CAPÍTULO XIV

738 82 78
                                    

-¿¡Qué hacías con el amor de mi vida encima!?- cuestionó enojada la vampiresa.

-Primero, Te he dicho millones de veces que toques antes de entrar; segundo, él no es el amor de tu vida, no es nada más que tu amigo y tercero, él me ama a mí- concluyó el mayor con la sangre hirviendo.

-¡Él no te ama a ti!- protestó la menor.

-Él tampoco a ti- se burló el mayor.

-Chicos, no es momento para esto- habló por primera vez el rubio algo apenado.

-NO TE METAS- gritaron ambos hermanos al unísono.

Tony optó por salir de la habitación en busca de Freda para acabar con la situación. Su plan fue exitoso, claro que pasando por alto el hecho de que Anna los había encontrado en una situación comprometedora. Después de un regaño y varias órdenes ambos jóvenes regresaron a sus respectivas habitaciones.

-Tony... - movió un poco al mortal que yacía durmiendo.

~Mmmhg... ¿Qué quieres?~ se quejó adormilado.

-Perdoname por gritarte- se acercó dejando un beso en sus labios rosados.

~Si si ya déjame dormir~ se volvió a quejar dándole la espalda.

El vampiro se acostó a un lado de su amado atrapandolo en sus brazos y pegándolo a él.
.
.
.

Una mañana perfecta para quedarse en casa y no salir más, una gran tormenta se había formado por la noche con la cual era imposible salir, Tony se quedaría en casa junto con Rudolph, habían acordado una noche de películas en cuanto se diera la ocasión y ahora mismo todo quedaba a su favor.

-¿Qué es crepúsculo?-  miraba intrigado al menor.

-No quieres saberlo- rió por lo bajo.

-Sí, si quiero-.

-No es la mejor película de Vampiros que exista-.

-Aún así vamos a verla, por favor Tony bonito- comenzó a pelliscar las mejillas del mencionado.

-Bien- soltó una risita.
.
.
.

-¡Esto es ridículo, Un vampiro no brilla a la luz del sol, se quema!- habló el pelinegro.

-Todos lo sabemos Rudy- abrazó al mayor.

-¿Hombres lobo?- rió correspondiendo el abrazo del menor -Los hombres lobo no existen, son invento de los vampiros para que los mortales teman- volvió a reír.

-¿Qué?-.

-Sí, los vampiros inventamos a los hombres lobo, yo no, mi abuela sí, Sabine la Horrible-.

-Pensé que iban de la mano con ustedes- frunció el ceño acurrucandose.

-Nop, no es así, pero a nadie le importa- respondió el mayor abrazando más al rubio -Te ves lindo- besó la frente del rubio - ¿Podemos hacer otra cosa?-.

-¿Qué quieres hacer?- se sonrojó un poco.

-No lo sé, no tengo sueño y tengo hambre, con esta lluvia no podré salir y el resto del Clan tampoco- bajó la mirada ante lo último, puesto que sería peligroso para el rubio.

-Eso lo tengo en cuenta- suspiró.
.
.
.

-¿E-estás bien?- preguntó el menor acercándose al vampiro quien llevaba más de media hora evitandolo.

-Estoy bien, solo no te acerques mucho, no quiero lastimarte, tengo demasiada hambre-.

-¿Y si bajas al sótano por ratas?- abrazó por la espalda al mayor.

El secreto de Thompson ~RUDONY~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora