sus temblores seguían aumentando pero sujetó el dije de la calabaza con fuerza logrando serenarse.

Primero tenía que convencerse de que nada de lo que vió estaba sucediendo en esos momentos, en todo caso formaban parte de sus recuerdos. Ahora estaba en otro sitio y solo. Su corazón comenzaba a latir con normalidad y el miedo desaparecia, no así la angustia de saberse traicionado por quienes había confiado aunque no los recuerde.

El extraño lo había encontrado antes de lo que se hubo imaginado, ésto lo calmó bastante.
-¿Te encuentras bien? - le preguntó detectando su nerviosismo y angustia.
- Si...¿Y tú?
- He estado mejor ja - respondió medio en broma - Busquemos a Gaara
-¿Qué pasó con aquel que te atacó?
- Se trataba de una mera ilusión - contestó el extraño - Pero la desintegré. Busquemos a Gaara.

Naruto lo sujetó y pensó en Gaara, inmediatamente el dije los envolvió con su característica luz dorada abriéndose un portal detrás de ellos que los succionó al instante para aparecer junto a él, quien yacía desmayado y por su expresión estaba sufriendo.

Él ninja rubio lo despertó llamándolo y sacudiendolo. Pero su angustia seguía en su corazón, cuando Gaara le dijo que había matado al segundo enemigo pudo ver su temor por ser nuevamente atrapado por la oscuridad. Por eso lo abrazó intentando reconfortarlo.

Luego siguieron en marcha ya que tenían que buscar la salida de ese sitio y a su vez Naruto debía esforzarse por ocultar sus nuevos y desvastadores sentimientos originados por esos recientes recuerdos que lo asaltaron. No quería preocupar a Gaara.