•Confessions and dreams•

173 15 5
                                    

Lo sabía, sabía que estaba cerca de su final, pero no iba a decir nada, no era el momento para más malas noticias, él aun no despertaba y el otro seguia sin querer salir del Hospital más que solo para darse un baño. Su creador recientemente le había informado que ya lo habia encontrado, claramente el culpable era quien se suponía era su abuelo.

Pero ella no iba a aceptarlo como tal, pues alguien que amara a su hijo, jamás se atrevería de hacerle daño, oh, pero iba a pagar, claro que lo iba a hacer y ella estaria presente en ello, pues nadie se metia con quienes amaba. A pesar de que Alexander le pidió que no se metiera, ella no le haría caso, por lo que en esos momentos se encontraba en su antigua casa, a la espera de su creador.

—Por última vez, ¿Estas segura de venir conmigo?— Preguntó el mayor a la niña

—Si, él debe pagar por todo el daño que le hizo a mi papá— Aclaró la castaña con seriedad

—De acuerdo, aunque primero iremos a ver a alguien que nos ayudará en todo esto— Comentó el panges. —Y a pesar de que él también este involucrado, no quiero que trates de lastimarlo

—Ya veré— Sentenció la niña para luego retomar su camino

—Alex— Llamó Melizabeth a su hijo. —No tiene que hacer eso

—No hay nada que pueda hacer, Madre— Contestó

—Si lo hay tiene que haber una manera— Insistió la mujer

—No la hay, es su destino para eso fue creada— Afirmó mirando con firmeza a su madre. —Ella debe cumplir su propósito, además esta convencida

—Pero no sabe de esto, es una niña, no tiene que seguir sufriendo por culpa de los demás

—Lo siento, Madre— Finalizó el hombre para luego seguir el camino que tomó su "hija"

Mientras que Melizabeth solo los vio irse, se había encariñado mucho con quien había adoptado como una de sus nietos, pero su hijo tenía razón, Sofía tenía un propósito y lo iba a cumplir.

───────────

Luis estaba demasiado feliz, estaba aliviado pues finalmente había hecho lo que debió haber sucedido con su hijo antes de que este se fuera, pues ya tenía la sospecha de que Alejandro era gay, pero necesitaba una prueba siendo dada por su amigo José, quien en esos momentos estaba en la casa del mayor luego de que este lo llamará para otro favor.

—Solo dale este dinero y aunque no lo acepte tu se lo das, me vale madres si se lo avientas o lo amenazas, pero es la única manera de agradecerle por haberme dado aquella información la otra vez— Mencionó mientras le daba un sobre a José

—Esta bien, lo haré— Respondio el menor. —Pero, ¿Enserio no tienes miedo si alguien se entera de la verdad?— Preguntó con preocupación

—No, por que los únicos que pueden delatarme son ustedes, y se que por su seguridad no lo harán, ¿Verdad?— Cuestiono Luis sacando una pistola apuntándole a su "amigo"

—Claro que no, jamás haríamos algo como eso— Respondio José con nervios

—Si eso pensé, ahora vete— Ordenó el mayor guardando su arma

José asintió y salió de aquella casa con rapidez, había quedado con cierta persona a que le ayudaria a revelar la verdad, ¿Cómo lo había contactado? Digamos que esa persona era demasiado inteligente para su época, por lo que sorprendio a José cuando se enteró del porque lo había llamado.

Así que cuando llego a su casa, ellos ya lo estaban esperando, comenzando a si el mayor a hablar con él.

—Ya sabes que hacemos aquí, así que confiesa— Mencionó una vez estaban dentro de la casa

¿Nuestra Hija? | UsaMexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora