Han pasado 6 años desde la boda y mucho ha cambiado.
Como dije antes, le propuse matrimonio. Nos casamos.
Y durante nuestra boda tuvimos una visita sorpresa.
Anfitrite.
¿Y su regalo para nosotras?
Bueno, en un instante me preguntó si quería un hijo con Lisa a lo que respondí —emocionada— que sí con Lisa asintiendo frenéticamente con la cabeza y al siguiente puso su mano sobre mi estómago. Su mano comenzó a brillar y 9 meses después—
«¿Bebé? ¿Has visto a Ella? ¡Se está escondiendo de mí otra vez!» Mi esposa se queja desde nuestro dormitorio. Me río y pongo los ojos en blanco mientras dejo mi libro y me levanto del sofá.
Nuestra hija, Ella, acaba de cumplir 5 años ayer. Tuvo una fiesta de cumpleaños hoy y era hora de su baño. No iba a dejarla dormir con el glaseado azul de su pastel manchado en sus mejillas y labios.
Y la hora del baño era lo que menos le gustaba hacer. Uno pensaría que con el ADN de Lisa mezclado con el mío, ella disfrutaría del agua. No, ella odia absolutamente las duchas y la natación.
Subí las escaleras a nuestra habitación y me apoyé en el marco de nuestra puerta y vi a Lisa mirando debajo de nuestra cama mientras murmuraba palabras incoherentes.
«¡Ella, si no vienes con mamá ahora mismo, llamaré a Úrsula!» Lisa regaña mientras se mete debajo de nuestra cama. Me río mientras camino hacia sus piernas que sobresalen por debajo.
«Bebé, si la amenazas así, ella no vendrá a ti». Bromeo. Lisa se pone de espaldas debajo de la cama y resopla molesta. Me río mientras me agacho, agarrando sus tobillos y sacándola de debajo de la cama.
Déjà vu.
Me río aún más al ver sus brazos cruzados, su pequeño puchero y su flequillo partido en medio de su frente. Ella me mira y estira sus brazos hacia mí. Juguetonamente puse los ojos en blanco y me acosté a su lado. Me di la vuelta y puse mi barbilla en su pecho mientras arreglaba su flequillo.
«¿Quieres que vaya a buscarla?» Pregunto. Lisa levanta la cabeza para mirarme y sonríe. Jadeo y me río cuando ella nos da la vuelta con ella encima de mí. Mueve sus labios sobre los míos.
«¿Cómo tuve tanta suerte?» Ella susurra, sonrío ampliamente provocando que una hermosa sonrisa se dibuje en sus lindos labios. Se inclina para capturar mis labios hasta que...
«Puaj». Una voz chilla desde nuestro armario. Nos congelamos y sonreímos a sabiendas la una a la otra. Ella rueda sobre su espalda mientras yo me sentaba y miraba hacia nuestro armario. Me río mientras me pongo de pie y camino hacia nuestro armario.
«Iré a calentar la bañera». Dice Lisa mientras entra en nuestro baño. Asiento y abro lentamente la puerta del armario para ver a nuestra hija sentada con las piernas cruzadas y con las manos cubriendo sus ojos. Me río y me agacho. Me siento con las piernas cruzadas y empujo sus manos.
«Ella». La regañé ligeramente. Ella hace un puchero con sus labios manchados de azul y deja caer sus manos sobre su regazo. Tuve que morderme el interior de la mejilla. Se veía demasiado linda. Todavía llevaba puesto su vestido rosa de princesa.
«¿Qué dije sobre esconderme de mamá cuando es hora del baño?» Pregunté. Ella suspira y mira hacia abajo.
«No hacerlo...» Ella lindamente alarga las palabras. Asiento con la cabeza mientras me pongo de pie.
«Así es, ahora ponte de pie por mami, por favor, ve al baño y discúlpate con mamá». Dije. Ella suspira mientras se pone de pie también con la cabeza aún baja. Ella, asiente y camina hacia el baño. Cierra la puerta y apoyo mi oído contra esta.
«Lo siento, mamá». Escuché a Ella decir con el mismo tono de bebé que Lisa solía usar conmigo para que la perdonara.
Sé fuerte Lisa...
«Awww, mi bebéee, está bien». Dice Lisa. Pongo los ojos en blanco y me alejo de la puerta con una risa ligera.
«Débil». Me susurro a mí misma mientras camino de regreso a la sala. Me dejo caer en el sofá y agarro mi libro una vez más; y después de 3 minutos, Lisa, se había arrastrado con cansancio hacia mí y se dejó caer a mi lado. Ella deja escapar un largo suspiro y pone su cabeza en mi regazo.
«Ella finalmente está-»
«¡¡Mamá!! ¡¡Mami!!» Escuchamos a Ella gritar. Jadeé y rápidamente me puse de pie causando que Lisa cayera al suelo. Se levanta y corre detrás de mí mientras nos apresurábamos hacia el baño.
«¡Las dejo a las dos por un minuto!» Me quejo, y en el momento en que coorrimos al baño nos congelamos en nuestro lugar. Abrimos los ojos.
«Oh mi...» Susurro. Lisa se queja y se pellizca el puente de la nariz.
«Oh, por el amor de... ¡¡¡Anfitrite!!!» Ella grita.
«¡¡Mira!! ¡¡Soy Ariel, mamá y mami!!» Ella chilla mientras mueve su aleta hacia arriba y hacia abajo. Lisa y yo nos regresamos a mirar lentamente.
«Mierda».
Fin.
Este es el final definitivo de la historia, espero la hayan disfrutado. Una disculpa por haber tardado prácticamente dos años en terminarla de subir. Nos vemos.
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La Luz de la Sirena - Jenlisa
أدب الهواةMe estaba hundiendo, la oscuridad me rodeaba lentamente. La profundidad del mar me empujaba más y más desde la superficie hasta que ya no pude ver la luz de la luna que brillaba desde arriba. Esto era todo. Sabía que era mi momento. Pero, ¿Quién era...