La Luz de la Sirena - Jenlisa

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«Sabes, todavía no puedo creer que esto sea real». Jisoo admite mientras se agachaba por el costado del bote, dejando que sus dedos se deslizaran sobre el agua azul clara. Tumbada sobre una manta, tomando el sol, frunzo las cejas y vuelvo la cabeza hacia ella.

«¿Qué quieres decir?» Pregunté. Ella hace un gesto con la mirada hacia Lisa que estaba hablando con Rosé desde el volante.

«¡Esto! ¡Quiero decir, mira lo que está pasando! ¡Estamos ayudando a una sirena real! ¡Y estamos a punto de conocer a la esposa de Poseidón! ¿Quién puede decir eso?» Jisoo exclama con los ojos ligeramente abiertos como si se estuviera recordando a sí misma una vez más. Me apoyo sobre mis codos, miré a Lisa e incliné la cabeza.

Jisoo tenía razón, no se ha establecido por completo que en realidad estábamos ayudando a una criatura que se sabía que era un mito. Y ahora íbamos a encontrarnos con una Diosa real. Yo debería estar asombrada.

Pero, ¿por qué no lo estaba?

¿Por qué se siente normal?

«¿Es extraño que sienta que se suponía que esto iba a pasar?» Le pregunté a Jisoo. La miro y ella me estaba mirando con el ceño fruncido con confusión. Retira su mano del agua y la seca en sus pantalones mientras gira su cuerpo hacia mí.

«¿Qué quieres decir? ¿Algo como el destino?» Ella pregunta. Me siento más derecha y acerco mis rodillas a mi pecho, me encojo de hombros.

«No creo relativamente que las cosas estén simplemente destinadas. Se siente más como si esto estuviera predestinado». Afirmé. Era como una hoja de ruta que mi alma había preparado antes de aterrizar en mi cuerpo. Jisoo me mira por un momento en silencio antes de transformar sus labios en una sonrisa de complicidad.

«¿Qué?» Le pregunté un poco desconcertada por el cambio en sus facciones. Ella se ríe y mueve sus cejas.

«¿Entonces lo que dices es que la vida las ha elegido a Lisa y a ti para conocerse y hacer bebés sirena? Tiene sentido». Ella dice casualmente. Jadeo y tiro mis sandalias hacia ella, que inmediatamente esquivó con una risa odiosa. Pongo los ojos en blanco y frunzo el ceño.

«Lo que en realidad estoy diciendo es que todo esto se siente normal, idiota». Digo molesta. Ella agita sus manos como para descartar lo que dije con la misma sonrisa exasperante.

«Lo que sea que digas cariño, pero solo para que sepas que Rosé y yo te apoyamos en todo». Frunzo el ceño de frustración y hago un puchero hacia Rosé.

«¡Rosie! ¡Controla a tu mujer!» Rosé nos mira y crece un tinte rosado en sus mejillas mientras frunce el ceño.

«¡Cállate Jennie!» Me río y miro hacia Jisoo, cuyas mejillas se tornaron del mismo color. Le guiño.

«Ella no lo negó». Bromeo, Jisoo se burla y va a contraatacar, pero Lisa rápidamente la interrumpe.

«¡Hey Nini! Haz pucheros así de nuevo y tal vez te bese». Lisa amenaza haciendo que Jisoo y Rosé se rían de inmediato. Entrecerré los ojos y sentí que mis mejillas se volvían de un rojo más profundo. Peor que las mejillas de las dos.

Tsk.

«¡Cierra la boca Lisa!» Grito, ella se ríe y baja sus gafas de sol por el puente de su prominente nariz y guiña un ojo.

«Solo si es con tus labios».

Realmente podría matarla.

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«Hey». Saludé mientras pasaba junto a Jisoo y Rosé, que estaban abrazadas, que hablaban en voz baja y se reían mientras miraban a la luna, y yo caminaba hacia Lisa.