CAPÍTULO XXV

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Rudolph se hallaba solo de nuevo, aún no cumplía la sentencia dictada por el director de la escuela, le faltaban unos días, pero para él era un martirio.

Escribía con cuidado en unas hojas que tenía por ahí, dejaba salir sus pensamientos en forma de versos plasmando todo el amor que sentía por el rubio y una que otra carta dirijida a aquel chico pelirrojo que alguna vez le robó suspiros, Elies Weiß (veiss), no iba a mentir, amaba con todas sus fuerzas a Tony, pero tomen en cuenta que Elies fue su primer amor y con quien llevaba más tiempo, se entregó a él en alma y cuerpo y al final todo salió mal por culpa de un idiota. Ahora tenía a su rayo de sol, aquel chico de hermosos ojos azules como el cielo nocturno despejado y cabellos rubios como el mismísimo sol. Su amor por Tony era inmenso, pero aún le guardaba cariño al joven Weiß. Solía divagar mucho cuando estaba en completa tranquilidad.

Varias cartas yacían en el escritorio del joven Thompson dobladas cuidadosamente y acomodadas, tantos sentimientos y pensamientos que rondaban su mente acerca de su mortal.

Se recostó en la gran cama cerrando sus ojos sin llegar a dormirse, era su momento de paz mental donde se inventaba un sin fin de historias y aventuras, al menos así era antes, ahora visualizaba un futuro junto al joven rubio, una familia.

Rudolph's moment starts

-Querido, puedes bajar la caja del cereal para Franz- dijo el rubio, ahora de unos 25 años, se veía tan radiante.

-Claro que sí joven apuesto- se elevó para poder tomar el objeto y ponerlo en la barra de la cocina.

-Gracias, puedes ir a buscar al vampirito ya para que se vaya a la escuela- le sonrió.

Solo asintió y subió hasta la habitación de su hijo, Franz Sackville-Bagg Thompson uno de los pocos medios vampiros en todo el mundo en 450 años.

-Vampirito despierta- comenzó a jalar la sabana para despertarlo.

Rudolph's moment end

La sensación de peso de más en la cama se presentó sacando al mayor de sus pensamientos y poniéndolo alerta, Tony había llegado y ahora le miraba con total ternura y amor.

-Gracias por las cartas- besó sus labios en un piquito -por cierto... ¿Quién es Elies?- frunció el ceño.

Olvidó por completo que había dejado las cartas dirijidas al pelirrojo a la vista y ahora debería dar explicaciones, que, prefería ahorrarse.

-Eeh... Nadie- sonrió con notoria incomodidad -Son sólo poemas- ignoró cualquier contacto visual.

-Rudolph, ahí detallas cosas que nunca hemos hecho "tu cabello rojo como las brazas, tu tez tan blanca como la misma nieve. Aquel manto gélido que cubría los bosques rumanos donde solíamos volar por los cielos, sintiendonos únicos, uniéndonos en nuestro mundo ideal donde ambos seríamos felices" yo no soy pelirrojo y eso te consta, repito ¿Quién es Elies Weiß?-.

-... -.

-Olvídalo- se dio la vuelta saliendo de la habitación aporreando la puerta para después abrirla -Esta es mi habitación- extendió la mano en seña de que corría al mayor de ahí.

Tony era alguien paciente con el vampiro, pero, había un detalle que Rudolph conocía al 100% de Tony. Por lo menos una semana al mes este se pondría de un ánimo que le hacía parecer el mismísimo demonio. Ok ustedes se preguntaran el porque, la respuesta es fácil, incómoda pero fácil, Tony al haber nacido como un chica y no haber utilizado bloqueadores hormonales desde una edad temprana su cuerpo seguiría con el proceso natural que lastimosamente debe. Así es Tony ahora estaba en "sus días" y esto asustaba al joven inmortal, no por el hecho de no comprenderlo, sino que si lo hacía y sabía el infierno que era, vivir tanto tiempo con una hermana le había dejado enseñanzas y ahora con su novio aplicaba lo aprendido.

Debía darle una explicación, una realmente creíble, aunque vamos es mejor la verdad.

Salió de la casa en camino hacia el centro del pueblo yendo a una de las tiendas favoritas del menor, una dulceria, entró y seleccionó con cuidado aquellas golosinas dignas de su amado.

Entró a la casa y se topó con un Tony en fachas con una cara de agonía y sus ojitos rojos por haber llorado. Sin duda esto era algo que le destrozaba el alma entera. Se acercó para abrazarlo, podía sentir como su corazón se estrujaba al sentir húmeda su camiseta por las lágrimas ajenas y aquellos quejidos de dolor.

-Hey, tranquilo amor- besó con cariño su cabeza -Te amo, aquí estoy para ti-.

-Me quiero morir- soltó en un sollozo.

-No digas eso querido- comenzó a elevarse en el aire sin soltar al rubio para dirigirse a la habitación de ambos -Te traje algo- le entregó la bolsa de papel con unas cajas dentro, malvaviscos cubiertos de chocolate, gomitas, chocolates blancos y oscuros, lo que más adoraba el mortal. No mentiría ya los había probado a escondidas, le encantaban, pero aún así no podía ir más allá de un solo mordisco diminuto o terminaría con un horrible dolor de estómago.

-Gracias Rudy- lo miró fugaz.

-Ahora yo te debo una explicación- sé sentó a su lado -Cómo sabes he vivido más de 300 años, no nací como un vampiro, nací como un mortal al igual que tú, sin embargo no soy un mestizo, se podría decir que soy un vampiro "natural" no me convertí en uno por mordedura, sino por un ritual que hizo mi madre, antes era un pobre mortal al borde de la muerte por la neumonia, vivía en las calles la mujer que me trajo a la vida nunca se encargó de mi y decidí huir aún siendo un niño pequeño. Después de mi transformación años después conocí a quien yo juraba sería el amor de mi vida, pero por desgracia él... Murió- su mandíbula se tensó dejando escapar lágrimas silenciosas - Un miembro de su propio clan acabó con él enfrente de mi, fue doloroso, él era un ser puro e inocente y murió de la peor forma posible. Tiempo después conocí a alguien más, había logrado superar un poco la muerte de Elies, pero aún así me sentía vacío, conocí a Carlo y todo fue de mal en peor, lo quería, pero no estaba listo para tanto, trataba de convencerme para tener relaciones, la primera vez cedí, pero no fue agradable- comenzó un jugueteo con sus manos y los cordones de la sudadera que traía -Quise terminar con él muchas veces, pero tenía miedo de quedarme solo, así que no lo hice. Luego el murió, la época oscura llegó y ahí el desapareció, un grupo de campesinos enfurecidos empezó a atacar y capturaron a Carlo, me dolió un poco, me hizo daño pero aún así era el único que me escuchaba de cierta manera, aunque realmente sabía que le pertenecía aún a Elies. Tony, quiero que sepas que te amo, te amo como no te puedes imaginar, pero hay momentos en los que necesito sacar toda esa frustración y dolor que me atormenta y me daña. Yo te amo a ti Anthony y quiero que lo tengas claro, que solo tú eres y serás el dueño de mi corazón, el amor de mi vida, mi mortal, el hombre de mis sueños- tomó sus manos besándolas -Te amo y siempre te protegeré, por favor si te sientes en la necesidad de preguntarme algo hazlo, no quiero guardarte mas secretos, es solo que mi pasado me atormenta. Pero prefiero contarte las cosas, querido- lo abrazó.

-Gracias por los dulces, por la explicación, por todo Rudolph, lamento haber desconfiado de ti- besó su mejilla y posteriormente sus labios.
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Les traigo un HC ✨

Rudolph al ser educado a la antigua fue inculcado en todas las disciplinas posibles, por lo tanto es poliglota y sabe tocar instrumentos, entre ellos el piano y el violin. [Entre los idiomas que habla están Rumano que es su lengua madre, alemán, italiano, inglés, francés, latín y algo de español]

[por decisión personal he cambiado el nombre del hijo que aparece en el sueño de Rudolph a Franz, como sea les amo, sorrows del futuro se despide]

Ya sin más me despido

Los amo 💕

-Sorrows

El secreto de Thompson ~RUDONY~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora