No tengo la tenencia, ahora el plan B

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Tres meses y medio después.

Iba cantando en calma, mientras conducía el auto, veía a la gente en la calle, siendo comidos por un aparato rectangular, ya sin hablar, cada uno en su aparato, en su mundo, encerrados.
Pronto mi aparato sonó y lo tomé con rapidez al ver que era la luz de mis noches y mis días, de mi vida, de mi corazón, de mis ojos.- ¡¡Hijo!! -Dije con alegría.

- Hola mamá. -Dijo también alegre.

- ¿Qué tal todo?¿Estás bien?¿Tu madre?¿Qué tal ella?¿Ya puedo ir a verte? -Rió.

- Estoy bien, mamá también y te llamo porque... ¿Puedes venir? En la tele darán Mamma mia dentro de 30 minutos y mamá la odia. -Pobre mi pequeño, le gustan los musicales.

- ¡¿De verdad!? Iré a comprar algo para comer y voy ¿Bien?

-- ¡Si! -Dijo alegre, entonces colgó.

Siempre me posee la alegría al escuchar su voz, es tan bonita, él lo es ¿No? Es mi hijo, obviamente es lindo.
Aún recuerdo su nacimiento, fue... Aterrador, pero hermoso.

Hace 12 años y algunos meses.

- Han entrado cosas peores ahí, Momo, no creo que sea tan difícil. -Dije divertida mientras acompañaba a la camilla.

- ¡¡Te odio Jeongyeon!! -Reí dejándo ir a los médicos y a Momo.

- ¡Te amo! -Ella respondió mostrándome su dedo del medio y yo reí mucho.

Dí vueltas durante un rato larguísimo, poseída por el terror, escuchando a mi mujer maldecir hasta a su tatarabuelo. Fue divertido, pero me temblaban las manos y las piernas.
De repente se oyó un llanto de bebé y algunos minutos después una mujer de azúl salió y me dijo.- ¿Jeongyeon?

- ¡Sí! -Dije yendo hacia ella, quién me colocó una cosa rara azúl, un gorrito, y me hizo entrar.
Y ahí estaban, mi mujer y...- ¡¡No puede ser Mono, esto es asombroso!! -Susurré mirándola, ella asintió sonriente y me acerqué más.- Es una bola rosada... -Susurré sonriente.- ¡¡¡Tenemos una bola rosada!!! -Rió silenciosamente ante mis susurros.

- preséntate. -Me entregó al bebé, yo lo tomé con cautela y me miró a los ojos.

- Ho-Hola bebé... -Dije sonriente.- ¿Cómo estás? Yo muy bien, me llamo Jeongyeon y soy... Algo así como tu madre. -Sonreí más ante su carita de bebé.- Eres hermoso. -Suspiré.- Eres rosado, pero no te preocupes, no creo que seas así para siempre como la pantera rosa, todos somos rosados cuando nacemos, de hecho yo era mucho más fea que tú cuando nací, así que no tienes porqué sentirte mal... -Momo rió otra vez y yo la miré, luego volví a mi hijo.- Te devolveré a tu madre ¿Si? -Besé su frente y se lo entregué a Momo, entonces me senté a su lado.- ¿Fue difícil? -Asintió.

- Acabo de sacar un bebé de mí. -Dijo anonadada mirando al pequeño.- ¿No es increíble? -La besé.

- Es muy increíble.

Hoy.

Fuí a la casa de mi ex con rapidez, a toda velocidad, luego de comprar algunas cosas, pero al golpear la puerta me encontré con alguien que no conocía.- Buenas tardes.

- Buenas tardes. -Revisé a la rubia con una mirada rápida, era jóven, muy jóven.

- Usted es Jeongyeon, la otra madre ¿No es así? -Asentí mirándola con un leve deseo, casi inexistente, tampoco ser babosa.- Pase. -Me abrió por completo la puerta y yo fui directamente con mi hijo, lo atrapé en mis brazos en cuanto pude.

- Hola señorito. -Dije haciéndolo voltear para así abrazarlo agachandome un poco.

- Hola mamá ¿Cómo estás? -dijo sonriente.

Mantenimiento - Jeongmi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora