Trabajos...

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Me sentaron en el asiento trasero y yo comencé a intentar salir por la puerta, por la ventana, por el baúl, con una desesperación inigualable. Pataleando, golpeando, al borde de arrancar la puerta.
Entonces escuché una voz.

— Jeongyeon, cálmate, ni que fuera el fin del mundo. —Levanté la mirada. Una mujer se cambió a mi lado, en el asiento, entonces comprendí todo.

— Hace mucho que no me tomabas sin mi consentimiento, Kim Dahyun. —Dejé caer mi cabeza en sus piernas y sonrió.

— Tzuyu me convenció, ahora vamos a mi casa para cenar ¿Te parece si te duermo? —Me inyectó algo en el cuello y todo se volvió oscuro.

No sé cuanto tiempo pasó.

— Dahyun... ¿Qué te dije de secuestrar gente? —Dijo una voz nueva.— Por lo menos si secuestrarás a alguien no lo traigas a casa... —Abrí mis ojos, era una mujer un poco más alta que Dahyun, con el cabello rosado

— ¿Qué hizo ahora? —Preguntó otra voz, de una rubia, que llevó sus ojos a los míos y soltó un chillido.— ¡¡Despertó, despertó!! —Dijo llevándose a la otra chica.

— Perdóname, problemas familiares ¿Dormiste bien? —Se sienta a mi lado y acaricia mi barbilla, luego me abofetea para comprobar que estoy bien.

— ¡Ay! —Me quejo, ella ríe.— Dormí bien ¿Quienes eran?

Sonríe.— Mis Esposas, mis mujeres, mis señoras.

— ¿Dos?¿Dos no es excesivo?¿Cómo haces para que te alcance el amor para ambas? —Pregunto intrigada.

— En un principio me iba a casar con una, pero se quejó porque yo estaba todo el día en el trabajo, así que busqué a otra chica para que le hiciera feliz mientras yo no estaba. En un principio no era cómodo, hasta que hicimos el amor las 3 juntas y nos dimos cuenta de que podría ser completamente funcional si todas poníamos un poco de cada una. —Dice sonriente.— Pero no hablemos de mí, cuéntame sobre esa chica.

Una risa se me escapa y mis ojos viajan lejos de ella.— ¿Desde hace cuánto me espiabas?

— Si la pregunta se refiere a esto... Sí, escuché todo eso que pasó anoche, también ví un poco con binoculares. —Ríe y me empuja levemente.— Estás totalmente loca Jeongyeon, cuando Momo se entere te matará.

— Cuando Momo se entere ya no será un tema importante, porque ahora mi hijo estará conmigo y ella no me lo podrá quitármelo. —Digo sonriente, ella levanta una ceja al oír lo siguiente que digo.— ¿Y mi trabajo?¿Me darás uno?

— Tzuyu tardó mucho en convencerme, pero creo que lo haré, aunque... Cariño, pareces bastante oxidada, ni siquiera peleaste cuando te secuestramos, hay que entrenarte un poco.

— No me molestes Dahyun. —Dije molesta, entonces la chica del pelo rosa se asomó.

— ¿Quieren beber algo? Haremos un poco de jugo de naranja... —Dahyun asintió sonriente, cuando se fue la chica dije.

— Polleruda. —Rió.— ¿No eras una macha? —Suspiró.— Señora jefa, fuerte, clase de mujer que uno espera que le pise... ¿Dónde se fue? Se me cayó un ídolo. —Dejé caer mi mano en su pierna y ella me cortó con la mirada, con su filosa y poderosa mirada.

— Tienes suerte de que mi familia se encuentre en la casa... —Susurró.— Sino te cerraría esa bocota... —La interrumpí.

— ¿Con tus besos?¿Con tu lenguota? —Me empujó entre risas.

— Te extrañé Jhonny... —Fruncí el seño.

— No puedes decirme Jhonny... No hasta que aceptes que me quieres.

— No, eso no pasará. —Dijo seria y cortante, entonces se levantó y fue a la puerta, para decir con amabilidad y amor.— Cariño, estamos bebiendo té, no creo que Jeongyeon pueda beber tantas cosas.

Una de las chicas le respondió.— Pero si dijiste que era alcohólica, su mejor habilidad debe ser beber.

Dahyun rió con ternura.— Tienes razón, quizás no le haga tan mal beber algo tan delicioso. —Volteó y me miró con seriedad, entonces estallé en risas.

— Por dios, qué ternurita, pobrecita, es tan pequeña y bella mi Dahyuncita. —Se acercó con brutalidad dispuesta a golpearme.

La interrumpió una de sus novias.— ¿Quieren galletas? Hay de las que preparamos ayer. —Reí al ver a Dahyun voltear sonriente y asentir.

Las chicas fueron muy amables y amigables, al igual que Dahyun, aunque al salir de la casa mi vieja amiga volvió a ser lo que era.

— Entonces...

— Tzuyu te llevará el fin de semana a hacer lo que tienes que hacer, será fácil, lo de siempre, espiar y anotar. —Dijo seria.

— ¿El fin de semana?

— Mina podrá esperar, trata de hacer todo lo mejor y más rápido posible, entonces te largarás con ella y le harás lo que deseas. —Paramos al llegar junto a un auto.— Te estaré vigilando, Jhonny. —Otra vez me inyectó algo.

Mantenimiento - Jeongmi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora