El secreto de Thompson ~RUDONY~

CAPÍTULO II

-¿Qué sucede con Tony? Eso es lo único que quiero saber

El pelinegro estaba confundido, triste y algo enojado por no poder comprender que sucedía, Dottie se sentó a su lado, posó su mano en la espalda del vampiro y con un tono dulce y pacifico murmuró

-El té lo dirá todo, a mi no me corresponde decírtelo, solo a él. Cuando comience a anochecer el vendrá y te dirá que es lo que sucede, mientras tanto descansa, nacesitas dormir, supongo que tuviste una noche pesada cazando, ¿no es así?

El pelinegro asintió, se levantó y se metió de nuevo al su ataúd improvisado, Dottie salió de ahí y bajó las escaleras, salió al enorme jardín del castillo y ahí pudo observar a su hijo, el pequeño rubio lloraba a mares, Dottie caminó hacia el con prisa hasta quedar en frente del joven, tomó sus manos y lo ayudó a pararse

-Cariño, ¿que sucede?

Tony estaba abrazado de su madre, trataba de calmarse pero no funcionaba, con la manga de su suéter se limpió la cara y miró a la rubia

-Rudolph me vio, quiere que le diga, pero... ¿¡Y si no entiende y piensa que estoy mal, que estoy loco o se aleja de mi!?

Dottie lo miró acariciando aquellos cabellos dorados

-El es tu amigo, el solo quiere ayudarte, él te quiere, tienes que decirle, lo tienes preocupado a más no poder

Tony bajó la cabeza y se apartó de su madre, suspiró y dijo con voz firme

-¡lo haré!, ¿qué es lo peor que puede pasar?
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Eran al rededor de las 5:30 pm cuando el sol comenzaba a esconderse, Tony subió a su habitación, abrió lentamente la puerta tratando de no hacer ningún ruido, caminó hasta un costado de su cama, y se subió en ella recostandose, se sacó la chaqueta y la dejó a un lado, comenzó a cerrar los ojos ahogándose en sus pensamientos tan profundos que no se percató que el inmortal ya había salido de su "ataúd" y ahora estaba flotando encima de él observando cada detalle de su blanquecino cuerpo, el tacto helado de la mano del mayor despertó a Tony alejandolo de sus pensamientos y angustias.

-¿Qué sucede contigo? ¿Ahora si me dirás?

Cuestionó el mayor, Tony bajo la mirada y comenzó a jugar con sus manos, Rudolph las tomó y apretó de forma preocupada, o al menos eso daba a entender, Tony trataba de mirar hacia cualquier otro punto de la habitación, pero le resultaba inútil

-Rudolph, yo... He... Yo...

El mortal tragó saliva, y en un murmuró soltó su gran verdad

-Rudolph, yo soy Trans, soy un chico Trans.