03. Maniobras secretas

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Hoy he esclarecido mis pensamientos
y he soltado en palabras mis errores
más claros y llenos de resentimiento
hacia las nubes de lluvia a montones
que se precipitan al llano entendimiento
del espejo perplejo de mis acciones
y salen como humo del conocimiento
separando realidad de interpretaciones…

[…]

Entonces difumino en mi mente
un engranaje de futuros inconexos
que se llevan un hilo permanente
de memoria resguardada en versos,
versos utópicos de este presente
sumergidos en pedazos del tiempo
y la sangre de un corazón latente
que se derrama en el drama experto
de la película de lo inconsciente
exhibida en el cine negro del fuego.

Marco estrenos mundiales en el calendario
y canto con fuerza la letra de una canción
que habla de la ambición que vive a diario
el plagio de Bunbury y su chispa del amor,
y me la aprendo de memoria en unos ratos
de repetirla como loco en plena obsesión
y me lamento si empieza a perder encanto
tras ver que sabe a poco sin intervención.
entonces pasa efímero y fugaz aquel rayo
que sería una lluvia de cometas e ilusión,
no se refleja para nada el acto en el ensayo
y aquel espectáculo tan macabro de adicción,
de vicio, de locura y del rock más extraño
que distorsiona las guitarras rojas en evasión,
habla misterios que me hieren y hacen daño,
que tiran a matar en un hablar de reacción,
¿y a quién culpar? ¡¿a quién lanzar el impacto?!
sólo mi retrato retrata la sagrada alucinación,
sólo mi mirar cae presa del vacío y el desamparo
que una vez dejé con soberbia y equivocación.

Tal vez fui demasiado ambicioso
y perdí la fragancia del vuelo libre,
acabé apestando a un vulgar ocio
y la ginebra que algún día bebiste;
ahora sólo puedo oler un sitio roto,
un lugar pedido entre lo invisible,
donde descansa el hielo que tomo
de entre un cuadro irreversible
para escribir cómo poco a poco domo
aquello que me trae hoy tan irascible
y que derrite los glaciares de este polo
ubicado fuera de la rosa de los vientos,
cerca del noroeste y a punto de un robo,
con cenizas dibujando caricias al cuerpo
intangible de una oveja vestida de lobo
con piel de los miedos que envuelvo.

Cuando las luces se apaguen vendrá Insomnio
a buscar a su amante que es la zorra de Ansiedad
que se entrega a cualquier pensamiento de odio
que conspire contra la salud de la exacta veracidad,
cegando la objetividad entre cuentos de colmo,
de atrofio y confusión mirando a la luna y su verdad
tan cruda que supura por torturas en los folios
que jamás han sido escritos y no lo serán nunca más,
no, nadie escribirá cartas para el brutal enojo
desde la paranoia que encierra al que intenta progresar.

Entonces las estrellas bajarán al techo que miro
y no habrá más cielo que el evidente encima nuestro,
perderé la cuenta de los miles y miles de suspiros
que perdí pensando en algo que ahogase este complejo,
perdiendo por completo la noción de lo que digo
y siendo mi misión la Nación del Silencio y sus aposentos
donde reposa el destino del pobrecillo que viaja
y nunca se relaja buscando algo sin ningún motivo,
y en esa innegable perdida de tiempo,
voy rumbo al encuentro de un destino más agresivo
mientras voy subido en la terquedad de mi cuento
evitando ver la rabia que encontré en mis sentidos.

Será allí cuando mis mil soliloquios irán quedando locos
y se sumarán a la esquizofrenia de mi fatuo reposo,
empezarán a ver maniobras secretas detrás de casi todo
y con egoísmo lo evitarán para sólo los otros pocos
que vendan su cordura a las balas sin pólvora del tonto
y su parábola sin mensaje seductora de mis trozos…
y vaya realidad que guardo entre las acciones irreales
que inventa con astucia la ignorancia que escojo
y de la que no pensaré hacerme responsable
mientras tenga el elogio de no haber salido del gozo
que es la mentira y la falsedad más viable
al camino duro que es afrontar que yo causé los destrozos.

Putos intentos de engabrumas
que guardo con tontas excusas,
ya no hay maniobras letales
escondidas entre mis brumas…

[…]

¿Y quién tiene la culpa?
dime, ¿quién?
¿Y quién es el que no lucha?
¿quién es?
¿Por qué pasa en capucha
y no mira bien?
¿Eres del tipo que se turba?
¿o te eres fiel?

[…]

He decidido salir adelante
y dejar de lado estas curvas,
no ceder al cuerpo del trance
y seguir sobrio en la lucha
porque sea de mi alcance
lo que caiga cuando ocurra
el momento más preocupante
de esta insaciable furia.

Palabras SuicidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora