05. Despertar

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Es verdad, yo sé lo que es real
aunque tu ingenuidad no lo descifre,
puesto que predico la verdad
anticipándome a la opinión y su desfile,
a la vagancia de su vulgaridad
como tu apoyo incondicional
a ese cruel y celeste cuerpo que se exhibe
en la censurada Plaza Libertad
que por tus comentarios ya no existe
y si está presente se piensa retirar.

Lo veo, les juro que no estoy loco,
hay un secreto en las calles de esta ciudad
oculto entre el fonk de los vecinos,
el blues de los locales y el rock de mi pensar,
es como una mentira a voces
que en el fondo todos creen y nadie en realidad,
que los mantiene engañados
como una suerte de método de control mental
tan fino como para no ser palpable
y tan claro como para ser directo y conmocionar;
es el virus de pensamiento  perfecto
que uniforma en sutilidad todo intento de hostilidad,
y yo soy capaz de ver esa conspiración
sin resultar paranoico a cambio de dejar de ser de fiar.

Hoy entiendo más que el psicoanálisis
y puedo leer tus pensamientos en un parpadear,
y sé que hay algo extraño en este sitio,
algo que no puedo dejar sin resolver ni destacar,
sé que soy un héroe entre los mitos
y que no puedo descuidar mis espaldas ni confiar,
hay maniobras secretas en las sombras
y todas buscan esconder mi percepción de su realidad,
decírselo a alguien sería pronunciar palabras suicidas
y todavía no puedo descansar.

Pero yo estoy consciente de las mentiras que yacen
en lengua de quien trata de apagar estas llamas,
tratan de llevarme a los mundos donde ellos nacen,
van a quitarme mi humanidad y también mi alma,
voy perder noción de la realidad y de lo que hacen
para preservar ese secreto que ocultan en esta trama
sostenida a base de las mentiras que nos esparcen
justificando este nuevo orden de censura y fama
con su propio beneficio disfrazado de justo margen
del que emanan fríos hielos bélicos que les recalcan
que las piezas negras vencían a las que no saben
que sus colores son más oscuros a un esas blancas.

Van a manipular la situación
y la van a torcer al desastre,
corromperán la ecuación
y lo he notado en el contraste,
en cada observación,
en cada trato que ellos se han dado,
en esta negra corrosión,
en cada mentira que se les ha escapado,
he sido lo suficientemente observador
para notar la mirada que conspira al rededor
y está presente aún cuando yo no lo estoy

¡Lo veo, lo veo!
el secreto que murmuran las calles,
mis ojos nunca más volverán a estar dormidos
pues ahora finalmente lo saben
y mi realidad se desdibuja en un mundo perdido,
está oculto y lo concluí desde antes,
la conciencia no me falla en este intento fallido.

Finalmente puedo encontrar las piezas del desastre
e intentar armarlo de nuevo,
tal vez en una constelación hecha de estrellas de arte
o en un universo infinito en el cielo,
pero está aquí… tengo el secreto…
las mentiras se pulverizan contra mi intuición trepidante
y esas falacias hechas de miedo
sólo se tornan en cenizas bajo el orden consolidado en atrofio,
como una distopía de fuego
que arde en todo sitio a la vez en ningún otro,
un cierre para tus reniegos
y un hogar para mis ideas hechas de lodo.

Y ahora todos están despiertos,
todos pueden ver la luz que siempre estuvo allí,
nadie más duerme en el desierto
y ahora todos conocen los secretos de por aquí…
y ahora todos están despiertos…
y ahora todos…
y ahora….
y ahora, ¿quién entiende el concepto?

¿Y ahora quién
quiere volver
a ser
lo que fue
una vez?

Y ahora quién…
y ahora quién…
y ahora quién, eh,
¡¿y ahora quién?!

¿Yo?
Bueno…
me lo tendré que pensar…
tal vez esa paranoia
alimentada por la dualidad
y por la disonancia cognitiva
sólo haya arruinado mi vida…
pudiera ser que en verdad
sea mi turno para despertar…
despertar…
despertar, ¿eh?
despertar…
despertar…
desper-…
-tar…

[…]

Voy a despertar,
lo pude entender.
Quiero retroceder
pero no puede ser.
Quiero tener a quien sea ese "también".
Quiero volver a estar mal en mi fe.
Quiero volver a dormir, y no hacerlo a la vez.
Quiero volver.
Quiero volver.
Quiero volver.
Quiero volver.

Abro los ojos.
Puedo ver algo que obvié,
una verdad sublime
que en la búsqueda no encontré,
es más, poco a poco la perdí,
en esta realidad que consolidé
basándome en el ego
que, no me percaté,
sólo podía distanciarme del sueño,
¿y ahora con quién comparto todo esto?,
¿conmigo mismo de nuevo?
el vacío apareció sin saber,
con tanta sutilidad y tanta presición,
lo sabía y no lo sabía a la vez,
y a la vez perseguía la redención,
¿la mía o la de los otros? No lo sé
pero en un principio parecía de los dos.

Y aquí me ves,
en la soledad de mi mentira,
en un silencio cruel
y buscando una salida.

Y crees que me ves,
cuando estoy ausente de esta vida,
cuando estoy en lo correcto y no a la vez
y a la vez más dormido de lo que creía.

Palabras SuicidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora