Lost Soul |Larry Stylinson| [4]

Capítulo 11.

Louis sube sobre el pequeño escenario cuando dicen su nombre y múltiples aplausos resuenan en todo el lugar, Harry es uno de ellos.

El ojiverde jugueteaba con sus dedos mientras mantenía la mirada al frente, estaba sentado en la esquina más apartada del lugar por decisión propia, se ponía nervioso cuando estaba en un lugar con muchísima gente.

Los ojos de Harry se posan sobre el cuerpo de Louis, el cual miraba fijamente el cartón entre sus manos, se había graduado, había salido finalmente de la Universidad.

El ojiazul sonríe ampliamente cuando cae en cuenta que todas esas noches de insomnio en dónde se la había pasado estudiando, miérda, había valido la pena.

Louis alza la mirada hacia todo el público e intenta buscar a Harry con la mirada, su familia no había ido ya que Louis les había dicho que no era necesario, así que había invitado solamente a Harry.

Recorría con la mirada cada fila del lugar, hasta que finalmente lo encuentra, Hary estaba con su mirada puesta sobre él y con sus manos sobre su regazo.

El ojiazul mantiene su mirada sobre él durante lo que queda de la ceremonia.

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—¿Listo?— Harry mira de reojo a Louis y niega con su cabeza, el ojiazul toma una de las manos de Harry al ver como temblaban.

—¿Nunca te dije que me causaba un poco de pánico volar en avión?— el ojiazul inmediatamente entiende el motivo por el cual Harry estaba más asustado de lo normal.

—Está bien, no pasará nada— Louis sonríe para darle confianza y juguetea con los dedos de Harry, el ojiverde mira a su alrededor y cierra sus ojos cuando escucha que despegarían.

—¿Me dirás a dónde vamos?—el ojiazul muerde su labio inferior, aúnque tenía ganas de decirle, prefería mantenerlo como una sorpresa.

—No, aún no, espero que en tu maleta haya todo tipo de ropa— eso confunde aún más a Harry, había puesto ropa de todo tipo, pero esperaba que no fueran cambios climáticos tan extremos.

—Sí, pero no... —el ojiverde se veía desorientado— espero haber elegido bien.

—Sé que lo hiciste.

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Louis tenía la mirada puesta sobre el ventanal, no podía dormir, pero le agradaba ver que Harry si estaba descansando.

El ojiazul se dedica a mirar cada facción del ojiverde, nota como de a poco sus ojeras estaban desapareciendo, sus labios se veían mas hidratados y sin tantos cortes, en sus manos sólo habían quedado cicatrices de su pasado.

Louis no puede evitar tomar una de las manos de Harry y acariciarla con ternura, había confirmado que el rizado era su destinado cuando pasó el altercado con Jhonathan, no quedaban dudas, era él.

El ojiazul acaricia con ternura los nudillos ajenos y suelta un suspiro, el cansacio se estaba adueñando de él lentamente.

Aún quedaban un par de horas para llegar a su destino, así que sí se podía permitir dormir aunque sea un par de minutos.

Sin más se acomoda en su lugar, apoya su cabeza contra el asiento y con la mano de Harry entre las suyas, se queda profundamente dormido.

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—Louis— Harry remueve al ojiazul con una mano mientras con la otra intentaba acomodar sus rizos, el ojiverde suelta un bostezo e intenta orientarse.

Aún iban en el avión, pero la gente estaba comenzando a despertar y ordenarse, al parecer pronto llegarían.

—Vamos Lou, despierta— finalmente el ojiazul abre sus ojos y se sienta bien en su lugar, se estira un poco y mira a su alrededor.

—¿Qué sucede?

—Estamos por llegar o eso creo— Louis ríe roncamente y refriega sus ojos para poder despertar por completo.

—¿Cómo dormiste?

—Bastante bien a decir verdad, aúnque me duele un poco el cuello— el ojiazul lleva sus manos hacia el cuello de Harry y presiona con suavidad la zona que sabía que tenía lastimada.

El ojiverde se deshace ante los masajes y cierra sus ojos, el dolor había aumentado por un pequeño momento para luego desaparecer por completo.

—¿Mejor?— Harry vuelve a abrir sus ojos y asiente con lentitud, definitivamente había mejorado un montón.

—Sí, pediré más de esos masajes— Louis ríe y se acerca para dejar un pequeño beso en la mejilla del rizado, en ese momento una de las azafatas pide amablemente que vuelvan a ponerse sus cinturones porque ya iban a aterrizar.

Ambos chicos vuelven a ponerse sus cinturores y Harry inconscientemente busca la mano de Louis, el ojiazul sin dudarlo se la da y acaricia el dorso de esta con su dedo pulgar.

El avión deja de moverse y todos los pasajeros se quitan los cinturones, Harry mira a través del ventanal de Louis y no logra reconocer el lugar.

Sólo se notaba el viento que corría junto a los pequeños copos de nieve, estaba nevando.

—¿Dónde estamos?— Louis muerde su labio inferior, estando totalmente emocionado por haber llegado al fin.

—Estamos en Zermatt— el ojiazul murmura sin aliento y voltea a mirar a Harry otra vez— bienvenido a Zermatt.