Capítulo 8

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Harry

Si ayer estaba nervioso, hoy lo estaba más. Quería que fuera hora de la prueba para ver a Louis, y al mismo tiempo no quería que llegara el momento para no fallar frente a él. Liam se veía muy emocionado, incluso un poco más que cuando fue su prueba para béisbol, tal vez era porque lo habían aceptado en el taller de dibujo, y no había forma de no hacerlo; lo hacía increíble, los rostros, los paisajes, podía dibujar en su cuaderno y también en un lienzo, en verdad tenía muchos talentos.

Tomé la nota del día de mi casillero.

"Deja de ser tan gay o no lograrás nada."

Esa era una frase sin originalidad, demasiado cliché; yo no era gay, pero si lo fuera, no creo que tuviera algo que ver con que logre o no lo que yo quiera, en que cumpla o no mis metas. Además, si lo fuera y no lograra nada, no le haría ningún daño a esta persona, no le sumaría ni quitaría nada a su vida. Metí los libros al casillero y caminé hacia donde estaba Liam.

- Hola Harry. - El chico ya traía sus shorts y playera deportivos. - ¿Listo para jugar?

- Claro Li, yo nací listo. - En realidad no estaba para nada preparado.

- Creo que debes cambiarte. - Dijo mirando mi ropa, había metido lo deportivo en la mochila para cambiarme después, pero quise bromear con él.

- ¿No crees que pueda jugar en jeans y top? - Hice una cara de preocupación y él también, parecía que iba a hablar, pero se quedó sin palabras, reí al darme cuenta de que había logrado asustarlo. - Es broma, acompáñame al vestidor.

***

Louis

Caminé por la calle mirando las casas, estaba casi seguro de que ya había pasado por aquí, no una, sino dos veces. Me sentía bobo por haberme perdido, el colegio de Harry estaba en una zona a la que yo casi no venía, pensaba que podría encontrarlo sin ayuda y por eso le había dicho a Zayn que no pasaba nada si no venía, pero ahora estaba perdido y tendría que llamar al panadero.

Las casas del lugar eran enormes, todas tenían una barda de ladrillos alrededor, protegiendo los jardines de pasto verde, algunas hojas naranjas caídas de los árboles y uno que otro gnomo con sombrero rojo, como en las películas. Eran bonitas, pero todas eran iguales y muy confusas, decidí mejor llamarlo para poder llegar a tiempo. Tomé mi celular y esperé a que contestara.

- ¿Harry? – Pregunté cuando atendieron.

- Hola Louis. - Esa no era la voz de Harry. - Soy Ni, Harry me encargó sus cosas, no le gusta dejarlas en los vestidores, ¿qué sucede? - Imaginé al rizado negándose a dejar su mochila con las de los demás y sonreí.

- Oh, hola Niall, lamento molestar. – Parecía que avergonzarme con las personas cercanas a Harry iba a ser costumbre. - Creo que estoy perdido. - Escuché una pequeña risa del otro lado de la línea y rodé los ojos riendo.

- No pasa nada, ¿dónde estás exactamente? - Miré a mi alrededor de nuevo para describirlo bien.

- Hay una... Iglesia creo, tiene unas lapidas en el patio. - Eso daba miedo. - Y hay un letrero que dice "Adoración dominical ". - Que extraño lugar era ese.

- Ah, ya sé dónde es, no estás tan lejos en realidad. - Me sentí aún más bobo por estar cerca y no poder encontrar la escuela. - Camina recto hacia donde está el letrero, es un camino algo largo, pero luego hay una intersección en Histon y Milton. Cuando llegues a ese letrero solo da vuelta a la izquierda y sigue por ahí, fuera de la escuela hay un carril marcado para el autobús y el letrero con el nombre.

- De acuerdo, no tardo en llegar. - Colgué la llamada. Si tuviera auto habría sido mucho más sencillo, pero el colegio de Harry quedaba a casi dos horas del mío caminando, agradecí que sus pruebas fueran tarde para poder verlo.

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