Capítulo 22

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Louis

Me estiré en la cama bostezando, me giré para acomodarme y seguir durmiendo, pero solo encontré con el rostro de Harry a una distancia demasiado corta; me aparté rápido por si desesperaba, pero no lo hizo, el chico ni siquiera notó mi presencia. Busqué mi celular por todo mi lado de la cama para poder ver qué hora era, las cinco de la mañana, podía alistarme y llegar a la escuela a tiempo, pero no sabía si en realidad quería ir.

Saqué un brazo de las cobijas sintiendo el frío, definitivamente no quería salir de aquí. Harry se movió un poco abriendo solo un ojo para verme.

- Hola. - Dijo sonriente, su voz era bastante ronca y eso me causó que sintiera un escalofrío por todo el cuerpo.

- Hola. - Sonreí de vuelta. - Son las cinco. - No sabía que decir, además estaba seguro de que mi aliento no era el mejor justo ahora, mientras menos hablara, mejor.

- ¿Te irás? - Volvió a cerrar los ojos poniendo ambas manos a un lado de su rostro como si fueran una almohada.

- ¿Tú no vas a alistarte para ir a la escuela? - Pregunté haciendo lo mismo con las manos, pero manteniendo mi mirada en él, negó con la cabeza. - Bueno, entonces yo tampoco. - Abrió un ojo de nuevo y sonrió. Besé su frente y me giré para darle la espalda.

Seguiría durmiendo, Zayn podría cubrirme en la escuela y con mi madre, no pasaba nada por un día de no aprender. Cubrí mi cuerpo con las cobijas de nuevo y cerré los ojos, sentí el brazo de Harry rodear mi cintura, su pecho chocó con mi espalda y podía sentir su aliento en mi nuca, reí ante esa sensación. Sin quitar su brazo me acomodé para dejar de sentir cosquillas, definitivamente el abrazo del rizado era mucho mejor que cualquier clase en el colegio.

***

Volví a despertar horas después, el reloj del celular marcaba las nueve y media, seguíamos en la misma posición. No quería levantarme a pesar de que el estómago me rugía, pero pensé en preparar algo para Harry y esa fue motivación suficiente.

Me levanté con cuidado dejando al chico abrazando a Rainbow, se veía demasiado adorable, parecía un bebé por la forma en que sus labios hacían puchero y su rostro transmitía completa paz, una parte de mi quiso volver a acostarme, pero seguí con mi camino hacia la cocina, no sin antes ir rápido al baño. El celular en mi bolsillo vibró causando que diera un salto.

- Hola. - Saludé.

- Nada de hola, ¿dónde estás? - Zayn estaba casi gritando. - He inventado que te salió una emergencia familiar.

- Hey, gracias, Bus one. - Lavé mis manos. - Estoy en casa de Harry, tuvo problemas ayer así que vine a consolarlo. - Me di cuenta de que eso sonaba un poco mal así que me corregí. - Quiero decir que vine a ver que todo estuviera bien. - Escuché un quejido del otro lado de la línea.

- ¿Y qué les inventaste a tus padres?

- Nada... Bueno, dije que era noche de chicos y que Niall estaría aquí, pero en realidad solo fuimos él y yo.

- Bueno, solo avísame la próxima, para saber que estás bien. - Zayn era un gran amigo.

- Pareces más mi madre que mi madre. - Reí, sabía que él había rodado los ojos. - Sabes que me amas.

- Claro, como digas. - Reí de nuevo. - Bien, nos vemos mañana, Bus, tengo cosas que hacer.

- Adiós mamá. - Lo escuché quejarse una vez más y luego terminó la llamada.

Revisé el refrigerador y encontré unas cuentas fresas, luego revisé en la alacena y hallé un paquete de harina para hot cakes, no necesitaba más, así que me puse a cocinar. Hice un licuado para cada uno, intenté que la masa no se quemara demasiado y los decoré con pedazos de fresa. Se veían bastante apetecibles para ser hechos por alguien que no sabía cocinar. Harry entró tallando su ojo con la mano, dando un gran bostezo.

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