Nos miramos a los ojos, Mina lloraba, pero cuando iba a tocar a su madre la tomé de la muñeca; OBVIAMENTE QUE NO BRUTALMENTE, NO SOY UNA ABUSIVA; levantandola del piso para que me mirara a los ojos.- Trae vendas y hielo. -Ordené con seriedad.
Su mirada temblaba, temblaba con terror, me pedía explicaciones con los ojos, me pedía que le dijera por qué lo había hecho, pero yo, soltandola, dije.- Ahora, Mina. -Asintió dos veces y fue rápidamente al baño.Me agaché lentamente, respirando en calma, para ver cómo estaba la inconsciente madre de Mina. Por suerte no estaba muerta, solo dormida, y con la parte superior de su cabeza sangrando y llena de tierra por culpa de la maseta.- N-No encontré más. -La miré y me acerqué para darle un abrazo.
- Así está bien, cariño ¿Me traerías una escoba y un trapo? Hay que limpiar un poco esto... -Mi voz fue amable, quise ser amigable, tanto que besé su cabeza.
- ¿Mamá está bien? -Preguntó aterrada.
- Está un poco lastimada, pero solo duerme. -Volví a besar su cabeza.- ¿Tu papi está en casa? -Negó con la cabeza.- Genial. -La solté y ella me dió un beso, luego volví a acercarme a su mamá y le limpié un poco la cabeza, luego le acomodé las vendas y el hielo.
Mina me miraba temblorosa.
Al terminar tomé a la señora en mis brazos y caminé a la casa de los padres de Mina, para dejarla en su cama.Al volver ví a Mina barriendo, con seriedad.
- ¿Todo bien? -Entré a la casa y tomé el trapo para comenzar a pasarlo por las zonas ya barridas.- No te preocupes por tu mamá, estará bien, mañana no lo recordará, no pasará nada malo.
- No deberías haberlo hecho, no entiendo por qué lo hiciste. -Dijo pensativa, con los ojos en el suelo.
La miré.- Lo hice porque iba a golpearte, porque verte arrodillada en el suelo, a sus pies, accediendo al castigo, me hizo sentir... Mal. -La sangre manchaba al húmedo trapo amarillo.- Parecía que sentías que lo merecías.
- ¿No es obvio Jeongyeon? -Susurró compungida.
- ¿Qué cosa?
- Que lo merecía. -Paré de limpiar y la miré, iba a decirle que decía estupideces, pero, en cambio, dije.
- ¿Por qué lo merecerías?¿Por qué merecerías sufrir? No eres la clase de persona a la que se golpea, tu madre debería amarte, quererte, abrazarte. -Me acerqué y le abrí mis brazos.
- Pero ella sabe lo que estoy haciendo, por eso lo hace... -Dijo al abrazarme y apoyar su cabeza en mi pecho.
- ¿Y qué es esa cosa tan mala que haces? -Comenzamos a movernos, como bailando, con las caderas de un lado al otro, levemente.
- Estar contigo, en su gran parte.
Acaricié su mentón y logré que me viera a los ojos.- ¿Y la pasas muy mal conmigo? -Negó con la cabeza.- Entonces no creo que estemos haciendo algl tan malo... -Sonrió.
Suspiró con una sonrisa.- Estoy siendo infiel, desleal. -Acaricié una de sus mejillas.
- No serás ni la primera ni la última persona que lo habrá hecho. -Besé su frente.
- Serlo me hace sentir culpable, Jeongyeon. -Dijo.
- Entonces... -Sonreí.- Deja a tu novio. -Rió levemente.
- ¿Por qué haría eso? Yo lo amo.
- Y a mí también me amas ¿No es así? -Se quedó atónita por dos segundos y yo reí.- Tranquila Mina, no mereces castigarte tanto, debes pensarlo bien. - Tomé la escoba y terminé de barrer, ella solo estaba ahí, catatónica.
Al rato salió de su estado de piedra y me miró limpiando, yo le dejé todo blanco, luego limpié el trapo y volví con ella.- Quédate a cenar... -Murmuró.
- ¿Cenar? Tengo que volver a mi casa, si quieres podemos ir allá a cenar. -Ella se acercó y me abrazó.
- Porfavor Jeongyeon. -Me me miró a los ojos y sus labios acariciaron los míos.- Es un rato, nada más...
Quise decir que sí, pero, en cambio, dije.- Mañana tienes trabajo, no creo que sea lo indicado. -Le dí un pequeño beso.- ¿Me llevarías?
Ahora ella me besó a mí.- Claro que sí.
En el camino me sentí afortunada por poder estar abrazada a su cintura, sintiendo su delicioso olor.
¿Saben? En la vida soy como en el ajedrez, soy inconsciente, juego sin pensar en consecuencias, sin pasciencia, y siempre pierdo.
Hoy noté que había jugado y movido demasiadas piezas sin pensar. Lo hice cada vez que miré a Mina con amor, cuando me preocupé demasiado por ella, cuando pensé en ella antes de dormir, cuando casi mato a alguien por ella, y recién en este momento, en el que Mina me besaba, me decía que me quería y yo le respondía que yo también, cuando su cuerpo se separó del mío y caminó afuera en calma, al sentirme vacía, al sentir que la extrañaba, supe que había jugado mal.Desde un principio usaría a Mina, tomaría sus sentimientos y fingiría que yo también los sentía, solo queriendo placer de ella y que me ayudara a estar con mi hijo, pero hoy supe que yo era sincera con lo que decía, que salía de mi corazón, que yo la quería de verdad.
Hoy era martes, mañana iría a ver a mi hijo, mañana vería a Mina a los ojos y la abrazaría con amor.En el segundo en el que logré parpadear lo supe, tenía la capacidad de cambiar por completo nuestro destino, de parar el tiempo y rebobinar, o continuar con normalidad.
Básicamente tenía dos opciones:
- Hoy podía dejarla ir, y esperar hasta mañana, cuando por fin la vería y la besaría, intentaría evitar mirarla, aunque probablemente no podría evitarlo. La invitaría a mi casa y merendaría con ella, para ver una película juntas, pegadas, luego darnos muchos besos, y, quizás, hacer el amor con ella, besar cada partecita de su cuerpo, acariciar sus caderas con calma, mirarla a los ojos y decirle que la amo, para después dejar caer una llamarada de amor y cariño sobre ella.
Todo eso siendo una sentimental y boba enamorada.- O mi otra opción era acercarme, tomarla de la cintura, morderle los labios y arrastrarla a la casa entre besos humedos, llevarla a la cocina, subirla a la mesada, hacerle el amor con desenfreno durante toda la madrugada, demostrarle que me pertenece cada pequeña parte de su ser, tomar su corazón con las uñas y llenarlo tanto de pasión que obviamente se vería obligado a parar de latir de amor, hacerla suplicar más, azotarla contra la puerta de mi habitación y lanzarla a la cama, para deborar cada porción de calentura y deseo que pueda, amarrarla a la cama, chupar cada milímetro de sus pechos, y, cuando finalmente sus gemidos sean tan poderosos como para romper un cristal, considerar parar.
Claramente siendo una salvaje y animal utilizadora, continuando con mi juego e intentando ignorar mi sentir, para destruir lo construido.
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Mantenimiento - Jeongmi
FanfictionTodo comenzó como una tonta idea de mi hijo, me dijo que si yo convencía a la mucama de salir a comer, y le hacía algunas otras cosas, podría verlo más seguido, pero nunca creí que terminaría siendo su amante. Cuando me lo replantee ya era tarde, el...