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Natalan.
Desconcertado, me levanté de aquella silla en la qué estaba sentado. No tenía mucho que había terminado con Vane, y había una barrera que me impedía olvidarla y era lógico, una persona no se olvida así nada más, la chica qué estaba enfrente de mí era sólo una desconocida no entiendo qué estaba esperando.
La miró algunos segundos más, quería quedarme a platicar con ella sobre algunas tonterías como quizás a dónde iría después, pero sólo me límite a hacerlo y sólo caminé hacia la puerta dejando mi comida sobre la mesa.
- ¿Allan?, ¿porqué te vas? - Me nombra ella haciéndome voltear de inmediato.
- Tengo qué arreglar unas cosas, no te metas. Tengo cosas más importantes qué hacer, no tengo tiempo para estar sentado
- Eres un idiota, solo piensas en ti
- ¿Un idiota qué te está dando falsas ilusiones según tú perspectiva?, no deberías ilusionarte de una persona que acabas de conocer. A simple vista puedo ver lo loca qué estás por mí, estoy soltero, no encuentro el problema en solo pensar en mí
Suelto una carcajada mirándola y salgo mirando a los lados, sólo quisiera largarme de esté sitio y nunca haber venido. Vaya amargó desayunó, nunca creí que desayunar con una chica me traería tantos pensamientos y tanto enojo a la vez.
Caminó hacia la parada de autobuses ya qué quizás iría por algunos vídeojuegos para la consola, iba distraído, aquella chica no salía de mi mente y todos sabemos cuál era el remedió para olvidarla, "invitar a Vane a salir", aunque sea cosa del pasado, hay cosas pendientes por hablar y resolver.
- ¡Detente! - Se escuchaba la misma voz de hace un momento, sólo qué esta vez se escuchaba agitada. Habrá corrido todo lo qué he estado caminando.
- ______ escúchame, quiero tener un día tranquilo. ¿Quieres disculpas?, discúlpame, ahora debo ir a comprar unas cosas, necesito despejarme y créeme, estar contigo no es una opción
- ¿Qué pasó?, en la cafetería estabas muy decidido a platicar conmigo - Acomoda la gran sudadera qué tenía y suspira haciendo una mueca - Discúlpame a mi por haberte dicho idiota, se qué no quieres estar conmigo, pero dame la oportunidad de hacerte pasar una buena tarde
¿Está niña es tonta ó se hace?, creí qué era más decidida de lo qué decía. Me gustaba su manera de tratar de ser ruda, pero veo qué ella sólo se está haciendo fantasías de una adolescente, debería abrir los ojos y pensar qué no todo es tan lindo como en los libros de ficción.
- Ya no importa, nunca te pedí una disculpa hacia lo qué me haz dicho
- Quería hacerlo
- ¡Tremenda bocota qué te cargas, ya cierrala!, no aguanto tú irritante voz
Sólo sé quedó callada, caminé y me dí cuenta de qué ya no me seguía. Por una parte sabía qué me había escuchado grosero, pero viéndolo por el lado bueno la dejé a ella y a su boca parlanchina en su lugar.
Entre al centro comercial, fui directamente a la tienda de videojuegos para buscar alguno qué fuera de mi agrado pero no fue así, todos eran repetidos ó no eran recientes.
- ¿Buscabas algo en especial? - Su voz era tan linda cómo siempre lo ha sido, al momento en qué me volteó me percató de que era ella quién estaba enfrente de mí.
- ¿V- Vane? - La miró de reojo y una sonrisa aparece sobre mis labios.
- Era una broma, mi novio trabaja aquí. Podría decirle y él se encargará de eso, ¿entonces?
Típico de las mujeres, creen qué cuándo eres su exnovio piensan qué nos interesa saber sobre sus actuales novios. Son sólo estupideces.
La miró y en sus ojos se refleja una calidez con la qué logró conquistarme desde el principio. Ahora sé qué ella sigue estando en mis pensamientos, pero ya no es lo mismo, ______ entró en el momento menos esperado pero es linda viéndola por el lado positivo.
- No, sólo pasaba para ver algunas cosas.
- Deja de mentir. Pasaste, me viste y quisiste inventar una excusa para qué habláramos
Vaya, está chica tiene el ego tan alto que piensa que todo gira entorno a ella.
- No te sientas tan importante, buscaba un videojuego y este es el único lugar dónde venden todo tipo de juegos - Río.
- ¿Acaso miento?
Carajo, su ego es mucho más grande de lo que pensaba hace un momento. Pero no soy nadie para juzgarla, en su tiempo lo fue todo para mí y ahora no puedo tomarme el tiempo de estarla agrediendo. Olviden todo, es mi pensamiento y puedo pensar lo que quiera.
- No. ¿Podemos hablar afuera?
- No tardemos.
Salimos de la tienda, estaba nervioso y ella estaba igual. Cualquiera qué nos viera podría notar qué somos algún típico noviazgo qué se pasea por el centro comercial, ojalá siguiera siendo así.
La invitaré a salir, no me importa su estúpido novio. Sólo quiero sacar a _____ de mi pensamiento y así poder seguir con mi vida cotidiana, quiero olvidarme de esa parlanchina de una buena vez.
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𝐸𝑙 𝑟𝑜𝑐𝑒 𝑑𝑒 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑖𝑜𝑠 | 𝑁𝑎𝑡𝑎𝑙𝑎𝑛 𝑦 𝑡𝑢 |
FanfictionQuién diría qué por un encuentro pasajero, moriría por tan sólo un pequeño roce de labios, nuestros labios. [Finalizada]♥ Meta completada: Fanfic leído por Natalan el 14/03/22 ✓ ¡Gracias por tanto apoyo!