Louis
Harry estaba sentado con las gemelas del otro lado de la sala de estar, llevaban hablando poco más de una hora. Con hablar quiero decir que Daisy y Phoebe le estaban haciendo un interrogatorio sobre él y su hermana, además de haber explicado con detalles la diferencia entre gemelos y mellizos, no sabía que tuvieran toda esa información en sus cerebros.
Después de un rato mi padre entró a la casa y se quedó mirando a Harry, cuando él lo notó se levantó para acercarse a saludarlo, yo los miré en silencio desde el sofá.
- Hola señor Tomlinson, soy Harry, amigo de Louis. - El chico extendió la mano al igual que lo había hecho con mi madre, se veía sumamente tierno haciéndolo.
- Hola, Harry amigo de Louis, puedes llamarme Mark. - Mi padre aceptó la mano de mi amigo y le sonrió. - ¿Cenarás con nosotros?
- Claro que lo hará, él trajo el postre. - Dijo mi madre desde la cocina. - Ya pueden sentarse.
Me acerqué a saludar a mi padre y luego todos nos fuimos a la mesa. El rizado no sabía muy bien qué hacer, así que le di un par de palmadas a la silla que estaba junto a mí para que se sentara. Cuando estuvo por sentarse palmeé mis piernas como señal para que se sentara, cuidando que nadie más lo notara, él solo rio y negó con la cabeza eligiendo la silla.
- ¿Qué te trae por aquí, Harry? - Noté que mi padre estaba tomando una actitud extraña con mi invitado. No era igual que cuando invité a Jane.
- Oh, mis amigos y yo fuimos a ver a Louis jugar fútbol, también estuvo Jane. - Dijo Harry con amabilidad. - Y luego él me invitó para conocerlos a todos.
- ¿Eres compañero de Louis? - Preguntó Fizzy, intentaba fingir que no sabía nada de Harry aunque yo ya les había contado todo a mis hermanas.
- No, nos conocimos en la panadería donde estoy trabajando. - Que el chico trabajara sorprendió a mis padres. - Es de mi abuelo en realidad, pero hay días en los que mi amigo Niall y yo atendemos a los clientes y horneamos.
- Sí, fue el día de las donas. - Era lo primero que yo decía en toda la cena.
- Fueron deliciosas. - Añadió mi madre.
- ¿Y estás estudiando? - Las incómodas preguntas de mi padre cada vez eran más molestas.
- Sí, es mi último año de preparatoria. - Harry estaba contestado todo con la mayor tranquilidad del mundo, pero yo sabía que también estaba incómodo. - Luego iré a la universidad, aún no sé a cual, pero iré.
- ¿Y qué te gustaría estudiar? - Sorpresivamente, mi madre estaba siendo mucho más amable que papá esta vez.
- Creo que derecho... - El rizado comió un poco más de su plato y elevó su dedo índice. - O sociología. - Tomó un poco más y levantó otro dedo para indicar que era su segunda opción. - O negocios.. O tal vez otra cosa, aún no estoy seguro. - Había elevado un tercer dedo pero luego agitó la mano y bajó todos.
Los siete reímos por la reacción Harry y él sonrió orgulloso.
- Negocios es una increíble opción. - Mi padre por fin mostró una sonrisa sincera, parecía que al final le había agradado que Harry se quedara.
Seguimos comiendo y hablado sobre la universidad, la vida de mi amigo, su trabajo y un montón de banalidades, hasta que llegó la hora de probar el postre.
- Déjeme ayudar. - Hazz se levantó de la mesa y acompañó a mi madre a la cocina. Ella le sonrió y ambos entraron.
- Es genial. - Dijo Lottie sonriéndome. - No pensé que fuera tan agradable.
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FOREVER
Teen Fiction-Lou, todos tenemos secretos. - Dijo mi madre, pero ya no tenía su mano puesta sobre la mía. - Algunos debemos mantenerlos para nosotros mismos y no dejar que los demás los sepan... Este es uno de esos.