Ares
《—¡No, Kala! ¡No! —gritaba desesperadamente tras la puerta que había sido cerrada por la mujer que amaba, para siempre.
—Ares, ella no lo v-
—¡Cállate! Ustedes dos, fuera! —dije refiriéndome a Damén y Cantalha.
—Ares, lo siento. —dijo Cantalha, ganándose una mirada de odio por parte de Alala.
—Lárgate. ¡Váyanse los dos! —estaban colmando la poca paciencia que me quedaba, y esto no iba a terminar bien.
Cuando al fin salieron del lugar, me dediqué a llorar escandalosamente, no me importaba nada. Alala se sentó a mi lado y me abrazó fuertemente, el tacto logrando hacerme llorar más fuerte.
—Ella no va a volver Alala. Yo… yo sí la amo.
—Lo sé, ella también lo sabe. Ares, debes darle tiempo.
—No puedo, ella no me verá en sueños, no… no sé qué voy a hacer.
—Ares, no hagas una locura.
Lamentablemente, eso era justo lo que iba a hacer.
—Lo prometí Alala, le dije que si se iba, iba a destruir Grecia. Y lo haré, si eso logra que vuelva, voy a acabar con toda Grecia.》
No sé cuánto tiempo ha pasado después de eso, lo único que sé, es que he cumplido mi promesa. Atenas ardía por mi culpa, pueblos inocentes fueron destruidos, niños asesinados, y nada lograba llenarme. Ya ni mis padres querían hablarme, alegando que había perdido la razón, Atenea, solo observaba la situación.
Estos días he estado utilizando a Cantalha para descargar mi ira a través del sexo, en la noche va a mi habitación y la penetro salvajemente, nada de besos ni muestras de amor. Siempre termina con ella llorando y yo pidiéndole que salga de mi habitación. Intentaba dormir y volver a encontrar aquel hermoso jardín, pero nunca era así. Y ella, ella no volvió.
Si antes era el dios de la guerra, ahora era el rey de la destrucción y es que si seguía así, Grecia desaparecería en cuestión de días. ¿Ella estará bien? ¿tendrá pesadillas igual que yo? Últimamente le he estado dando muchas vueltas a aquella verdad, Alala, la única que no ha huido de mi lado, suele contestar mis preguntas sobre aquella dimensión, quería de una u otra forma poder imaginar que estaría haciendo Kala. Quería sentir que era ella quien me contaba aquellas cosas. Pero solo podía sostenerme de la ilusión, y eso, dañaba mi sistema.
Es que nunca había amado a nadie, y estar lejos de ella destruía el corazón que no sabía que tenía.
***
Kala
Dos semanas, dos semanas completas han transcurrido desde aquel incidente. Dos semanas en que me había negado a salir de casa, o siquiera explicar a mis padres la razón de mi llanto imparable. Mi mamá seguía haciendo sus comentarios de superioridad, y mi paciencia estaba tan colmada que simplemente le dije lo que pensaba y me retiré de la mesa, desde entonces he evitado su compañía, y mi padre, es el único con el que realmente he hablado.
Mika ha venido casi a diario a acompañarme, ya sea para ver alguna película, llorar, o comer helado mientras lloro en su hombro diciendo lo mucho que lo extraño y lo estúpida que fui al no decirle la verdad desde un principio.
Las noches se convierten en mi tormento cuando, a la hora de dormir, retiro el collar que me dio Atenea, solo para no cruzarme con aquellos inquietantes ojos. El evitar al amor de mi vida, trae como consecuencia las inevitables pesadillas que no me dejan dormir.
Cada día lo extraño más, y simplemente no sé si pueda aguantar mucho, ¿debería buscarlo? ¿Me extrañará? Muchas preguntas rondan mi mente y no soy capaz de darle una respuesta a ninguna de ellas.
Exactamente hoy, me encontraba sentada sobre mi cama mirando absolutamente nada mientras una suave y triste melodía llenaba la habitación. Como si de una señal se trataba, algo brilló en una de las esquinas llamando mi atención. Sin ganas, me levanté de cama y cuando vi lo que era, me asombré. Era mi esfera, y estaba en mi habitación.
Imágenes llegaron a mi mente. Si mi esfera estaba aquí, cómo entré a…?
Oh no, joder. Si no me llevé la esfera la última vez que crucé Entrión, ¿cómo pude durar tanto tiempo del otro lado?
Carajo, carajo, carajo. Si quería una respuesta, eso solo significaba una cosa; debía volver a Entrión y enfrentar a Ares, y lo que dejé atrás.
Estaba más aterrada por verlo, que por obtener la respuesta a mi duda.
《¿Qué has hecho en mi ausencia, dios de mi corazón?》
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ENTRIÓN I: Un viaje de Dioses [✔]
FantasyKala es una joven obsesionada con la mitología griega pero detesta a Ares, el Dios de la guerra. Su abuelo es su mayor cómplice y sus padres, repelen cualquier tema que tenga que ver con los dioses. El abuelo de Kala vive en una casa misteriosa, pue...