El secreto de Thompson ~RUDONY~

CAPÍTULO VII

Hoy era "El gran día", según los padres del rubio, hoy empezaba su primer día de escuela, el menor estaba nervioso, el mayor solo le daba palabras de aliento, esta vez la vampiresa Freda Sackville-bagg madre de Rudolph se había mantenido despierta para poder hablar con el menor, era sólo un mensaje que toda madre le debe dar a su hijo, tomando en cuenta de que Dottie no estaba Freda se lo daría en su lugar.

-Cariño todo estará bien, no dudes lo buen chico que eres, cualquier cosa, al llegar aquí nos dices y nos encargamos- sonrió mostrando sus largos colmillos.
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Tony se encaminaba al gran edificio, al entrar varios pares de ojos se posaron en él, solo siguió su camino colocándose la capucha de su sudadera blanca hasta llegar a la oficina del director esperando que le dieran su horario de clases.
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Caminó hasta una puerta color chocolate y golpeó, una voz femenina le ordenó entrar, era la maestra de inglés, una señora de unos 40 años de cabellos castaños claros con algunas canas recogido en una coleta alta, y como es de esperarse ordenó que el rubio se presentará (obvio que en inglés).

-Buenos días, mi nombre es Anthony Thompson, tengo 17 años, soy de San Diego, Estados Unidos, pueden llamarme Tony- se encojió de hombros.

-Bien Anthony, cuéntanos, ¿por qué estás aquí?- sonrió la maestra que hablaba en un tono muy dulce.

-Bien, pues vine de vacaciones con mis padres y nos gustó mucho y decidimos quedarnos- dijo haciendo pequeñas pausas.

-Perfecto, puedes tomar asiento.

El menor obedeció y se sentó en una de las mesas quedando junto a la ventana que daba hacía el patio, varios chicos comenzaron a murmurar y otros sólo lo miraban analizándolo, el menor solo sacó su carpeta de la mochila color negro y vio caer una hoja de un color café amarillento con los bordes algo dañados tan bien doblada, la recogió y la desdobló con cuidado de no romperla miró el mensaje del interior, era una letra en manuscrita parecía haber sido hecha por alguien mucho mayor.

Tony
Todo Estará Bien Te Lo Aseguro, Te Espero Al Volver a Casa, Recuerda Lo Importate y Lo Genial Que Eres Para Mi.
Eres Simplemente Perfecto, Te Quiero Demasiado y Siempre Estaré Para Ti.

-Rudolph Sackville-Bagg

Una sonrisa bobalicona se formó en su cara, dejó la nota en su  carpeta entre varias hojas sueltas.
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Salió del salón para dirigirse a su casillero, un golpe lo detuvo y sus cosas cayeron al piso, chocó con una chica de tez morena con manchitas claras en su cara que se extendían por todas sus extremidades visibles, ojos de un color castaño claro y cabellos en hermosos rulos de color negro.

-Lo lamento mucho, de verdad- se agachó la morena para ayudar a Tony a recoger sus cosas.

-No te preocupes, ¿Te encuentras bien? - dijo juntando varios papeles revisando que la nota de Rudolph siga ahí, pero esta no se encontraba por ningún lado, se levantó y comenzó a buscarla con la mirada.

-¿Buscabas algo más? ¿Esto es tuyo? - dijo leyendo la nota - ¿Quién es Rudolph, eh? - dijo pícara soltando una risita al ver el rostro del rubio teñirse de color carmín.

-Eh, nadie es solo, ¿alguien? - rio nervioso.

-Ajá supongamos que te creo- rio - Toma- le entregó el papel - Soy Sabine Klein, usted debe ser Anthony ¿O me equivoco?- sonrió mostrando sus blancos dientes.