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Estaba preocupado, su padre volvería más no estaba seguro cual sería su siguiente movimiento, pero tenía el presentimiento de que su hermano estaba involucrado.

—¡¿Y porqué no me llamaste cuando estaba aquí?!, ¡Pude haberle dado su merecido!— Exclamó molesto un estadounidense

—Por lo mismo, sabía que actuarias de forma violenta y lo último que quiero es que sufras algún tipo de daño— Respondió el mexicano con preocupación

—Honey, sabes que por ti haría lo que sea, no me importa si tengo que morir con tal de que tú estés a salvo— Aclaro el rubio tomando las manos de su pareja

—Y eso es lo que me preocupa, Alfred, mi padre es capaz de muchas cosas y si se entera de nuestra relación hará lo que sea por separarnos— Aclaró el moreno

—No lo hará, hemos pasado por muchas cosas juntos y nada se va a comparar con lo que él intente. Sea lo que sea, no te dejaré como tú tampoco me dejastes cuando sucedió... Bueno ya sabes— Susurro lo último

—Solo espero y tengas razón— Finalizó el menor con una leve sonrisa

En ello el rubio lo envolvió en un cálido abrazo mientras le susurraba que no se preocupará entre otras cosas positivas. Todo con tal de que dejará de pensar sobre eso.

Pero mientras estaban con lo suyo, el padre del mexicano había mandado a uno de sus amigos a vigilar a su hijo, pues tenía la sensación que algo ocultaba, y que mejor manera de saberlo sin estar del todo involucrado.

Tras esto uno de ellos estaba esperando a que el mexicano saliera de su casa para seguirlo a donde sea que fuera. Llevándose la sorpresa de ver al hijo de su amigo con otro hombre tomándose de las manos, abriendo la boca de sorpresa cuando vio lo que le confirmó sus sospechas desde un principio.

La pareja se había besado en los labios amorosamente sin notar la presencia de otra persona, para que luego de separarse juntar sus frentes, el mayor de los dos le decia algunas palabras que no alcanzó a escuchar viendo únicamente como el otro se sonrojaba.

Y sin perder tiempo llamó a su amigo, quien no tardo en contestarle la llamada.

—¿Qué descubriste?— Preguntó con seriedad

—No vas a creer lo que vi— Mencionó para luego hacer una pausa. —Tu hijo esta saliendo con un hombre

El silencio se hizo presente en unos momentos, para luego escuchar un gruñido por parte del padre de Alejandro.

—¿Quién es?— Preguntó con exigencia

—Por lo que vi es alguien alto y rubio, siento que ha de ser un gringo— Respondió pensativo

—Si, creo saber quién lo conoce— Contestó el contrario. —Ahora, ¿en dónde están?

—Subieron a un auto desde hace rato, en estos momentos lo estoy siguiendo y...

—¡¿Y qué?!

—Javier, ¿la escuela en donde trabaja tu hijo Diego se llama "16 de Septiembre"?

—Si, ¿Por qué?

—Alejandro acaba de bajarse con ese hombre precisamente en esa escuela y están... Hablando con una niña— Respondió todo con sorpresa

—¿Una niña?— Cuestionó

—Si, y déjeme decirle que si no supiera que nosotros los hombres, no nos podemos embarazar, hubiera creído que es su hija, se parece bastante a los dos— Confeso mirando la escena

—Muy bien hecho José, puedes dejar de vigilarlo por ahora, ya tuve suficiente información en poco tiempo— Sonrió detrás de la otra linea para luego colgar

Después de cinco años había encontrado a su hijo y no sólo eso también logró enterarse de que era homosexual, utilizaría eso en su contra para intimadar a Alejandro, además de que le serviría para "curarlo" y que dejara de ser gay. Por que nadie en su familia era homosexual y su hijo no sería la excepción, no le importaria si tiene que lastimar a ellos dos, pero de que iba a recuperar a su hijo lo iba a hacer.

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Mientras tanto, la pareja había ido a buscar a su hija como era costumbre, solo que esta vez le sorprendió ver el rostro de preocupación de la niña.

—Sofi, hija, ¿Sucede algo?— Preguntó el mexicano colocandose a la altura de la menor

—Papá... Sea lo que sea, no dejaras de quererme ¿verdad?— Cuestiono la castaña con la voz quebrada

—Sofía, my girl, why do you say that?— Preguntó ahora el estadounidense

—Porque creo que el maestro Diego trama algo, y siento que es en contra tuya— Confeso la niña con notable preocupación

—¿Y porque dices que es tu culpa?

—Bueno, el maestro Diego ha actuado extraño últimamente, además de que simpre cuando puede trata de sacar información sobre ustedes a través de mi— Mencionó

—¿Y les has dicho algo sobre nosotros?— Cuestiono atemorizado Alejandro

—No, solo sabe que papá Alfred es mi unico padre y que tú solo eres nuestro amigo— Aclaro la niña mirando al moreno

—Y lo mejor será que siga creyendo eso, por que, tu no quieres que nada le pase a tu papi, ¿Verdad, hija?— Preguntó Alfred

—¡No!, a ninguno de los dos, jamás me perdonaría el perderlos por mi culpa— Exclamó asustada Sofía

—Bien, si tu maestro vuelve a preguntarte algo sobre nosotros, nos tienes que decir, ¿quedó claro?— Dijo el rubio

—Si— Asintió la niña

—Lo mejor será volver a casa, siento que alguien nos vigila— Declaró Alejandro mirando a su alrededor

—Of course, c'mon Sofía— Habló Alfred llamando la atención de la niña, quien tomó su mano para seguirlo hasta el auto

El mexicano seguia buscando a su alrededor, aun tenía la sensación de que algo o alguien lo vigilaba pero eran muchos padres quienes venían por sus hijos, así que no podía estar seguro del todo, teniendo que distraerse cuando su pareja lo llamó para que continuarán con su camino, obedeciendolo luego de unos segundos.

José, quien lo había estado siguiendo únicamente los vio marcharse, su amigo le había indicado que ya no era necesario el vigilarlo por ahora, de cierta forma, sentía pena por el mexicano, se le hacia injusto que su padre se metiera en su vida sin pedírselo, luego de como lo había tratado toda su vida, más no podía hacer nada, teniendo que permanecer callado y ser un espectador en toda la historia.

¿Nuestra Hija? | UsaMexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora