00. Bálsamo ausente • Extra

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Otro sin nombre más camina entre la masa,
tapando sus pensamientos con telones de odio;
tantas inseguridades y sufrimientos lastra
que no se atreve a mirarte el rostro;
evita hablar más de lo necesario,
decidido más por estar solo;
pese a eso, de esa soledad es presidiario,
y no se cansa se repetirlo en este foro.

Su sentimiento es ser tan inferior y minúsculo,
y que prefiere evitar hablar de lo que siente;
no quiere que sientas pena por él,
y por ello se guarda todo en su subconsciente,
y es que se muere de rabia si lo corriges
porque eso demuestra que no está siendo eficiente;
que cada vez que toca el triunfo,
todas las recompensas son inconsistentes
mientras mira desde el suelo a los demás sonreír,
buscando dejar de ser tan deficiente;
siempre caminó solo, para él nadie estuvo allí,
y si lo estuvieron, no le dijeron nada útil realmente,
¡pero el veía como les abrían los brazos a los idiotas
que no lo tenían cerca por pensar diferente!

Y él se siente tan deficiente al ver a los demás
como logran hacer todo con facilidad,
¡en cambio él se tiene que esforzar
y aún así nada garantiza un resultado final!
se ha tomado con humor lo malo si le ha ido mal,
pero por ello ahora se siente un payaso
y el resto lo consideran un inmaduro bipolar;
le contó eso a una persona y sólo se supo burlar,
se lo dijo a otro y sólo lo supo regañar.
El que lea esto no hará más que leer,
no lo podrá ayudar ni tampoco querrá,
¿por qué el resto tienen gente que no los defraudará
y él sólo a las poesías? Ya se empieza a desesperanzar
mientras ve a otros con envidia,
¿por qué ellos no tienen por qué llorar?
los idiotas tienen para empatizar a sus papás,
¡¿qué carajos?! Los suyos sólo lo saben regañar,
le dicen que para eso allí están
pero si les dice sus inseguridades no lo van a apoyar.
No, yo soy un hombre, yo no debo llorar…
¡joder, si ellos le dijeron que era igual a un animal!

Sus conversaciones aburren,
¿por qué le insistes en hablar?
cuando alguien le dice que dice algo interesante,
no sabe siquiera cómo contestar;
sólo sabe reírse y no tomarse nada en serio,
mientras se pregunta cuánto tardará en esa plática cortar,
y, claro, por decir yo esto yo sé lo que le dirás,
que es un asco de persona, ¡él si se va a expresar!
No, no va a adornar sus fallos como árbol de navidad,
no dirá estupideces que suenen bien para agradar
ni tampoco fingirá ser elegante para ocultar su vulgaridad.

Y si, ya sabe que él se porta agresivo con todos
porque es un maldito lobo sin domar,
¿qué esperabas? Siempre que él no quería dañar ni a una planta
lo veían como un débil sentimental.
Pudo vivir engañado en su burbuja toda su vida
como lo hacen otros que él suele mirar,
pero él prefiere ser libre y esbozar una sonrisa,
estando en sus planes el llorar;
él prefiere vivir en la realidad
aún sabiendo que le falta vivir de verdad,
que ha crecido y que la comida nunca le suele faltar...
y aún así está llorando por ser un fracasado más.

¿Yo? Yo soy aquella que siempre lo escucha,
y la única que nunca lo ha defraudado;
soy el que le sabe dar un corazón
y soportarlo cuando está frustrado,
aquella que sabe llenar su vacío
sin la necesidad de tener que agobiarlo…
Exacto, yo no existo,
y por eso yo no puedo ayudarlo.

Palabras SuicidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora