Capítulo 11

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Harry

Niall rio viendo la televisión, me gustaba que pudiéramos ver series juntos, era mi mejor amigo, mi confidente, sabía todo lo que pasaba en mí vida y eso había hecho que aprendiera a identificar mí humor con solo verme.

- ¿Qué pasa? - Metió un puño de palomitas completo a su boca. - ¿Estás así por Louis? - Dijo con la boca llena.

- No... No lo sé, creo que sí. - Dije recostándome en el sofá. - Es solo que es extraño, por un momento creí que...

- ¿Te gusta?

- Tampoco lo sé. - Solté un suspiro. - Él es... es lindo, tiene una sonrisa muy bonita, es delicado conmigo y su voz es lo más bonito que he escuchado, pero lo conozco de hace muy poco.

- Bueno, pero te parece lindo. - Ni dejó las palomitas antes de seguir. - Esta bien Harry, no reprimas lo que sientes, tal vez a él no le gustes y además tenga novia, pero si sientes un poco de atracción por él, no puedes hacer nada para evitarlo.

- Lo sé, pero yo creía que.... No sé en realidad qué fue lo que creí. - Mi amigo tenía razón en que no podía evitar mis sentimientos, pero se sentía mal saber que no tenía oportunidad alguna. - Por un momento pensé que él coqueteaba conmigo Niall, besé su mejilla y se sonrojó, me miraba de forma tierna y sonreía como solo le sonríes a alguien con quien coqueteas, ¿por qué hizo eso si tenía novia?

- Hay algo extraño. - Entrecerró los ojos pensando. - Ella dijo que era su novia, pero él solo dijo que era "algo así". - Movió sus manos para las comillas.

- Da igual, por ahora no quiero pensar en eso y en verdad espero que no vaya a la fiesta de Halloween, no tengo tantas ganas de verlo.

- Lamento que lo invitáramos sin preguntarte. - Niall se veía apenado. - Supongo que debimos esperar a que tú lo hicieras.

- No pasa nada. - Elevé los hombros y subí mis piernas para abrazarlas. Mi amigo me miró y extendió su brazo hacia mí para que me recostara, sonreí acomodándome, era un abrazo de consuelo, como los que me daba cuando alguien se burlaba de mi a los 10 años o con los que esperábamos fuera de la enfermería cuando me dolía el estómago.

No le conté que Louis me había llamado después de encontrarnos porque no le contesté, me envió mensajes también, pero yo no quería hablarle. No me había enojado con él, en realidad no había razón para hacerlo, no era nadie para decirle qué hacer con su vida, pero aun así prefería no hablar ahora porque sabía que me sentiría incómodo y Lou intentaría darme una explicación innecesaria sobre su noviazgo con Jane.

Había demasiado en mi mente, era más fácil lidiar con Jacob antes de que el lindo cliente se apareciera por la panadería. Siempre ignoraba sus notas e intentaba seguir con mi día normal, era horrible recibirlas, pero yo quería demostrar que me daba igual, que no me importaba, cuando en realidad no era nada bonito.

Lo fue menos cuando mamá se quejó con la directora del colegio, el chico usó eso en mi contra y los profesores en realidad no hicieron nada. Pero últimamente todo me preocupaba, las notas me ponían algo nervioso y afectaban mi estado de ánimo, no quería permitirle tener ese poder sobre mí, pero me sentía sensible e indefenso.

Louis

No hablé con nadie hasta que volvimos a casa. No tenía ganas, me sentía extraño y un poco de culpable desde que vi como Harry mencionaba que Jane era mi novia con un poco de tristeza, quería explicarle las cosas, pero no pude, no supe qué decir o por dónde empezar.

Seguía sin entender por qué les había mentido a los tres, ella dijo que debíamos acostumbrarnos y que si todo el mundo lo creía sería menos difícil fingir, pero yo quería contarles, por lo menos a ellos. Ahora que eran mis amigos sabía que nuestra relación no podía iniciar con una mentira como esta. Lo llamé un par de veces sin obtener respuesta, y los mensajes tampoco funcionaban. Fizzy entró a mi habitación y se lanzó junto a mí en la cama.

- ¿Qué piensas? - Estaba comiendo unas gomitas.

- Nada. - Intenté tomar una y ella golpeó mi mano.

- No te creo, te pasa algo, y sospecho que tiene que ver con el chico del beso. - No hubo beso, Harry solo besó mi mejilla, pero no fue un beso oficial.

- Conoció a Jane, y ella se presentó como mi novia frente a él y sus amigos. - Abracé mi oso. - Sé que vas a decir que ella en realidad es mi novia y no hay problema con que se presente así, pero yo quería ser sincero. - La miré y negó con la cabeza.

- No iba a decir eso, en realidad creo que es bueno que quieras ser honesto con Harry, él te gusta y ahora cree que te gustan las chicas y además tienes novia. - Dijo tomando otra gomita, sus palabras me dejaron pensando. Harry me parecía lindo, pero no me gustaba, no conocía casi nada de él además de su trabajo en la panadería, su colegio y a dos de sus amigos.

- Él no me gusta, me parece lindo. - Mi hermana me miró sin creer mis palabras. - El punto es que, uno de sus amigos me invitó a su fiesta de Halloween, y tenía ganas de ir, pero no sé si sea correcto.

- Bueno, aún faltan unos días para Halloween, tal vez debas escribirle y preguntarle.

- Ya lo intenté, le llamé y no contestó. - Mi voz sonaba triste y sentí un poco de ganas de llorar. - Quería explicarle que Jane no es mi novia oficial, quiero que sepa quién soy en realidad.

Fizzy me miró con ternura y me abrazó contra su pecho. Dejé que un par de lágrimas salieran de mis ojos hasta caer en la playera de mi hermana. No entendía por qué lloraba, pero no me gustaba este sentimiento y al mismo tiempo me sentía estúpido por llorar por alguien a quien conocía de tan poco tiempo.

- Está bien Lou, no pasa nada. - Pasó su mano despacio por mi cabello varias veces hasta que me calmé un poco. - Está bien llorar. Yo creo que no le debes ninguna explicación, pero si quieres hablar con él puedes ir a verlo al colegio, ya conoces la dirección.

La miré emocionado. Tenía razón, podía ir a buscar a Hazz cuando saliera del colegio y acompañarlo a casa para hablar; tal vez él se molestara un poco cuando me viera, pero por lo menos podría escucharme.

Nos abrazamos un rato más y luego ella se fue a la habitación que compartía con Lottie. Diana entró maullando fuerte, como si reclamara por algo, subió a la cama y comenzó a mover sus patitas, clavando sus uñas un poco en las cobijas y ronroneando. La acaricié un poco hasta que fue cerrando los ojos, su compañía era relajante, me hacía olvidar mis demás preocupaciones con solo mirarla dormir, tan tranquila.

Pero había algo con Harry que no me dejaba borrarlo de mi mente, me hacía querer explicarle. Tal vez era su bonito y rizado cabello, tal vez su sonrisa perfecta que hacía salir esos dos hoyuelos en sus mejillas, tal vez era ese lunar poco visible en la parte izquierda de su mentón, tal vez eran sus ojos verdes que podían trasmitir paz y alegría en solo un segundo. Me sorprendí a mí mismo nombrando todos esos detalles del panadero, no sabía lo que era, pero quería decirle que a mí no me gustaban las chicas, que no sentía nada por Jane más allá de una amistad, que eso no iba a cambiar y que nadie podía cambiar tampoco el hecho de que yo empezaba a sentir un poco de atracción por él.

FOREVERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora