El secreto de Thompson ~RUDONY~

CAPÍTULO XIII

Ya en el castillo ambos jóvenes se dirigían a su habitación.

-Bien, ahora dime ¿qué hacías en la escuela?- estaba furioso.

-Tengo que protegerte ¿qué otra razón necesitas?-.

-¡Rudolph, pudiste matar a Atti!-.

-Y eso qué, el hijo de puta se lo merecía-.

-¡NO RUDOLPH, SI LE HACÍAS ALGO TODO IBA A TERMINAR PEOR!- se estaba estresado.

-Tony, tengo que protegerte, no voy a dejar que nadie te haga algo y que tú te dejes porq...- el menor colocó su mano en los labios del mayor.

-Me puedo cuidar solo, no soy un... ¿¡Qué carajos estas haciendo!?- se apartó del mayor y comenzó a limpiarse la mano en el pantalón, puesto que el mayor como protesta le había lamido la palma de la mano.

-Bien, terminaré- tomó aire elevándose -Tony, no voy a dejar que esos idiotas te lastimen porque yo Te amo, Tony Thompson Te amo como no tienes idea y por eso debo cuidarte- abrazó al menor estrujandolo en sus brazos.

-Rudolph, lo sé- miró los ojos del mayor -Yo igual te amo, pero entiende que no puedes ir y golpear a cualquiera así como así-.

-De acuerdo, aunque seguiré yendo, no haré nada hasta que ellos lo hagan primero, ¿eso está bien?- miró al mortal con una sonrisa a medias.

-De acuerdo- suspiró - ¿De verdad me amas?- lo miró fijo.

-¿Porque lo dudas?- ahora se encontraba dándole la espalda al menor puesto que ambos se cambiaban de ropa, Tony con una de sus camisas holgadas y unos shorts y Rudolph con su camisa verde y sus jeans.

-Es solo que...- trataba de buscar las palabras adecuadas.

-¿Qué...?-.

-No quiero que pienses mal, pero tú no me has pedido nada- lo miraba fijo con una mueca de tristeza.

-Sé a que te refieres- se acercó a él sentándose en la amplia cama -Bien, veamos- pensó y tomó las manos de su mortal-Tony Thompson, me haces sentir cosas que no sentía hace más de 280 años, eres lo más preciado que tengo hasta ahora, desde la época oscura pensé que ya no habría nadie más para mi, si te soy sincero las relaciones no se me dan- rió incómodo -pero tú eres diferente, eres simplemente genial, tanto que no busco las palabras adecuadas para expresarlo, pero si un par en específico, Te Amo y ahora lo que querías escuchar ¿Quieres ser esa persona con la que despierte todas las mañanas y noches, aquel que me regañe por no abrazarlo antes de dormir y que se queje cuando me pongo algo celoso por Sabine? - su mirada reflejaba sinceridad.

-¡Sí! Sí sí sí y sí- abrazó al vampiro colgándose de él en un cálido abrazo.

Ambos se miraron a los ojos, sus miradas iban bajando lentamente a los labios del contrario, se acercaron por fin uniéndose en un lindo beso donde ambos expresaban todo el aprecio que se tenían.
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-Oye Rudy, sabes algo de la segunda guerra mundial?- preguntó el rubio.

-¿Hubo guerra?- su mirada era sería y con confusión.

-¿No sabes?-.

-Te juro que no, solo sé de las constantes epidemias y otras cosas de la historia pero no que hubo guerras, los mortales son tan desastrosos- bufó y el mortal lo miró con seriedad -Emm... Todos menos tú, tú eres simplemente lindo- sonrió.

-Ajá, bueno, creo que necesito ir a la biblioteca- se paró y comenzó a cambiarse - ¿Te voltearias?-.

-Oh Claro que si apuesto caballero- las mejillas del rubio enrojecieron violentamente y el mayor soltó una carcajada.