AMOR CLANDESTINO © #1 [✓]

|| 𝓒𝓪𝓹. ¹⁸ || [REESCRITO]

"Feliz cumpleaños, profesor."

|| 𝓟𝓸𝓿 𝓛𝓾𝓬𝔂 ||

Una almohada golpea mi rostro, sacudo mi cabeza y observo a Isabella.

—¿Por qué me golpeas? —ella me observa como diciendo "¿En serio?"

—Hace quince minutos estoy hablándote sobre algo importante y estás en la luna —asiento lentamente.

—Lo sé, tienes razón —acomodo su almohada—. Lo siento mucho, Isa —hace un gesto restándole importancia.

—¿Qué te sucede? —analiza mi rostro—. Estás extraña desde que saliste del instituto... —asiente como si respondiese a una pregunta interna—. Ya entiendo. Pelearon —simplemente hago una mueca.

—Cambió mi calificación para quedarse a solas conmigo —ella se acuesta en su cama.

—¿Vas a seguir negando que te importa más de lo que te gustaría? —la observo y luego vuelvo mis ojos al suelo—. Si hiciesen las cosas de la forma correcta podrían estar juntos —suelto una risa sarcástica.

—No digas tonterías, Isabella —recuesto mi espalda contra la pared.

—Sabes que te gusta —simplemente la observo—. ¿Cómo va tu falso noviazgo con George? —agradezco que haya cambiado de tema.

—Eso ya acabó —ella sonríe—. ¿Por qué sonríes de esa forma?

—Porque con eso le diste celos a Alexander —suspiro con pesadez—. He visto sus expresiones al ver a George cerca de ti —niego riendo.

—No entiendo la razón por la que tú insistes con Alexander y conmigo —ella vuelve a sentarse.

—¡Porque ambos se quieren! —exclama y la golpeo con la almohada—. ¡Oye! —se queja.

—Tú también me golpeaste —vuelve a lanzarse en la cama.

—Extraño el sexo —la observo riendo—. Estoy celosa de la hermana del profesor. Ella disfruta las noches de pasión con Alan —muerde su labio inferior.

—¿Qué tal tu cacería del profesor McClay? —voltea su rostro hacia mí.

—Necesito que me des consejos para enamorar a un profesor —parpadea varias veces.

—¿Por qué debería darte consejos?

—Porque le gustas a dos —arrugo mi entrecejo—. Lombardi y McClay —comienzo a carcajearme.

—Tú estás loca, Isa —acaricio su cabello—. No le gusto ni a McClay ni mucho menos a Lombardi —me levanto de su cama.

—Ésta loca siempre tiene razón —se acerca al borde de la cama y se sienta.

—Alexander está esperando un bebé —parpadea varias veces.

—¿Qué? —inquiere totalmente incrédula.

—Lo que acabas de oír, pequeña Isabella —suspiro.

—Ahora entiendo porque estás tan indiferente —hago una mueca—. ¿Por qué no le dices que te gusta? —ladea su cabeza.

—¿Qué día es? —ella frunce su ceño.

—Miércoles —responde en cuanto revisa en su teléfono—. ¿Por qué?

—Mañana es jueves —recibo otra almohada en mi rostro—. ¡Deja de lanzarme tu almohada!

—Sé que mañana es jueves —extiende sus brazos a ambos lados de su cuerpo—. ¿Qué tan importante es que mañana sea jueves?