RUDOLPH

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Aclaremos una cosa, esta historia "El secreto de Thompson" se sitúa en el año 2020, creo que así sería más fácil de entender.

Algo más que quiero aclarar es la personalidad de Rudolph, antes era un chico de lo más tímido e inseguro, si se preguntan el porque no había buscado un trabajo es por la neumonia que se cargaba, nadie quería que alguien así estuviera cerca, más que en este entonces se desarrollaba la Peste Bubónica.
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Para esto nos situamos 300 años en el pasado.

Siglo XVIII, específicamente  1720.

Un joven de 17 años se encontraba como siempre vagando por las calles Rumanas pidiendo un poco de comida y un refugio para pasar la noche, la tos que cargaba se hacía cada vez más poderosa, tanto al punto de casi no poder respirar y el joven pelinegro no aguantaría más (claro que en este entonces no se había descubierto que era exactamente).

Llevaba días viendo a la misma señora pasearse por su alrededor, ella siempre cuidaba de él de una mera algo "peculiar" le llevaba comida y a veces le daba unas monedas, está vez se acercó al joven sonriendole mostrando unos largos colmillos, sin duda era algo que le encantaba al menor, la veía como la madre que nunca tuvo.

Digamos que la "familia" de el joven no era la mejor, su madre era una mujer de la noche, solía vender su cuerpo y no regresar a casa hasta días después, fue difícil para el joven crecer sin su madre o con una figura paterna, nunca se supo quien era su padre, su madre había estado con tantos hombres que era imposible saber, necesitaba ese amor paternal, a los 10 años decidió irse de casa, eso era lo mejor para él, además de que no era agradable recibir los golpes de parte de su madre, Helga Preuß, así es, su apellido era Preuß (Preuss).

-Cada vez estas peor, creo que es momento de llevarte a casa, solo yo podré curarte-  tomó al menor de la mano quien accedió a ir con ella.

-¿Cúa-al es su nombre?- habló por fin.

-Freda, Freda Sackville-bagg- sonrió tapándose bien con el capuchón de su capa, puesto que aún había algo de sol.

-y-yo soy Rüdiger, Rüdiger Preuß- sonrió de igual forma tapándose la boca para evitar hacer tanto escándalo por la tos.

Pronto llegaron al bosque, caminaron hasta llegar a una cabaña algo alejada de el pueblo, era tranquila y al entrar pudo sentir la calidez, se sentó en el comedor como lo ordenó la mujer, pronto ella colocó un tazón con sopa caliente enfrente de él, comenzó a comer disfrutando cada bocado como si fuese el último, no tardó en asomarse la silueta de otro joven algo mayor que él, se acercó al menor y con una sonrisa lo saludó.

-Hola, soy Gregory- estiró la mano -Veo que ahora serás parte de nuestra familia-.

Ante estas últimas palabras los ojos del menor se iluminaron.

-Es eso c-cierto-.

-Claro que sí querido, y como dije antes solo nosotros podemos curarte, sabes que con esa horrible tos que cargas es posible que no sobrevivas ni un día más- la mujer lo miro cabizbaja.

-Madre, creo que es hora- habló Gregory.

Freda se dió la vuelta y comenzó a susurrar cosas ininteligibles mientras mezclaba varias hierbas y especias, de un momento a otro tomó una daga haciendo una incisión en la Palma de su mano dejando que aquel licor rojo cayera en el mortero mezclando todo y terminando con aquel cántico, lo colocó en una copa y se la acercó al joven Rüdiger, este tragó saliva sonoramente, cerró sus ojos y se empinó aquella bebida sin pensarlo.

Despertó de pronto, todo le daba vueltas, al observar mejor a su alrededor pudo ver con facilidad que se encontraba en un lugar estrecho forrado de un terciopelo rojo y cómodo, abrió la puerta lentamente y pudo apreciar a Freda, ella estaba ahí, sentada en la ventana junto con Gregory, se acercó a ella.

El secreto de Thompson ~RUDONY~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora