Capítulo 42

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Kala

Esto tenía que ser real, porque de no serlo, debería de ser considerado un delito. ¿A qué me refiero? Ares, vistiendo jeans y una polera negra, junto a unos tenis deportivos. Era más que obvio que aquel hombre no era de esta época porque es que ya no se hacen personas de su talla, ¡Es que iban a mojar sus bragas de solo mirarlo!

Prácticamente tuve que obligarlo a cambiar su ropa dándole a entender que no podía salir a la calle vestido así porque se reirían de él y no quiero presenciar una muerte tan temprano. Oh, olvidé decirles que ahora mismo nos encontrábamos en casa del abuelo, lista para mostrarle mi mundo a Ares, ya que él hizo lo mismo conmigo. Admiraba al hombre frente a mí mientras él se quejaba de cómo alguien podía usar esas cosas llamadas pantalones cuando las faldas eran tan cómodas. Decidí ahorrarme lo de las etiquetas de género. 

La puerta fue abierta con fuerza alertando a Ares, quien inmediatamente tomó lo primero que vio para atacar al "intruso". Mika, quien al parecer estaba desesperada por conocerlo, digo, por la forma en que llegó, levantó sus brazos asustada por el hombre desconocido que la apuntaba con ¿una lámpara?.

—¡No me mates aún no me caso! —exclamó Mika. Reí ante la escena y Ares me miró sin entender nada.

—Mika, este es Ares. Ares, esta es Mika. Tú puedes dejar de temblar y tú cariño, puedes bajar eso. —ambos respiraron ante mis palabras. 

Mika terminó de entrar a la habitación y Ares, limpió sus manos luego de agarrar aquella sucia lámpara.

—Yo lo siento. OH PADRE, KALA, ¡NO DIJISTE QUE ERA TAN SEXY! —Ares ya un poco más calmado rió, Mika era justo como la había descrito—. Digo, es sexy pero es TU sexy, ¿ok? Estoy hablando mucho? —ambos asentimos— ¿Ya me callo? —volvimos a asentir de manera jocosa—. Bien, me callo.

—Un placer, Mika. Soy Ares el "muy sexy". —dijo Ares sonriendo.

—Bien Ares, ya tendremos tiempo para conocernos mejor, pero ahora, tu padre nos espera Kala. —dijo Mika.

—Bien, ya es tiempo de irnos. ¿listo para conocer mi mundo, dios griego? —dije de manera sensual.

—Contigo estoy dispuesto a todo. Menos a soportar los gritos de tu amiga.

—¡Sigo aquí saben! —dijo Mika fingiendo indignación. Esta vez reímos los tres.

—Estás muy dolida, vámonos. 

***

¿Que si a Ares le estaba gustando esto? Bueno, el hecho de que se haya molestado porque la biblioteca de Londres era más grande que la suya, o su expresión al ver un teléfono inteligente, o cómo se llegó a comer quince hamburguesas y diez helados del McDonald's, lo dicen todo. 

Papá lo miraba feliz porque se notaba que lo estaba pasando bien, aunque casi nunca entendiera dónde estaba o qué veía. Mika me ayudaba a explicarle algunas cosas pero él solo asentía embobado. Aquella mirada de felicidad nunca la había visto en su rostro, ni estando conmigo. El encargado de sembrar la ira en el mundo, se encontraba feliz de estar en un lugar donde no fuera necesario usar su espada para sentirse completo. 

Luego de mostrarle gran parte de la ciudad a Ares, decidimos ir a casa, causándole otro asombro al ver cómo eran las casas aquí. Al llegar, le ofrecí un pequeño recorrido por toda la casa, dejándolo anonadado. Le mostré algunos álbumes de fotos, y luego papá se retiró por tener una emergencia en el hospital. Ares preguntó por mi madre, y me vi en la necesidad de contarle todo. Aquello terminó conmigo llorando sobre su hombro.

Cuando me hube recuperado, subimos hasta mi habitación. Con toda la confianza del universo, Ares se despojó de su ropa hasta quedar únicamente en unos bóxer que lamentablemente para mi cordura le quedaban extremadamente ajustados, marcando su prominente amigo.Tuve que tragar duro para no hacer un comentario inapropiado, para mí, porque Ares tal vez no lo entendería. 

Lentamente me acerqué hacia Ares que se encontraba sentado en el borde de mi cama admirando mi habitación, me tendió la mano cuando llegué frente a él, y con mucha confianza que no sabía de dónde había obtenido, me senté sobre su regazo. 

—¿Eres feliz conmigo? —preguntó. 

—Claro que lo soy. ¿Por qué preguntas eso?

—Hoy vi tu mundo, aquí no tienes que preocuparte por… por estar bien, o por ser feliz. —tomé su rostro entre mis manos buscando que me mirara. 

—Ares, este mundo puede ser incluso peor que el tuyo. Las personas son egoístas, hacen daño a inocentes, incluso dañan el lugar que les da un hogar. Antes de conocerte no tuve nada de eso, era solo una chica a quien su madre prohibía la mayoría de las cosas porque consideraba que eran males. Cuando te conocí, fui feliz, sin nada de esto. No necesito de un McDonald's o de cientos de helado para estar bien. —Ares rió recordando lo que había hecho minutos atrás—. Cuando volví aquí, me sentí morir, y tenía todos estos lugares a los cuales podía recurrir, pero yo, solo quería volver a ti. Siempre voy a querer volver a ti.

—Kala, te amo. —quedé en shock al escuchar aquellas palabras, ¿había dicho que me amaba?—. Te amo desde la vez que supe que tú serías la más grande batalla que libraría. Soy un tonto por ti, porque todo lo que haces me parece maravilloso, aunque para ti sea lo más simple del universo. Por eso, cuando volvamos a Grecia, te haré mi esposa. 

—Y-yo, yo también te amo, Ares. —dije entre lágrimas, él solo sonrió feliz por la respuesta que acababa de recibir.

—Es la primera vez que alguien dice que me ama. Es… raro. Pero se siente bien. 

—Espero que te acostumbres, porque te lo diré muy seguido cuando nos casemos.- Sus ojos brillaron y su sonrisa se amplió aún más. 

—¿Eso significa que aceptas?

—Aún no me has preguntado. —dije, fingiendo restarle importancia. 

—Claro que pienso hacerlo, solo no te diré cuando. Créeme, no te vas a dar cuenta, solo sucederá. Pero por ahora, necesito que me des mi primer beso en Londres, para comprobar si saben diferente, ya sabes. Rutina. 

Reí y complacida, lo besé. Mi corazón se sentía lleno porque en este momento ambos sabíamos quiénes éramos, bajo nuestras sábanas y bajo nuestra piel. Acabábamos de profundizar y aún así seguía siendo la persona con la que me gustaría amanecer todos los días de mi eternidad.

ENTRIÓN I: Un viaje de Dioses [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora