Louis
Tomé una pieza con mi mano derecha y la deslicé con cuidado, la puse rápido en la cima de la torre y me alejé un poco para que se sostuviera, miré orgulloso a Jane y ella sonrió. Ahora era el turno de Daisy.
Mi "novia" venía una vez a la semana a cenar a casa, después todos jugábamos un juego de mesa, hoy era jenga, y al final regresaba a casa. Nadie le ofrecía quedarse a dormir desde la vez que escapé a casa de Zayn. Me era más fácil fingir desde que le había contado a Harry todo, me había liberado de un enorme peso.
- Admítelo pequeña, ya perdiste. - Lottie se burló de Daisy porque aún no sacaba su pieza.
- Cállate, teñida. - Mi hermana sacó la pieza y la acomodó junto a la mía.
- No soy teñida. - Se defendió molesta.
Había estado pensando en lo de buscar un trabajo ajeno a la empresa de mi padre, tal vez sería mesero, o bibliotecario, o niñero como Liam, aún no estaba decidido, pero quería decírselo a mi padre hoy. El terrible ruido de las piezas cayendo después del turno de Fizzy interrumpió mis pensamientos.
- Genio. - Dijo Phoebe, Jane rio negando y recogió unas cuantas piezas del suelo.
- Tengo algo que decir. - Acomodé la pequeña torre que ya habían formado.
- Oh no. - Daisy me miró seria, la última vez que había pasado algo así terminamos bastante mal, Fizz le dio un golpe con el codo. - Lo siento, sigue.
- No quiero ser encargado de la tienda. - Solté, mis cuatro hermanas suspiraron aliviadas mientras que mis padres me miraban atentos.
- ¿Por qué no?, ¿qué tiene de malo? - Dijo papá preocupado. - Siempre habías querido eso.
- No, no lo mal entiendas. - Seguía acomodando la torre. -No es por la tienda, es por mí. Creo que quiero ganar mi propio dinero, quiero trabajar en algo que no tenga que ver con la empresa.
- ¿Como qué? - Preguntó Jane, también a ella la había tomado por sorpresa la noticia.
- Tal vez en una librería, o repartiendo pizzas. - A mi amiga parecía gustarle la idea, pero mis padres me miraban preocupados, tal vez porque no sabía conducir una moto, pero ya aprendería.
- ¿Todo esto es por Harry, cierto? ¿él fue quien te metió la idea de trabajar en otra cosa? - No creía que mi padre hablará en serio, parecía una mala broma.
- Claro que no, esto es idea mía. Ustedes habían dicho que podía compartir el puesto de encargado con Jane, yo quiero darle todo el honor a ella, así también tendrá su propio dinero. - Expliqué.
- Por mi está bien, creo que es bueno que seas más independiente. - Mamá me mostró una de sus bonitas sonrisas de orgullo.
- Louis. - Volteé a ver a mi padre, tenía el ceño fruncido y la mirada fija en la piza que sostenía. - Hijo, ya habíamos hablado sobre esto, estabas bien con hacerte cargo de la tienda, ¿qué cambió?
- Papá, simplemente me gustaría saber lo que se siente esforzarse por algo y... - El golpe de papá sobre la mesa me hizo dar un brinco, subí la mirada y ahí estaba él, parado y con el ceño fruncido, fulminándome con la mirada.
- ¿¡Creíste que te iba a dejar todo hecho en la empresa solo por ser mi hijo!? - Mis hermanas estaban muy interesadas en el piso y Jane me miraba con lástima.
- Mark, cariño, creo que deberías dejar que Louis termine. - Dijo mi madre, jalando del brazo a mi papá para que se sentara.
- Papá, no lo mal intérpretes, me gusta la tienda y sé que tendría que esforzarme para mantener a flote la empresa, simplemente... - Suspiré, sabía que sería difícil convencerlo. - Me gustaría crecer yo solo, que me reconozcan a mí como Louis Tomlinson y no como el hijo de Mark Tomlinson.
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FOREVER
Teen Fiction-Lou, todos tenemos secretos. - Dijo mi madre, pero ya no tenía su mano puesta sobre la mía. - Algunos debemos mantenerlos para nosotros mismos y no dejar que los demás los sepan... Este es uno de esos.