CAPÍTULO XVII

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Todos estaban en silencio, solo observando a Tony juzgandolo mentalmente.

-¿Qué clase de jovencita sale a solas con un chico en plena oscuridad? En mis tiempos eso no era bien visto- habló por primera vez Esther, su abuela.

-Madre- habló Bob -Él, es un chico, es un joven- dijo con voz firme.

-No Bob- habló Mark -Te hemos dicho infinidad de veces que no, ella es una niña, nació así y así morirá a pesar de todo- el enojo en Tony creció y en sus padres y pareja igual.

-Tony sube a tu habitación con Rudolph por favor, nosotros nos encargamos- sonrió falsamente su madre tratando de reconfortar al menor.

Sin pensarlo más jaló al pelinegro del brazo haciendo que este se pasara a caer subiendo por la escalera hasta su habitación tirándose en su cama escondiéndose entre las cobijas para comenzar a sollozar. Inmediatamente el mayor se acercó a él tratando de calmarlo, podía sentir su dolor, su preocupación se hacía cada vez más fuerte.

Las lágrimas no tardaban de salir sin permiso por sus ojos carmesí. Ninguno decía nada, solo se escuchaban los sollozos y el ruido en el exterior.

~Tony... ~.

~Mande... ~.

~¿Quieres ir a volar?~.

-Sí-.

-Vamos- ambos se dirigieron a la ventana -Solo toma mi mano y confía-.
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Estaban de regreso en casa de Tony, todo estaba oscuro y no había rastro de actividad, lento ambos entraban por la ventana evitando hacer ruido, el ánimo de Tony había mejorado significativamente.

Si tenían la duda Sabine no regresó, Tony le avisó que era mejor que se quedara en casa.

-Te amo Rudolph- colocó sus brazos al rededor del cuello del mencionado apoyando su cabeza en su pecho - Gracias por siempre subirme el ánimo- las manos del mayor se dirigían a la cintura del más chico.

-Siempre estaré aquí- besó la frente del rubio.
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Un golpe frenético hacia la puerta despertó a ambos jóvenes haciendo que se asustaran. Tony se paró y abrió la puerta Esther entró observando la habitación y la vestimenta del joven, su camisa holgada de color gris con líneas rojas en las mangas, unos shorts azules cortos y sus calcetas, pronto la mayor dirigió su mirada a la cama donde yacía un Rudolph adormilado frotándose los ojos con el pecho al descubierto y unos shorts que dejaban ver parte de sus boxers, la señora no tardó en gritarle a ambos jóvenes y llamar a gritos a su hijo.

-¡BOB!-.

-Abuela ¿qué haces?- se interpuso entre la mujer y el vampiro.

-Señora ¿Se siente bien?- preguntó el mayor acercándose.

-¡Claro que estoy bien y al parecer ustedes también haciendo quien sabe qué aquí encerrados en tú cuarto Antonia, en casa de tus padres cuando hay visitas!- finalizó jalando de las orejas a ambos arrastrandolos por el pasillo que llevaba hasta la habitación de Dottie y Bob.

-¡Bob!- despertó al mencionado.

-¿Mamá? ¿Qué sucede?- dijo somnoliento mientras se frotaba los ojos y despertaba a Dottie.

-¿Quieres saber qué pasa? Pues que tu hija estaba encerrada en su habitación junto con este joven, mira nada más como están ambos-los señaló con la mirada.

-Madre, ya déjalos, son las 3 de la mañana, no veo cuál es el motivo para estar hostigandolos y más a estas horas- el volumen de su voz iba aumentando -Tony, Rudolph, vayan a su habitación- colocó su mano en su entrecejo apretando con su dedo índice y pulgar.
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~Perdón por esto Rudolph~.

~Tranquilo, todo estará bien~ alzó su mano, la cual estaba entrelazada con la del rubio para dejar un beso en esta.

~Gracias por estar aquí~ le sonrió.

~No agradezcas, oye...~.

~Mande~.

~Eres lindo~ besó su mejilla.

~Solo lo dices porque te conviene~ golpeó el hombro del mayor y rio.

~Mientes~ le devolvió el golpe riendo de igual forma.

~Es la verdad, sino ahora estarías en el castillo solo y sin mi compañía~ se llevó una mano hacía la frente para dramatizar soltando una leve carcajada.

~Pff... Mortales~ abrazó al menor acurrucandose.

~Ya deberíamos dormir, en un rato más hay escuela~ sonrió con los ojos cerrados al sentir el calor del mayor.

~Soy una criatura nocturna, por lo tanto no duermo por la noche y eso tú lo deberías saber~ sonrió con picardía comenzando a dejar besos por el cuello del menor haciendo que este suelte leves suspiros de placer.

~Espera...~.

~¿Qué?...~ dijo aún dejando caricias por su cuello.

~No deberíamos~.

~Si debemos~.

~En cualquier momento puede entrar alguien Rudy~ suspiró dejándose llevar.

~Está bien~ se volvió a recostar abrazando al menor.

~Aunque la casa es enorme y si no me equivoco le puse seguro a la puerta~ habló roncamente.
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~Te amo Tony~ dejó un besó en sus labios mientras ambos se miraban a los ojos transmitiendose todo el afecto que se tenían mientras él movía sus caderas de delante hacia atrás.

~Te amo Rudolph~ sus brazos estaban en el cuello del mencionado, sus dedos enredados en sus oscuros cabellos.
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~Ya son las 7, debemos arreglarnos para la escuela~.

~No quiero~ Se quejó cual niño pequeño.

~Dale Tony, sino vendrá tu mamá y nos regañará, y más porque no traes nada, de hecho ninguno~ un ligero sonrojo apareció en sus pálidas mejillas.

-Obligame- dijo firme.

Sin pensarlo más el inmortal comenzó a elevarse y junto a él el joven mortal siendo arrastrado hacia el baño de su habitación.

-Bañate, ahora te traigo ropa- dijo el mayor preparando la ducha caliente por el frío, estaban en pleno otoño y no quería que el pequeño mortal se enfermara.

-Rudolph... - llamó.

-Mande... -.

-No quiero bañarme solo-.
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Oigan los amo

[Sorrows del futuro hoy aquí, editanding... Che bieja pedorra la abuela de Tony]

Aclaraciones

La abuela de Tony es super conservadora, estricta y religiosa.

Dottie y Bob no estaban enterados de la relación de Rudolph y Tony, así que... Valieron.

Si usaron Condon si tenían la duda.

Ya es todo!
los amo 💕

-Sorrows

El secreto de Thompson ~RUDONY~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora