•Libertad•

143 22 1
                                    

La mujer miro a la niña con seriedad, notando aquel fierro que usaba para lastimarlos estaba cerca de ella, por lo que lo tomó acercándose tirandolo lejos para evitar cualquier importante "incidente".

Tras esto liberó al estadounidense no sin antes advertirle sobre la posible consecuencia por si trataba de alejarse, saliendo los dos del ático mientras Martha tenía un cuchillo en la yugular del rubio.

—Debe haber algo que podamos hacer, ella lo va a matar— Mencionó el mexicano con impotencia

—Listo, Pa' por favor, ¿podrías moverte?— Comentó la menor luego de soltarse de las cadenas

—¿Cómo fue qué...?

—Menos charla y más acción, Papá y tío están en peligro— Chito la castaña tomando el fierro que dejó Martha

Y en menos de unos minutos logró liberar al mexicano, ahora sólo quedaba buscar la manera de distraer a Martha para ayudar a Alfred y a Matthew.

—Yo la distraigo, así tu liberas a mi tío y a Papá. Y entre los tres saldran de la casa, ¿Entendido?— Sugirió la menor al mayor

—Ni creas que voy a dejar que ella te haga algo, mejor yo la distraigo y tú ayudas a tu tío y a Alfred— Corrigió Alejandro en tono firme

—Confía en mi Papá, ellos te necesitan— Sentenció Sofía

—¡Agh!, la vas a pagar caro desgraciado— Los interrumpió el grito de Martha, que por ello debieron de actuar rápido

—Alfred, ¿qué estás...

—No hay tiempo para hablar, hay que ir por Matthew— Interrumpió el rubio delante del mexicano

Alejandro asintió, por lo que los tres comenzaron a correr (Alfred logró moverse con ayuda del mexicano, gracias a las heridas que había recibido) en busca de alguna habitación que les pudiera indicar en donde estaba el canadiense.

—Hagan lo que hagan, no podrán escapar de mi. Están rodeados por mis bellas mascotas, si yo no los mató, lo harán ellos— Exclamó la mujer mientras subía las escaleras de su casa, con el mismo cuchillo en la mano

Los tres debieron separarse para encontrar más rápido a Matthew, por insistencia de la niña, Alejandro se encargó de ayudar a Alfred. Viéndose acorralados en una habitación cuando intentaban abrir la puerta.

—¡Aqui están!— Exclamó Martha tomandolos de sorpresa

Más se vio detenida de hacer cualquier tipo de movimiento, cuando Sofía la golpeo con su propio fierro en la espalda.

—¡Vamonos!, ¡ya encontre a mi tío!— Grito la niña, llamando la atención de sus padres

Gracias a que estaba algo débil, lograron escapar de Martha, yendo hacia donde se encontraba el canadiense, Matthew habían logrado liberarse, lo vieron tratando de caminar en la entrada de aquella habitación secreta.

—Con ustedes dos así, no podremos vencerla— Susurro el mexicano mirando el estado de Matthew

—Ellos ya vienen— Habló Sofía con seguridad

—¿Quiénes?— Cuestiono Alfred

—La policía, y mi padre. Me aseguraron que ya vienen en camino— Aclaró la niña

—¿Cómo es que lo sabes?— Preguntó integrado el mexicano

—¡Los encontraré!— Grito Martha desde la planta de arriba

—Luego les diré, hay que buscar la manera de salir sin que sus animales nos persigan— Sentenció Sofía de manera alterada

La menor como pudo ayudaba al canadiense a sostenerse, ya no sabían a que parte de la casa ir, ningún lugar era seguro mientras esa mujer siguiera viva. Ya casi no tenían mucho tiempo, si ellos no llevaban sería su fin.

¿Nuestra Hija? | UsaMexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora