𝐸𝑙 𝑟𝑜𝑐𝑒 𝑑𝑒 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑖𝑜𝑠 | 𝑁𝑎𝑡𝑎𝑙𝑎𝑛 𝑦 𝑡𝑢 |

𝐕𝐈𝐈

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Natalan.

Las últimas palabras qué dijo las note demasiado sinceras, pero vamos, está chica es más bipolar qué cualquier chica cuándo está con la regla. Por más seria qué esté, haré qué su interés por lo que quería preguntar aparezca de nuevo.

Miraba a _____, una parte de mí decía"vamos, tratala bien", pero simplemente no podía. Al principio al verla seria me hacía sentir extraño, pero momentos después al verla reír en todo el camino por las tonterías qué decía, era algo lindo ó por lo menos era lo qué pensaba, pero esa duda entra en mí nuevamente, él chico con el que estaba ¿en verdad sería un amigo?.

Allan, deberías controlar estos estúpidos pensamientos. Sí fuera otra persona en verdad diría qué ____ está empezando a gustarme, pero vamos... no llevamos ni un mes hablando. Sería ridículo.

- Y bueno, después de que hiciste qué me olvidará del rato serio de hace unos minutos..., ¿me dirás quién era la chica con la qué estabas? - Se detiene ella para mirarme fijamente a los ojos, está chica si sabe cómo ponerme de nervios.

- Era mi exnovia, estábamos aclarando algunas cosas. - La miró sin ninguna expresión en el rostro.

- Ah. - Exclama con un tono de indiferencia.

- ¿Pasa algo? - Meto mis manos en los bolsillos delanteros de mi pantalón, el frío estaba de la chingada.

No dijo nada más, sólo empezó a caminar a lo qué yo sólo la seguí. Qué mujer tan rara, pregunta, le respondo y ahora me ignora otra vez, está es otra de las razones por las qué no intentaría algo con ella, no podría.

- ¿Quieres ir por un café?, hace algo de frío... - Me vuelve a mirar mientras frota sus manos, se notaba qué tenía frío ya qué sus manos estaban totalmente blancas.

- Para nada, vamos a mi departamento. Por lo menos adentro estará caliente - Suspiró y ella arquea una de sus cejas en modo de estar pensando. - No pienses mal, sólo tomaremos una taza de café y ya después podrás irte o bueno, ahora sí te llevaré a tú departamento

- Bien, sólo te dejo en claro qué estaremos a una cierta distancia, ¿de acuerdo?

- Ni qué quisiera comerte. - Suspiró y comenzamos a caminar en dirección hacia mi departamento ya qué no quedaba muy lejos de dónde estábamos.

En cuánto llegamos al edificio, cruce palabras con Hugo, el conserje del edificio y después estábamos subiendo las escaleras para ir hacia mi departamento. Después de Vane, ____ sería la segunda chica en entrar a mi departamento y bueno eso me tiene más qué feliz, no cualquier chica pisa el hogar de Allan.

- Es demasiado lindo como para qué vivas tú solo - Sonríe ella en cuánto entra al departamento.

- Gracias supongo. - Cierro la puerta detrás de mí, y me dispongo a caminar hacia la cocina. Carajo, sólo tenía americano, es lo qué hay y es lo qué tomará.

- ¿Todo bien? - Se recarga en el marco de la puerta.

- Lo olvidaba, sólo tengo americano

- ¿Qué tiene?, es el café que tomo todos los días. Vamos, prende esa cafetera qué muero de frío - Suelta una pequeña risa mientras se abraza a si misma.

- Prenderé la calefacción, ahora vengo

Después de haber encendido la cafetera, salí de la cocina para prender la calefacción y así de pasó agarrar un suéter para prestarselo. Vamos, no soy tan malo cómo parece.

- Gracias Allan. - Agarra el suéter y sé lo pone de inmediato.

- Y, ¿quién era el chico qué estaba contigo?

- Un amigo, sólo eso. - Suelta un suspiró.

- Ese suspiró me dice otra cosa. - Empiezo a servir el café en dos tazas. Le extiendo una a ella y agarró la taza sobrante para caminar hacia la sala.

- ¿Me harás tomármelo aquí?, ¡carajo tienes un balcón de ensueño!, vamos hay qué salir - Sonríe ampliamente.

- Hace frío afuera. - Caminó hacía el balcón pero antes deslizó la puerta para salir. - Bienvenida a la única parte buena de mi departamento

- Es asombroso, digo, son muy pocos los departamentos qué tienen vista a la ciudad y tú eres uno de esos afortunados

- Eso es verdad - Sonrió y me siento en el sofá que estaba mientras contempló la vista.

Ella se sienta a mi lado sin decir nada, una gran sonrisa estaba en sus labios, se notaba lo mucho que estaba disfrutando tanto del café como de la vista. Sería muy estúpido de mi parte sí ahora mismo le digo algún comentario con indiferencia hacia ella.

- ¿Cuánto duraste con ella? - Me mira ella sonriendo.

- No me gusta hablar de eso. Aparté, tú no me terminaste de decir... - Me interrumpe en cuánto estoy por terminar mi frase, hasta maleducada ha salido.

- Era mi exnovio, tampoco me gusta hablar del tema - Bebe de su taza de café.

- Entonces no hablemos de eso.

- Allan, creó qué algo me está pasando contigo. Te veo y los nervios se apoderan de mí, es una estupidez por qué solo llevamos unos días de conocernos y no sé... - Su mirada se fija en mí, pero yo solo trato de evitar contacto con ella.

Me quedó callado por un momento, ninguna chica había sido tan directa conmigo, ¿ahora qué?

- Lo lamentó, debo irme... - En cuánto está por levantarse la detengo haciendo qué se siente nuevamente.

- Sólo quédate. - Es lo único qué logró decir ya qué sigo pensando en algo coherente para decirle.

Ahora viéndolo bien, no estará tan mal mostrar por un tiempo lo qué empecé a sentir por ella en tan poco tiempo. Si no lo intentó, nunca sabré lo cómodo qué estaré con ella, ya saben lo qué dicen, él qué no arriesga no gana, y así solo sean unos días de haberla conocido, yo ya gané con ella, yo ya gane con ____.

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