Desperté con una sensación de frío albergando mi cuerpo, me moví incómodo en búsqueda de el pequeño cuerpo que tendía a proporcionarme calor por las noches, sin éxito en la búsqueda. Abrí mis ojos con pereza, sintiéndome aturdido por la cantidad de horas que había dormido, no siendo normal en mí. Cuando me pude acomodar a la luz, el espacio vacío a mi lado me hizo saltar de cama, ¿dónde estaba Kala? El anillo estaba sobre las finas sábanas que arropaban a mi chica en las noches. Cuando di la vuelta para tomar el anillo, frené de repente. Había un pequeño rastro de sangre en el suelo, y el collar que Atenea le había obsequiado yacía roto en el piso.
Sentía como el aire abandonaba mis pulmones, creyendo lo peor. Y es que mi miedo era porque sabía exactamente lo que había sucedido.Tomé mi espada y salí de la habitación en busca de mi padre. Estaba tan molesto, que lo iba a hacer sentir en cada rincón de Grecia. Asesiné a todos los guardias que se cruzaron en mi camino, al igual que algunas personas del servicio, los demás gritaban y trataban de huir para no correr la misma suerte.Tomé una gran antorcha que se encontraba encendida y la pegué a una de las grandes lonas que yacían en la pared, incendiando el lugar.
Cuando llegué al gran salón, asesiné a uno de los guardias y al otro lo llevé dentro conmigo, mi padre se levantó de su silla desesperado, Corté la cabeza al hombre que sostenía y la lancé a los pies de mi padre.
—Mi mujer.
—Ares, escucha.
—¡SI NO QUIERES QUE ASESINE A TODA GRECIA Y TE OBLIGUE A COMER SUS CABEZAS, HABLA! VOY A QUEMAR TU MALDITO TEMPLO SI NO ME DICES DÓNDE ESTÁ MI MUJER. —y es que en este momento, mi padre descubrió que nunca había conocido la verdadera cara del dios de la guerra.
—Ares hijo, primero escucha ¿sí? —no contesté, y solo empuñé mi espada con más fuerza—. Tendrás el control de Grecia y de todos los ejércitos, ¿No era eso lo que querías?
—Quiero a mi mujer.
—Ares, realmente no sé a dónde la llevaron, pero ya que no entiendes, lo pondré así. Tú tomarás el poder, y nosotros le conseguiremos un esposo a Kala. Hefesto, siempre quiso tenerla y tú te interpusiste.
—¡NO VAS A REGALAR A MI MUJER COMO SI DE UN OBJETO SE TRATARA!
—Ares, es eso, o te puedes quedar con ella, claro, bajo mis condiciones.
—¿Qué condiciones?
—Dejo que te cases con ella, pero asesino a su padre, a su madre, a Alala, incluso a Cantalha. ¿Creías que no me iba a enterar de la mentira de ustedes tres? Mira Ares, puedes matarme hoy, pero todos los dioses tienen órdenes de acabar con todas las personas que mencioné si llegara a pasarme algo antes de la boda de Kala y Hefesto.
—No puedes hacerme esto. —dije con las pocas fuerzas que me quedaban.
—Claro que puedo. Tendrás el poder siempre y cuando esa boda se realice. Si hubieses hecho caso y dejado a esa chica cuando te lo dije, nada de esto hubiese pasado. Ahora si me disculpas, tengo que ir a ver si no has destruido todo el templo. —intentó pasarme por al lado cuando lo sostuve fuertemente.
—Cuando esa boda se realice, voy a asesinarte lentamente. Luego voy a recuperar a mi mujer y le haré el amor sobre tu tumba. No lo olvides.
Y dicho esto, Zeus abandonó el salón, dándole a Ares la oportunidad de tirarse al suelo y llorar, como no imaginaba que podía hacerlo.
Le fallé, prometí que nadie le haría daño, y le fallé.
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ENTRIÓN I: Un viaje de Dioses [✔]
FantasíaKala es una joven obsesionada con la mitología griega pero detesta a Ares, el Dios de la guerra. Su abuelo es su mayor cómplice y sus padres, repelen cualquier tema que tenga que ver con los dioses. El abuelo de Kala vive en una casa misteriosa, pue...