Soy una terrible persona, hoy estoy haciendo algo de mala persona, pero mi hijo quiere verme más seguido y yo quiero lo mismo. Mina es mi entrada, la llave maestra del plan, y tengo que atraparla por completo en mi red. Esto es solo una evaluación, nada más.
"Hola preciosa, estoy sola y tengo la tarde libre ¿Quieres venir?" Probablemente se quedaría atónita al descubrir que tengo su número, pero me reconocería al instante.
A los 3 minutos la ví aparecer. "Dame 20 minutos, tengo un par de cosas que arreglar."
Aprobada.
20 minutos después.
Abrí la puerta y me encontré con una boba sonrisa de parte de Mina, estaba apoyada en la pared de mi casa, mirándome emocionada.- Llegué a tiempo... ¿No es así?
Sonreí algo enternecida y la tomé de la chaqueta para hacerla entrar, luego cerré la puerta.- Llegaste en el momento indicado... -Tomé cautelosamente sus labios, tomando su nuca con suavidad, sus manos tomaron mi cintura y yo dejé sus labios.- ¿Qué arreglabas? -Acaricié lentamente su mejilla, tratando de ignorar la cantidad de anhelo que había en el aire.
- No arreglaba nada... En realidad me deshacía de un par de personas... -Intentó besarme, pero yo evité sus labios.
No me gustan las verdades a medias.- ¿Un par?
- ¿Quieres que te diga lo que es obvio? -Sonreí deseosa ante su miradita sexy.
- No es necesario... Solamente quería confirmar una hipótesis. -La besé lentamente, esta vez con un poco más de condimentos. Mina me prefiere antes que a su novio, gané, GANÉ.- ¿Qué deseas hoy? -Dejé un pequeño beso en su cuello.- Yo te deseo a ti... -Otro más.- A tu cuerpo... -Otro y otro.- A tus labios... - Cada vez bajaba más.- A tus piernas y tus pechos... -Lamí lentamente su cuello, hasta llegar a su barbilla y tomé sus labios para mirarla a los ojos, ella estaba tan boba que no podía moverse.
Le quité la chaqueta, dejandola caer al suelo y entonces la besé con muchísimo deseo, como a ella tanto le gusta, confuerza, prácticamente mordiendola.
Ambas nos vamos con rapidez, sin poder alejar nuestros labios, dejando prendas a la deriva, hundiendonos en un profundo océano de placer absoluto.No sé por qué me gusta tanto, no sé por qué disfruto tanto que me mire ¿Será la juventud, toda esa vida que trae con ella, todo su brillo, su sonrisa, el delicioso sabor de sus labios, sus piernas, que me hace sentir muy bien que me mire de esa forma tan furiosamente deseosa, o que me prefiera antes que cualquier otra persona? No sé, no sé.
Un rato después.
- Me encanta estar contigo... -Le susurré mientras me encimaba sobre ella, para dejarme abrazar.
- A mi también... -Acarició mi espalda con calma, haciendo círculos y dibujos con sus dedos.- Quiero preguntarte algo Jeongyeon, pero no quiero que te ofendas, es una duda, nada más.
- Preguntame lo que quieras. -Dije en calma.
- ¿Haces esto porque te complace hacerlo o porque quieres algo a cambio? -Abrí mis ojos de golpe.- Es que me resulta raro, muy de película, algo que solo pasa en sueños. -Suspiró.- Estas cosas no pasan, no en este mundo...
La miré a los ojos, acaricié con mi nariz su nariz y le dí un pequeño beso en la boca.- Lo hago por ambas cosas. -Musité frente a sus labios.
- ¿Y qué quieres de mí? -Suspiré y me alejé de ella, para levantarme de la cama y tomar mi ropa, entonces salí de la habitación, para vestirme en el living e ir por una triste copa de jugo de naranja. Deseaba una copa de vino en este instante.
Mina apareció a mi lado y se apoyó contra la nevera, entonces la miré, luego volví a mi triste copa de jugo y me la bebí en su totalidad en un muy corto tiempo.- Quiero hacerte feliz, para que me hagas feliz... -Miré al jugo de naranja con odio, estaba a punto de tomar la botella y lanzarla contra el piso para romperla con mis dientes y luego lanzarla por la ventana, pero abrí la nevera y lo guardé, Mina se sentó en la mesada para mirarme.- Quiero satisfacerte y que me satisfagas...
Comencé a mirar todas las botellas que habían en esa estúpida caja refrigerante, no había nada amargo, nada que quemara mi lengua, y eso me enfureció un poco.
Ella tomó mi mano, yo la miré, estaba parada frente a mí, la ví a los ojos y sentí esa misma necesidad, pero por su cuerpo, como si fuera una enorme botella de vino. La miré de arriba abajo, era perfecta, con el sabor amargo que tanto me gusta.- Ahora quiero que me ayudes a que se me pasen las ganas de beber alcohol... -Besé levemente su cuello.- ¿Sabes qué me ayuda?
- No... -Susurró, yo la senté en la mesada, me puse entre sus piernas, entonces me acerqué a sus labios.
- Me ayudan mucho los besos, las caricias, el sexo... -Apoyé mi mano en su pierna, subiendo por ella lentamente.
- No. -Quitó mi mano.- No quiero que me toques hasta que me lo digas...
Suspiré molesta.- Quiero meterme con tu ayuda, en la casa de Momo, mientras no hay nadie más que mi hijo, para poder estar con él. -Se lo dije completamente seria.- A cambio puedo darte cualquier cosa que quieras, puedo cumplir tus fantasías, entregarme por completo a ti, si quieres puedo darte mi casa, comprarte un departamento, pagarte la mejor universidad del país, pero quiero ver a mi hijo. -Ella me miraba a los ojos con miedo, pero con ternura, era raro, muy raro.
- Quieres que pierda mi trabajo. -Afirmó mientras tomaba mi barbilla con dos de sus dedos.
- Si me ayudas a que nadie se entere no tienes por qué perderlo. -Llevé otra vez mi mano a su pierna y me acerqué lentamente a sus labios.
Ella soltó una carcajada y me dió un pequeño beso.- Estás loca. -dijo frente a mis labios con una sonrisa, entonces me dió otro beso y sonrió más.- Puedes entrar cuando yo saque la basura, debes ocultarte de la anciana de al lado, ella siempre espía afuera, así que vienes pegada a mi moto, mientras yo la muevo, entramos al garaje y así entras a la casa y ves a tu hijo... ¿Te parece? - Sonreí ampliamente y asentí, entonces acarició mi mejilla.- Ahora sí, te ayudaré con... eso que me pediste, así que... Comienza, si quieres...
......
Hola gente, quería avisarles que probablemente le voy a cambiar el nombre a la historia, porque no me convence. Por ahora no se me ocurre ninguno, si ustedes tienen alguna idea que me quieran tirar, tirenla numas.
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Mantenimiento - Jeongmi
FanfictionTodo comenzó como una tonta idea de mi hijo, me dijo que si yo convencía a la mucama de salir a comer, y le hacía algunas otras cosas, podría verlo más seguido, pero nunca creí que terminaría siendo su amante. Cuando me lo replantee ya era tarde, el...