00. La leyenda del fénix que resurgió de la escarcha • Epílogo

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Se dice que aquella noche los relámpagos lloraron
y las lágrimas derramaron defectos supuestamente olvidados,
se dice que en la envidia un cuervo se ahogó
al ver como todos tenían a un mejor amigo pero él seguía atascado,
como, sin importar el medio, otros apreciaban a otros
pero nadie le había dicho a él que valía, y a eso permanecía encadenado.
Se dice que murió de inanición por no tragar lodo,
que veía como el triunfo lo obtenían los inútiles y los más insospechados,
¿qué tenían esos seres que no se esforzaban
para triunfar en un público? Ignorancia, era más claro que lo esperado,
pero, ¿qué gracia tenía seguir esforzándose
si igual iba a haber una obra sosa y sin mínima complejidad asechando?

Cuenta la leyenda que vivía afligido en esa soledad,
que lloraba cada noche y nadie tenía mínimo interés en él,
que todos pasaban de saber de qué pasaba en su vida
pero él escucho a los demás sin reproches a más no poder,
que nadie le tendió la mano pero él si lo hacía,
que era mejor amar que ser amado, pero tanto le afectó en su parecer.
Se relata que sólo lo consolaba la poesía
porque sólo allí nadie le daba la espalda cuando quería querer,
que no asumía la dureza en la que vivía
y que añoraba ser lo que fue una vez.

Cuentan que vivió enjaulado en un volcán
hasta que un día se cansó de llorar en el suelo,
que se dijo a sí mismo que era un titán,
que al final sólo era cuestión de no tener miedo
y aceptarte tal y como eres, que no hay más,
que el desengaño tiene filos fieros
pero que no hay por qué preocupar,
tenemos vidas infinitas en este videojuego
y sólo es cosa nuestra avanzar,
mejorar la puntuación y conseguir los ítems
sin necesidad de usar trucos que faciliten tu posición social,
que no hay que abandonar partida,
no tenemos nada por perder pero si poco por ganar.

Se dice que en un atardecer el cielo oscureció,
que los paisajes se llenaron de blanco en aquella nevada,
que el frío llegó al cero absoluto,
y que cayeron intoxicadas las rosas hadas.
Dicen que las penas se fueron en un movimiento bruto,
que se llamo a si mismo "anónimo" en ese duelo de espadas,
que escucho sin inmutarse diez mil insultos
y que ganó sin parpadear aquel polvoriento duelo de miradas.
Cuentan que se cuestionó a sí mismo
y salió de su hoyo cuando sus heridas ya estaban cerradas.

Era el día que el fuego se tornó violeta con una mirada
y que las palabras se transformaron en lenguas.
Era la leyenda del fénix que resucitó de la escarcha,
que por un día fue portador de su propio dialecto,
que ese día volvió a su éxodo certero, ¡se puso en marcha!
afilo su escaso y tardío intelecto
y lo usó como pudo, acertó tomando sus recursos,
pero, como todos, otra vez cayó del cielo,
y su único acogimiento fueron esos arbustos;

con el corazón en la mano se tragó sus ideales,
con tantas promesas de no volver a caer terminó su vuelo,
congeló los árboles que lo habían resguardado de la caída,
piso con sus cansados pies en el frío suelo
que quedó aún más gélido tras arrastrar sus plumas
y marcar sus rastros como fósiles fundidos a negro,
sus huellas dejaban atrás su sensación de ser invencible
y esa voluntad falsamente inquebrantable de acero...
pudo seguir con ese dolor por siempre,
pudo seguir preguntando a nadie si un día quedará satisfecho,
¡pero decidió volver otra vez de la muerte!
al fin comprendió por qué había quedado deshecho;

y es que era tan simple cómo asimilar que no hay que parar,
el fénix fue tan estúpido como para no comprender eso,
es cosa de saber que nuestros defectos siempre volverán
y que por más que subas caerás de nuevo,
puede que suene algo pesimista, pero cosa de evolucionar
y no llorar por cada mínimo y absurdo sufrimiento,
¿por qué me engañé así sabiendo que habrán más tristezas que alegrías en la vida?
tal vez sea más complejo que solo gozar un momento,
tal vez sea más simple que sólo vivir entre agonía,
tal vez vuelva a caer al terminar esta poesía, y si pasa, caeré sin resentimientos,
viviré con una sonrisa cuando vaya para arriba
y reiré cuando emprenda subida pero vaya cayendo.

Cuentan que los volcanes humearon vapor frío,
que ese día Groenlandia tembló,
que se perdió la coherencia en lo escrito
por la tinta carmesí de un vulgar escritor,
que los vuelos surgieron de imprevisto
y el Triangulo de las Bermudas los hundió,
que en el velatorio del sueño que una vez fue descrito
el cadáver deshizo su putrefacción y respiró,
que la ortografía era perfecta, según lo dicho,
pero implacable para el autocorrector.

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⏰ Última actualización: Jan 05, 2021 ⏰

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