Lost Soul |Larry Stylinson| [4]

Capítulo 8.

Harry estaba sorprendido consigo mismo, tenía apetito ese día y había tomado agua en vez de cerveza, había dormido bien sin ninguna pesadilla invadiendo su subconsciente.

Tenía ánimos y se sintió capáz de levantarse de su cama.

El ojiverde mira hacia uno de sus muebles y ve los grandes audífonos que solía usar, estos tenían un poco de polvo encima, pero Harry estaba seguro que aún seguían funcionando.

El rizado abre el cajón de su costado y saca su mp3, toma sus audífonos y luego se lleva estos hasta la sala principal, deja sus cosas sobre la mesa mientras pensaba que iba a hacer primero.

Enciende el aparato y conecta sus audífonos, toda su música estaba ahí, la música antes era su lugar seguro, pero luego no fué suficiente y cayó en esa oscuridad en la cual le costó salir.

El ruido invade el silencioso lugar y Harry se pone sus audífonos, toma una escoba y con una sonrisa en sus labios comienza a barrer el lugar.

No sabía lo que le sucedía, pero estaba feliz con el cambio.

|🧭🧭🧭|

Louis lee de nuevo la pregunta al no entenderla y ve la hora en el pizarrón donde apuntaba el proyector, aún le quedaba suficiente tiempo, se salta la pregunta para poder responder la siguiente.

El ojiazul descarta algunas alternativas y logra descubrir la correcta, inmediatamente la anota en su hoja de respuestas, era su última clase del día y estaba dando un certamen.

Debía obtener una buena calificación si quería eximirse para fin de año y no dar un exámen recuperativo.

Ya no sentía dolores físicos, pero si sentía la angustia de Harry de vez en cuando, bueno, creía que era ese Harry, pero aún debía descubrirlo.

Aúnque ese día no había sentido tristeza, es más no había logrado sentir ningún sentimiento que no fuera suyo y creía que su otra mitad estaba bien, eso esperaba.

Mira por sobre su hombro y ve a sus compañeros respondiendo sus pruebas, sin más comienza a hacer lo mismo con la suya, quizás iría a ver a Harry ese día.

El ojiazul tararea contento cuando responde la última pregunta, ordena sus útiles y los guarda en su mochila.

Se levanta de su puesto y con ambas hojas avanza hacia donde estaba su profesor, se las entrega y sale del salón.

Ahora quedaba completamente libre.

Un golpe en su mejilla lo descoloca, había dolido como el infierno, nadie lo había golpeado y sólo quedaba una opción.

Saca su billetera y toma un poco de dinero, corre hasta uno de los taxis que habían afuera de la Universidad y se sube en el primero que ve.

Da la dirección de Harry y transmite la urgencia que sentía por llegar rápido, lleva sus manos a su cuello cuando siente asfixia en la zona, ¿qué rayos?

Paga rápidamente al chofer y se baja del vehículo, corre hacia el hogar de Harry y se da cuenta que la puerta estaba abierta.

Deja caer su mochila cuando ve a un chico ahorcando al ojiverde.

Louis agarra por la chaqueta al desconocido y lo jala con fuerza hacia atrás, Harry cae al suelo mientras tocaba su cuello y boqueaba en busca de aire.

Louis pone sus ojos sobre el pelinegro tirado en suelo, se agacha sobre él y deja caer su puño una y otra vez sobre el rostro ajeno.

Veía la sangre brotar de su boca y nariz e incluso su puño dolía, pero aún así no se detenía.

—L-louis para, basta— unos brazos se envuelven en su pecho y lo jalan hacia atrás, el castaño se recuesta sobre el pecho de Harry y el desconocido se levanta con dificultad del suelo.

—Veo que no perdiste el tiempo— murmura con la voz ronca y limpia la sangre que goteaba de las comisuras de sus labios— eres un asco.

Louis escucha como Harry pierde la respiración e intenta volver a levantarse, pero el ojiverde lo retenía en su lugar.

—Vete antes de que te rompa más la nariz, gilipollas— el pelinegro posa sus ojos sobre Louis por un momento y vuelve a mirar a Harry.

—No creas que te librarás de mí, soy tu sombra Harry y no hay forma de que me vaya, te joderé la puta vida— escupe y acomoda su chaqueta sobre su cuerpo, sin mirar atrás sale del hogar de Harry y Louis siente como este tiembla detrás de él.

El ojiazul se gira en su lugar y toma el rostro de Harry entre sus manos, nota como la mejilla derecha del ojiverde estaba inflamada y la zona de su cuello estaba enrojecida.

—Hey, está todo bien, no llores— con cuidado apega a Harry a su cuerpo y acaricia su espalda de arriba a abajo— ya pasó, no está aquí.

El ojiverde se aferra a la espalda de Louis y se permite llorar, se había asustado tanto, Jhonathan nunca medía su fuerza, tampoco entendía porqué lo había ido a buscar después de tantos meses sin verlo.

No entendía porqué tenía que ir a joderlo ahora que todo estaba comenzando a estar bien.

No entendía como logró forzar su puerta y entrar sin permiso.

Harry detiene sus sollozos cuando siente un suave beso sobre su frente, cierra sus ojos ante la calidez que había sentido, había sido un gesto tan bonito que lo sacó de cualquier pensamiento negativo que estaba teniendo.

Sus ojos verdes se posan sobre los azules de Louis y no pudo sentirse mejor, Louis lo hacia sentirse bien.

Louis era reconfortante y cálido, como un hogar.