Capítulo 7.

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Harry abre la puerta de su hogar el cual estaba completamente a oscuras, prende la luz del lugar y Louis inmediatamente se da cuenta del desorden que estaba por todos lados.

Vidrios rotos, botellas vacías de algún tipo de alcohol que no conocía, no había ropa tirada por ningún lado, pero era como si hubiera habido una gran pelea en el lugar.

Harry avanza y Louis lo sigue, no puede evitar mirar las paredes en busca de algún retrato familiar, pero no había nada en ellas, incluso había un pequeño ratro de polvo que le indicaba que todos esos cuadros habían sido removidos.

Da un paso en falso y pisa un poco de vidrio, este cruje bajo sus pies y el ojiazul baja inmediatamente la mirada.

Debajo de él había una gran fotografía con una familia entera retratada, entre ellos estaba Harry, pero se veía un par de años más joven.

El ojiverde aparece en su campo de visión y trae un pequeño botiquín entre sus manos temblorosas, Louis se da cuenta inmediatamente que Harry ya no se sentía seguro.

—¿Estás bien?— Harry sube su mirada hacia los claros ojos de Louis y asiente con lentitud, mintiendo.

Louis sonríe de forma amable y toma con suavidad el brazo de Harry, jala de él hasta el sillón, primero se sienta el ojiazul y luego le hace un gesto al ojiverde para que se sentara frente a él.

Harry lo hace.

—No pasará nada ¿está bien? No te juzgaré por nada de lo que está a nuestro alrededor, sólo quiero curar tus manos y que estés bien— a Harry le cuesta creerlo, miérda, se había vuelta tan desconfiado y no podían culparlo.

Finalmente suelta un suspiro pesado y estira una de sus manos al chico frente a el, Harry queda aturdido ante la delicadeza en la que Louis le desinfectaba sus heridas, si soltaba algún quejido de dolor el castaño se inclinaba un poco y soplaba con suavidad sobre la mano de Harry para otorgarle alivio.

Harry quería largarse a llorar ahí mismo, sentía que no merecía ese tipo de trato.

—¿Sabes? Siento que este lugar te deprime— Louis saca el tema de conversación con cuidado y Harry tensa sus labios ante eso.

—Es lo único que me hace sentir cerca de mi familia— Louis asiente en silencio y luego toma la otra mano de Harry para realizar el mismo procedimiento.

—Lo siento, no debí decir eso.

—La verdad tienes razón, me siento triste al estar aquí, pero aún así no quiero irme— el ojiverde se encoge de hombros y Louis mira las manos de Harry totalmente desinfectadas.

—No sé si lo sabes, pero debes dejar de beber para que tus heridas cicatricen, el alcohol hace más lento el proceso.

—¿Por qué insinuas que bebo?

—Todas las botellas vacías me lo indican, sólo no lo hagas hasta que tengas tus manos sanas— Harry alza sus manos y las mira con atención, quizás Louis tenía razón.

—Está bien, no lo haré.

—¿Lo prometes?— Louis sin darse cuenta, logró darle en el clavo.

Harry lo mira con sus ojos entristecidos, característica de él, cuando hacia una promesa jamás las rompía, desde hace mucho tiempo dejó de prometer cosas.

Pero ahí estaba Louis, ofreciéndole ayuda, cuidando sus heridas, salvándole la vida y todo eso ocurrió en un par de horas.

Era la primera persona que en mucho tiempo le había demostrado interés, interés verdadero, no podía decepcionarlo.

Lo prometo.

Sólo eso bastó para que el acelerado corazón de Louis se calmara, aúnque había visto la duda en sus ojos, logró ver la sinceridad y el temor de una promesa rota en ellos.

¿Qué había sucedido para que Harry estuviera tan lastimado? Está claro que perdió a su familia, la sombra de ellos consumen al ojiverde frente a él, pero ¿por qué?

Louis momentáneamente ve su celular y cuando ve que ya estaba por amanecer decide que es hora de irse, debía dormir aúnque sea un poco para no alterar por completo su horario.

—¿Me darás tú número?— Harry sale de sus pensamientos y lentamente niega con su cabeza.

—No tengo teléfono, quería alejarme de todo así que lo dejé inservible— Louis le da una sonrisa tranquilizadora y se levanta de su lugar.

—No pasa nada, sé dónde vives— el ojiazul hace una mueca ante eso— eso sonó tétrico, pero sabes a lo que me refiero, debo irme, fué un gusto Harry.

El recién nombrado se quedó quieto en su lugar, por un momento llegó a tener temor de que todo fuera un sueño o que nunca volvería a ver a Louis porque se había dado cuenta del caos que era su vida.

El miedo se había vuelto parte escencial en su vida.

—Hey, volveré y aúnque no lo creas volveré cada vez que te sientas mal, cada vez que necesites a alguién estaré aquí— los ojos de Harry se desbordan de pequeñas lágrimas y Louis siente su garganta apretarse ante eso, no quería verlo llorar, le partiría el corazón.

Harry se negaba a creerlo, pero se había dado cuenta que lo único que necesitaba era aferrarse de alguién, alguién que le diera la fuerza de quedarse porque en verdad jamás quiso irse.

Louis le da una sonrisa genuina y sin pensarlo se inclina para dejar un cálido beso en la frente del chico frente a él.

—Descansa Harry, nos veremos después— y con toda la gracia del mundo Louis abandona el hogar del ojiverde, este al quedarse solo pensó que iba a sentir la tristeza envolverlo como siempre sucedía, pero no sucedió.

Una calma lo envolvía y lo hacía sentir cálido, eso era algo totalmente nuevo.

Lost Soul |Larry Stylinson| [4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora